Los súper poderosos del Magdalena

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La Caribe continúa armando el rompecabezas del poder en la región con el top de súper poderosos del Magdalena. En esta serie, ya contamos el ranking de mandamases de Bolívar y Córdoba.

La Caribe continúa armando el rompecabezas del poder en la región con el top de súper poderosos del Magdalena. En esta serie, ya contamos el ranking de mandamases de Bolívar y Córdoba.

Para armar esta radiografía consultamos a un alto funcionario, dos exaltos funcionarios, un exsenador, un congresista, un periodista, un asesor de un poderoso y un concejal, y luego confirmamos sus datos con reportería propia.

Entre las curiosidades está que el número uno no es magdalenense, que no aparece el presidente Juan Manuel Santos y que algunos mencionaron al parapolítico Trino Luna como poderoso, pero su poder está diezmado y, aunque varios de los que fueron sus asesores están haciendo política, él está desaparecido del mapa de lo público. Al menos, en apariencia.

 

Germán Vargas Lleras

El Vicepresidente es el súper poder del Magdalena desde que su partido Cambio Radical, en donde es jefe natural y todo funciona en armonía con sus deseos, lidera una toma de poder que comenzó por convertir al vargasllerismo al gobernador Luis Miguel ‘el Mello’ Cotes -que se eligió por firmas- y sumarlo a ese proyecto político.

Por cuenta de esa unión, el año pasado el grupo del Mello sumó un representante a la Cámara a la estructura de Cambio Radical (Fabián Castillo, avalado por ese partido) y fue determinante para que el vargasllerista Arturo Char sacara la segunda votación a Senado en ese departamento (poco menos de 20 mil votos).

La punta de lanza de esa colonización es el exalcalde de Barranquilla Álex Char, quien por deseo de Vargas administra los avales de Cambio en el Caribe y recientemente avaló a la tía del Mello, Rosa Cotes, como candidata a la Gobernación.

Evidencia de la ascendencia del Vicepresidente en el Gobierno Cotes fue la entrada a la Administración, hace unos meses, del grupo del exsenador (condenado por parapolítica) Miguel Pinedo, quien recibió la Secretaría de Educación. Aunque es un líder de antaño en Cambio Radical, Pinedo no es cercano al Mello pero logró representación debido a su gran amistad con Vargas.

A mediados del mes pasado, el grupo de Pinedo perdió esa cuota y dos fuentes que conocen por dentro la dinámica en la Gobernación le dijeron a La Silla que esa movida “contó con el visto bueno de Bogotá, o sea, de Vargas” porque Miguel Pinedo no estaba jugado con la aspiración de Rosa.

El movimiento del Mello se volvió aliado del clan de los Díaz-Granados (cuyas cabezas visibles son el exministro Sergio y el representante de La U Eduardo Díaz-Granados) para ir en fórmula este octubre por Gobernación y Alcaldía. Sobre esa coalición, una fuente que sabe la información de primera mano nos dijo: “Si ese proyecto tuviera un organigrama, el nombre de más arriba es el de Germán Vargas. Todo está armonizado según lo que él quiera”.

 
Los Díaz-Granados

Son la familia política del Magdalena con más representación local y nacional, y la contraparte del grupo del Gobernador en una alianza en la que el candidato a la Alcaldía de Santa Marta será de su cuerda. Además, tienen excelentes relaciones con el Gobierno Nacional.

Con la raíz en el fallecido dirigente liberal José Ignacio Díaz-Granados Alzamora, quien fue Ministro de Salud, Congresista y Gobernador del Magdalena, hace cuatro años este clan perdió la Alcaldía de Santa Marta que tenía en cabeza de Juan Pablo Díaz-Granados, pero se ha ido recuperando durante el Gobierno Santos.

Hoy tienen representante a la Cámara (Eduardo Díaz-Granados, de La U), viceministro (de desarrollo rural, Juan Pablo Díaz-Granados, el exalcalde), presencia en la Secretaría de Planeación departamental (que está en cabeza de Carlos Francisco Díaz-Granados) y además el exministro Sergio Díaz-Granados es el director ejecutivo del BID para Colombia y Ecuador.

También tienen influencia en la Corporación Autónoma del Magdalena, cuyo director se reeligió con el apoyo de Eduardo Díaz-Granados; en la sede regional del SENA y manejan el Hospital Universitario Fernando Troconis, cuya gerencia les fue entregada (en cabeza de Tomás Díaz-Granados) en una movida que se asumió como el sello de los acuerdos con el Gobernador.

Vía los primos Sergio, quien fue presidente de ese partido hasta hace poco, y Eduardo, el congresista; los Díaz-Granados pisan fuerte en el Partido de La U. Tanto, que siguen liderando la alianza con el Mello, a pesar de que el senador atlanticense de La U José David Name quería poner candidato a la Gobernación del Magdalena (lo que hubiese roto el acuerdo Díaz-Granados-Mello).

El hermano mayor del exministro Sergio, José Ignacio ‘Nachito’ Díaz-Granados, es visto en este momento como la cabeza de esa familia, que es reconocida también por sus empresas bananera, ganadera y exportadora de frutas (asimismo son accionistas en la Sociedad Portuaria de Santa Marta). El Representante, el Viceministro y el Secretario son primos hermanos de los dos primeros.

 
Luis Miguel y Álvaro Cotes

Luis Miguel Cotes tiene el poder obvio de la Gobernación que obtuvo con apenas 24 años, y lo comparte con Álvaro, su papá, conocido en política como ‘el Conejo’.

Una fuente de confianza que conoce la movida dentro de la Gobernación, nos contó que el Mello suele informar y pedir consejo sobre casi todas sus decisiones a Álvaro Cotes Vives, quien junto a Luis Miguel Cotes Vives le armó su proyecto político y lo ayudó a ganar. Ellos dos son hermanos y conformaban el grupo de ‘ Los Conejos’, pero pelearon luego de conseguir la Gobernación.

El Mello y su papá se idearon ahora la candidatura de Rosa Cotes Vives (hermana del segundo) y, luego de una casi destitución por parte de la Procuraduría y de sostener una Administración llena de ruidos de malas compañías, lograron oxígeno político vía una alianza con los Char y con Germán Vargas Lleras.

Bajo el paraguas de Cambio Radical llevan, además de Rosa, a 26 candidatos a Alcaldía en igual número de municipios del Magdalena.
 
Los caciques (condenados por parapolítica)

Un grupo de políticos tradicionales -condenados por parapolítica, algunos de los cuales antes se han enfrentado entre sí- se ha convertido en un solo y determinante poder en el Magdalena, desde que decidió unirse alrededor de un candidato que enfrente a Rosa Cotes.

Se trata de los excongresistas Luis Eduardo ‘Lucho’ Vives, Fuad Rapag, Alfonso Campo y Jorge Caballero, quienes a excepción de Vives ayudaron al Mello Cotes a ganar la Gobernación, pero ahora se sienten maltratados por él en términos de representación.

Su unión se está dando alrededor de la candidatura liberal a la Gobernación del exmagistrado Joaquín José ‘Jota’ Vives, y a ella posiblemente entre oficialmente el exsenador Miguel Pinedo (también condenado por parapolítica), quien no tiene relaciones con el Mello a pesar de estar en Cambio Radical y ha liderado y asistido a varios de los encuentros de este grupo.

Como lo contó La Silla, estos caciques hicieron un cónclave en enero para encontrar un candidato único en contra de Rosa, pero luego recibieron cuotas en la Gobernación y se les quitó el impulso.

Sin embargo, a mediados del mes pasado, esa burocracia les fue retirada y volvieron por sus fueros.

Su poder consiste en que casi todos hacen política desde hace más de 30 años y tienen líderes y redes electorales en todo el Magdalena. “Sus empresas son políticas, eso es lo que saben hacer: buscar votos, por eso los buscan a ellos”, los describió un periodista.

Evidencia de la fuerza que les ven, es que desde que se salieron de la Gobernación en los corrillos muchos dicen que Rosa se está marchitando, mientras Jota Vives toma fuerza rodeado de estas estructuras.

 
Grupo Daabon

En cabeza de su presidente Manuel Julián Dávila, el grupo empresarial más grande del Magdalena es consultado sobre temas del departamento por mandatarios locales, por el sector privado y hasta por algunos ministros cuando llegan a Santa Marta. Y, aunque no se meten directamente a hacer política, cuando dan un guiño suelen ser determinantes. Así sucedió hace cuatro años, cuando respaldaron la candidatura del actual alcalde Carlos Caicedo.

Los Dávila Abondano, dueños de las haciendas de palma y banano más grandes del Caribe, y de grandes cultivos de café y cacao en la Sierra Nevada que son exportados a Japón, son los mayores generadores de empleo y aportantes de impuestos del departamento. Esa relevancia económica los mantiene con línea directa con todos los políticos importantes y con el alto Gobierno.

Una evidencia de sus buenas relaciones, es que hace unos meses en una comida privada con los 15 principales empresarios y dirigentes gremiales locales, el vicepresidente Germán Vargas Lleras dijo enfrente de todos que Manuel Julián Dávila debería ser el próximo alcalde de Santa Marta. El empresario le respondió que la política no era lo suyo y que además estaba impedido, pues su grupo tiene intereses en casi todas las áreas.

Con negocios también en el sector de finca raíz y acciones en la Sociedad Portuaria y en La Marina Internacional de Santa Marta (un proyecto en el que son socios mayoritarios), se trata de la familia más acaudalada del Magdalena, que se dio a conocer nacionalmente por el escándalo de Agro Ingreso Seguro. Por este tema, siguen siendo investigados tres hermanos de Manuel Julián Dávila.

 
Álex Char

El exalcalde de Barranquilla tiene el poder de ser el hombre de confianza del Vicepresidente Vargas en el Caribe, a quien su familia le ha financiado campañas, pero con vuelo y autonomía propios.

No solo tiene libertad para decidir sobre los avales de Cambio Radical, sino que su palabra es la última en muchas alianzas locales de esa colectividad. Eso pesa mucho más en el Magdalena, en donde el Gobernador se volvió vargasllerista, en buena parte, gracias a la gestión de Char.

 
Carlos Caicedo

Aunque su movimiento no tuvo la fuerza electoral para poner candidato al Congreso, y la cartagenera (Judith Pinedo) a la que apoyó a Senado no sacó sino dos mil votos en el Magdalena, Carlos Caicedo tiene el poder obvio de la Alcaldía de Santa Marta y también de que su grupo tenga aspirante a sucederlo con posibilidades.

Como lo contó La Silla, al candidato Rafael Martínez -que va por firmas- lo arropa la popularidad de la que goza Caicedo en los barrios vulnerables y lo fortalece la división de la Unidad Nacional.

 
Miguel Pinedo

Con 20 años sin poder ni en la Gobernación ni en la Alcaldía de Santa Marta, y una condena por parapolítica encima, el exsenador Miguel Pinedo viene reencauchándose vía su amistad con Germán Vargas Lleras, y por eso está en este top.

Armó las listas de Cambio Radical, a donde llegó en 2006 cuando fusionó con este partido su movimiento llamado Moral, en los nueve (de 30) municipios del Magdalena en los que su hijo José Luis ganó cuando se presentó a la Gobernación en 2010 por ese partido.

Otro de sus hijos, Miguel Alfredo Pinedo Campo, fue designado este año director de la Superintendencia de Notariado para el Caribe. Una entidad que, dirigida a nivel nacional por el superintendente Jorge Enrique Vélez, tiene el sello de Cambio Radical y de Vargas Lleras.

Tiene una rivalidad dentro de su partido con el Mello Cotes y perdió un round frente a él, pues no logró que Cambio avalara a su candidata Ana María Muelle a la Alcaldía. Sin embargo, en respuesta a eso ha sido uno de los principales motores de la alianza de los caciques condenados por parapolítica, que apoyarán al candidato que enfrente a Rosa Cotes (la aspirante del Gobernador).

Su movimiento tiene presencia en 27 pueblos del Magdalena y ejerce liderazgo sobre su grupo, y sobre los caciques a los que ha convocado, a través de pronunciamientos en los medios.
 
Gilberto ‘Tico’ Acuña

De muy bajo perfil, Gilberto Acuña Reyes es un ingeniero contratista en el Magdalena hace muchos años, buscado y tenido en cuenta por los políticos tradicionales. Un congresista, un periodista y dos exaltos funcionarios, nos lo describieron por aparte como “el financista que todos quieren tener para elecciones”.

Según esas versiones, Acuña habría financiado al Mello Cotes, pero ahora estaría más cercano al grupo de caciques condenados por parapolítica que quieren ponerle competencia a la carta del Gobernador.

Aunque no pudimos comprobar lo de la financiación, La Silla sí había contado que Tico Acuña asistió a una reunión, en mayo pasado, con el excongresista Rodrigo Roncallo (esposo de la representante liberal Kelyn González y condenado por parapolítica), el cacique conservador Alfonso ‘Poncho’ Campo (también condenado por parapolítica) y su excandidato al Congreso Carlos Nery López, en la que se definió que el gallo de pelea para Rosa Cotes sería Dahud Rapag.

Dahud fue candidato al Concejo y secretario de despacho del parapolítico Trino Luna, y es hijo del exsenador Fuad Rapag (condenado por parapolítica). Esa aspiración no se terminó de cocinar, y ahora ese grupo está más cerca de la candidatura del liberal Jota Vives.

Acuña ha ganado en los últimos años obras en Ciénaga, en Fundación (ahí ganó en 2012 la ampliación del alcantarillado por 25 mil millones de pesos, por ejemplo), en El Banco y en San Sebastián de Buenavista, entre otros pueblos. En 2010, con Corpomag, obtuvo la construcción de un colector pluvial por 16 mil millones de pesos.

En 2010, la Procuraduría elevó pliego de cargos contra el alcalde de Ciénaga Luis Majin y su exsecretario de Planeación, Ricardo Villa Ossio, por presuntamente haber limitado la participación en una licitación que terminó con Gilberto Acuña como único proponente.

 
Los Vives

Tradicional familia política del Magdalena de origen liberal, que ha llegado al Congreso y tenido participación en alcaldías y Gobernación, los Vives disminuyeron su poder desde la condena por parapolítica -en 2008- contra el exsenador Luis Eduardo Vives.

El año pasado se quemaron al Senado, en cabeza de Raúl Vives Lacouture, con apenas 22 mil votos en todo el país y por la lista del conservatismo, un asunto que al parecer los afectó entre sus simpatizantes tradicionales, que militan en el liberalismo.

Sin embargo, aún mantienen vivas algunas redes electorales en pueblos, lo que les permite jugar en la alianza de caciques que hay en contra de Rosa Cotes. Con un plus: tienen su propio medio de comunicación, El Informador.

 
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