Los que le hablan al oído a Petro y a Duque

Silla Paisa

Estén o no en sus campañas y en sus futuros gobiernos, influyen en la mirada que tienen del país y la política.

Más allá de los rumores sobre quiénes podrían ser eventuales ministros de Gustavo Petro e Iván Duque en caso de ganar, los dos candidatos tienen un pequeño círculo de personas que les hablan al oído. No solo son parte de sus equipos de campaña sino que influyen en las decisiones que toman y en su forma de ver la campaña, la política y el país.

En los dos casos se trata de pocas personas que posiblemente los acompañarían en un gobierno, ya sea desde un cargo o como amigos y consejeros por fuera del Estado.

Los de Iván Duque

Además de la importancia de Alicia Arango, quien coordina su agenda y sus alianzas políticas, y de la cercanía del candidato con el abogado Andrés Barreto (amigo de toda la vida, ex asesor legislativo de Duque y a quien uno de su círculo llama “su pupilo”), hay seis personas que tienen incidencia en Duque. Lo llamativo es que varios de ellos apoyaron el Sí o por lo menos no hicieron campaña pro el No, y por eso pueden ayudar a moderar a Duque.

Jorge Marío Eastman

El consejero para las comunicaciones y viceministro de defensa de Álvaro Uribe se ha convertido en uno de los principales asesores programáticos de Duque después de aterrizar en esa campaña tras ser brevemente fórmula vicepresidencial de Juan Carlos Pinzón. Como votó por el Sí en el plebiscito, su voz puede ayudar a moderar a Duque.

Con Francisco Barbosa y Rafael Guarín, forma parte del grupo que acompaña a Duque a los debates y quien lo asesora en asuntos de seguridad y defensa.

Abogado uniandino con maestría de asuntos internacionales en Columbia e hijo del ex ministro liberal de su mismo nombre, conoce a Duque desde cuando los dos eran hijos de políticos de ese Partido en las décadas de los años 70 y 80.

Le aporta al candidato una larga trayectoria política sin ser tanto mayor que él. Entre otras, fue secretario privado de Humberto de La Calle en el Ministerio de Interior del gobierno Gaviria y viceministro de Interior de Néstor Humberto Martínez en el gobierno de Andrés Pastrana.

Rafael Guarín

El abogado de la Libre y viceministro de Defensa de Rodrigo Rivera a inicios del gobierno Santos se ha convertido en uno de los asesores cotidianos de Duque, con Eastman y Barbosa, especialmente en asuntos del Acuerdo con las Farc, tema al que se dedicó como procurador judicial nombrado por Alejandro Ordóñez.

Por ejemplo, su lectura de una carta de la fiscal de la CPI a la Corte Constitucional es la que ha llevado a Duque a decir que ésta exigió cárcel previa a los ex guerrilleros de las Farc antes de hacer política, algo que no ha dicho la Fiscal.

Ha hecho carrera como uribista, tras sus inicios como liberal, y ha participado en espacios de opinión y ha litigado defendiendo sus tesis.

Lo hizo, por ejemplo, cuando firmó una tutela para que la Corte Suprema cerrara la investigación a los 86 representantes a la Cámara que votaron la aprobación del referendo reeleccionista; cuando en la campaña presidencial de 2010 le preguntó a Antanas Mockus si extraditaría a Uribe, lo que motivó uno de los traspiés del Ex alcalde y que luego J.J. Rendón contó que había sido concertada con la campaña de Juan Manuel Santos; o cuando demandó el Marco Jurídico para la Paz (un instrumento que creó el gobierno Santos como sustento para negociar la paz y para darle una salida judicial a los futuros desmovilizados de las Farc, que despertó mucha polémica en su momento).

Francisco Barbosa

El profesor del Externado y doctor en Derecho de Nantes es uno de los amigos más cercanos de Duque desde que estudiaron en la Sergio Arboleda. En campaña es uno de sus asesores de cabecera, con Guarín e Eastman, y su jurista de confianza para asuntos como la reforma a la Justicia.

Desde que regresó de su doctorado en 2010 se ha dedicado a asuntos vinculados a la administración pública, los Derechos Humanos y el DIH, el conflicto y la justicia transicional, tema en el que asesoró al Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá.

Sin la trayectoria política de ellos dos y tras haber sido un defensor del proceso con las Farc y haber sido cercano a Álvaro Leyva en él, Barbosa es una voz que ayuda a moderar la visión de Duque sobre el Acuerdo, aunque recientemente Barbosa se ha tornado crítico de su implementación y especialmente de la forma en la que está empezando a funcionar la Justicia Especial para la Paz (en la que buscó ser magistrado).

Luigi Echeverri

Luis Guillermo Echeverri es una de las personas de mayor confianza para Duque. Aunque en campaña funge de gerente, y por eso se dedica especialmente a asuntos logísticos, es una de las voces que escucha para asuntos de estrategia.

El hijo de Fabio Echeverri Correa, el muy amigo de Uribe, fue el jefe de Duque durante la mayor parte de su paso por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lo que le ha dado una ascendencia que, según otra persona muy cercana a Duque, “puede estar encargado de otras cosas pero siempre será una voz importante para Iván".

Alberto Carrasquilla

Este economista uniandino con doctorado en la Universidad de Illinois es la personas con quien Duque más construyó su visión programática, especialmente en los temas económicos.

Carrasquilla tira la línea y tiene la última palabra gracias a una vieja relación con  Duque, desde el gobierno Uribe, de quien fue ministro de Hacienda.

Una última palabra que suele ir en la línea de la defensa del libre mercado y de un Estado pequeño como se nota, por ejemplo, cuando en 2009 propuso que el gobierno Uribe vendiera Ecopetrol en lugar de hacer una reforma tributaria.

Tras hacer carrera entre la academia en Los Andes (donde llegó a ser decano de Economía), Fedesarrollo, el BID y el Banco de la República, llegó al Gobierno en 2002, cuando Uribe se posesionó y nombró al conservador Roberto Junguito como Ministro de Hacienda y a Carrasquilla como su viceministro.

Tras la renuncia de Junguito en 2003, Carrasquilla lo reemplazó y entró a liderar la venta de los bancos que había rescatado el gobierno Pastrana (Bancafé, Megabanco y Granahorrar) y las capitalizaciones de Ecopetrol e Isagén. También impulsó una reforma tributaria que construyó como estructural pero que terminó desfigurada en su paso por el Congreso.

Felipe Buitrago

Compañero de Duque en el BID, se hicieron amigos y comparten una visión de la economía y la sociedad que aterrizaron juntos en el libro “La Economía Naranja: una oportunidad infinita”, un año antes de que Duque entrara a la política.

Buitrago, quien era consultor de la división de asuntos culturales del BID que manejaba Duque, es un economista uniandino con maestría en políticas públicas internacionales de Johns Hopkins. Ha hecho carrera con las industrias culturales y creativas, y llegó a la campaña como coordinador programático.

En ese cargo se ha convertido en uno de los asesores de cabecera de Duque, y ayuda a que la visión de su amigo sea más cercana al uribismo 2.0: Buitrago no había hecho política antes e impulsa las ideas de Duque en asuntos como emprendimiento e internet de las cosas.

Álvaro Uribe

La visión del ex presidente, quien animó a Duque a buscar una candidatura presidencial desde hace más de dos años y quien es su padrino político, es fundamental en la mirada política del candidato. Aunque no se hablen todos los días, como contó La Silla, Duque lo admira y tiene su visión política como guía.

Los de Gustavo Petro

Petro tiene confianza en personas como su gerente de campaña Blanca Inés Durán, su escudero en el Concejo de Bogotá Hollman Morris o su amiga y compañera política Gloria Flórez, pero es poco dado a dejarse influenciar. A pesar de eso, estas pocas personas sí inciden en su visión.

Augusto Rodríguez

Ingeniero químico de la Nacional y amigo de Petro desde la época del M-19, fue su asesor en el Congreso durante los 12 años que duró el candidato allí. En esa función fue un investigador clave en casi todos los debates de control político que lo hicieron famoso, desde la parapolítica en Antioquia hasta el carrusel de la contratación en Bogotá, y luego, en su campaña a la Alcaldía.

Cuando Petro fue Alcalde fue conocido como un asesor muy influyente, además de ser su delegado en juntas de empresas del Distrito, y una especie de mano derecha que también generó resistencia y rifirrafes con otros integrantes del equipo, que consideraban que lo ponía en contra de sus colaboradores. Como contó La Silla Vacía en ese entonces, lo acompañaba a casi todas las reuniones y estaba encargado de investigar los antecedentes de quienes aspiran a ocupar cargos importantes en el Palacio de Liévano para evitar contratar personas con pasados sospechosos.

En la campaña a la Presidencia, nos dijo una fuente que está adentro, ha estado más involucrado en temas logísticos, que tienen que ver tanto con la agenda como con la distribución de periódicos en Bogotá. Sin embargo, Petro lo sigue escuchando para tomar decisiones.

Jorge Rojas

Este periodista, que fue secretario Privado y de Integración Social de Petro en la Alcaldía, es una de las voces que más escucha a la hora de definir la estrategia y ejecutar la campaña. En esa medida, alimenta su visión política, a la vez anclándola a una mirada de izquierda del movimiento de derechos humanos y abriéndola a la posibilidad de concertar con otros sectores.

Antes de la Alcaldía trabajó en la ONG de derechos humanos Codhes y en la campaña es el encargado de tratar con otros partidos y movimientos con los que Petro ha buscado acercamientos. Además, coordina las avanzadas de Petro en las regiones que visita.

“Adonde llega Petro, Jorge ya ha ido primero a cuadrar todo”, nos dijeron en la campaña, algo que se demostró esta semana con la fallida gira de Petro en Medellín para dejar una imagen más conciliadora.

Rojas también es recordado porque siendo Secretario de Integración fue de las fichas de Petro que renunció en 2014 para impulsar a la izquierda a que respaldara a Juan Manuel Santos en Bogotá para la segunda vuelta, después de que había perdido con Óscar Iván Zuluaga en Bogotá.

Ángela María Robledo

Desde que se convirtió en la fórmula vicepresidencial ha ganado cada vez más confianza como parte del círculo de Petro, y es la que ha intentado crear puentes con otras fuerzas. “Llegó a ponerle a Petro una perspectiva distinta, a que se sintiera más cómodo en escenarios donde no era atractivo, como en los diálogos con la gente de centro, como gente de la otrora ola verde”, dice una fuente de la campaña. En esa medida, influye en la visión de Petro de la política al ayudar a moverlo, genuinamente, hacia el centro.

“Ella se ha vuelto más cercana que cualquiera de nosotros”, dice un antiguo directivo del Distrito durante la administración Petro, que sigue con él en esta campaña.

Psicóloga, llegó a la política desde la academia (era decana en la Javeriana) de la mano de Antanas Mockus, de quien fue directora de Bienestar Social de Bogotá, y llegó al Congreso en 2010 como parte de la Ola Verde. 

 
Maria Mercedes Maldonado

Uno de los cerebros detrás del programa de gobierno de Petro, y oficialmente es su coordinadora programática.

Tras una vida dedicada a la academia (es abogada del Externado, con maestría en Urbanismo en la Universidad de París-Est Créteil, es profesora de planta del Instituto de Estudios Urbanos de la Nacional), entró al sector público con Petro, de quien fue secretaria de Planeación, cargo en el que armó el plan de desarrollo que tenía como pilares la defensa de lo público, la organización de la ciudad alrededor del agua, que siguen siendo banderas de Petro y de su campaña.

Además de esa sintonía en la visión política, que le permite ser interlocutora en asuntos programáticos e influir en ellos, tiene la confianza de Petro, lo que quedó claro no solo con que fue parte de su gabinete durante toda su administración (de Planeación pasó a Hábitat) sino que solo renunció para ser su candidata a la Alcaldía en las elecciones de 2015, en las que terminó adhiriendo a Clara López.

Ricardo Bonilla

El ex secretario de Hacienda de Bogotá de Petro, economista y profesor de la Universidad Nacional (donde dirigió el Centro de Investigaciones para el Desarrollo), es la conciencia económica de Petro, por lo menos en su programa. Junto con Maldonado es quien ayuda a preparar a Petro para los debates y en esa medida influye directamente en el discurso de campaña.

Es seguidor de la línea keynesiana en economía y, en esa medida, es un fiel representante de la izquierda moderada o socialdemócrata. Con esa mirada, interpreta la visión de Petro y ayuda a moderarla cuando es necesario. Es defensor del mercado, aunque regulado, y no del Estado empresario, y como Secretario demostró ser conservador en lo fiscal, una mirada que aleja a Petro de visiones de una izquierda más radical.

Dados los buenos resultados en ese frente en su Alcaldía, la mirada de Bonilla ha sido fundamental para que Petro tome decisiones como comprometerse a mantener la regla fiscal, una decisión ortodoxa en lo económico.

Verónica Alcocer

Es la esposa de Petro y en esta campaña, a diferencia de la que él hizo a la Alcaldía, se ha metido a tirar línea en reuniones con los estrategas. Tres fuentes, independientes entre sí, le confirmaron a La Silla Vacía su creciente importancia.

Eso se notó, en particular, en la gira que hizo Petro antes de la primera vuelta. “Los estrategas apuntaban a algo, y ella, con su conocimiento geográfico y de la Costa, tiraba línea de a dónde ir", dice una de esas fuentes de la campaña. "Verónica está todo el tiempo en todo", resume el concejal Hollmann Morris.

Compartir
0