Los súper poderosos del mundo de las ONG

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Uno de los sectores que más influyen en las decisiones del Gobierno y en las políticas públicas (y que maneja fácilmente 20 billones de pesos al año) son las ONG y los tanques de pensamiento. Por eso La Silla continúa armando el mapa del poder en el país, con los 10 Super Poderosos de este sector.

Uno de los sectores que más influyen en las decisiones del Gobierno y en las políticas públicas (y que maneja fácilmente 20 billones de pesos al año) son las ONG y los tanques de pensamiento. Por eso La Silla continúa armando el mapa del poder en el país, con los 10 Super Poderosos de este sector.

Buscamos las diez personas o entidades que, de forma directa o indirecta, más inciden en las políticas públicas desde esa orilla. Por eso importantes ONG que no se enfocan en políticas públicas (como las fundaciones Corona, Carvajal o Mario Santo Domingo) no quedaron en la lista. Tampoco están entidades multilaterales como el Pnud o el Comité Internacional de la Cruz Roja, que tienen una importancia innegable. Por último, no incluimos a la academia, que tiene unas lógicas diferentes.

Para encontrar a los 10 Super Poderosos entrevistamos a seis directivos o antiguos directivos de ONG, dos ex ministros que han interactuado con ellas y un alto funcionario público.

Encontramos que uno de los elementos fundamentales para definir la capacidad de incidencia es la financiación y que por lo general tienen más fuerza si tienen fuentes internacionales. Como dice uno de los consultados, “los financiadores internacionales son los que tienen la sartén por el mango y le dosifican el protagonismo a las ONG locales”.

Entre los mencionados se quedaron por fuera del top 10 entidades muy sólidas y respetadas en un sector específico (como Proantioquia en Antioquia, la Fundación Ideas para la Paz en seguridad y conflicto, Transparencia por Colombia en lucha contra la corrupción o Women’s Link Worldwide en asuntos de género). Tampoco alcanzaron a entrar el Instituto de Ciencia Política, a pesar de su capacidad de convocatoria o el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, que ha sido fundamental para construir la narrativa de la existencia de víctimas del Estado en Colombia.

En otros casos ONG que podrían haber quedado hace unos años (como Viva la Ciudadanía, Planeta Paz o Nuevo Arco Iris), han perdido influencia en parte, como ha ocurrido con Codhes, el Cinep o la Fundación Social, porque la Ley de Víctimas les quitó relevancia y las puso a competir con el Estado por recursos o porque sus líderes más carismáticos salieron de allí.

Con esas consideraciones, estos son los Super Poderosos de las ONG:

 

Usaid

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid por su sigla en inglés) no es una ONG sino una entidad estatal, pero es el financiador más importante de las ONG en Colombia. Con más de 100 millones de dólares ya gastados este año, aunque sus recursos se van reduciendo (en 2012 tuvo casi 200 millones de dólares), financia de manera directa e indirecta a decenas de ONG. Actualmente está enfocada en cuatro áreas, tres de ellas vinculadas al posconflicto: democracia, justicia y derechos humanos, consolidación, tierras y medios de vida y víctimas y poblaciones vulnerables.

Esa focalización de recursos hace que las ONG busquen proyectos en ellas, y de esa manera Usaid redefine tanto el equilibrio de poder entre las ONG como su capacidad de incidir. Ése es su gran poder - aunque es menos grande de lo que parece a primera vista porque buena parte de sus recursos los subcontrata con empresas privadas como Olgoonik Technical Services, Management Systems International o Chemonics, por que menos plata llega finalmente a las ONG.

Y Usaid no está sola. A través del National Endowment for Democracy (una entidad sin ánimo de lucro que recibe fondos del presupuesto de Estados Unidos como parte de lo que recibe la Usaid) también tiene proyectos en Colombia (incluyendo uno con La Silla Vacía y otros con la Fundación para la Libertad de Prensa, Transparencia por Colombia y la Corporación Cívica de Caldas, por ejemplo).

Además el National Democratic Institute (NDI), el International Republican institute (IRI), el American Center for Labor Solidarity (Acils) y el Center for International Private Enterprise (Cipe), que actúan de forma independiente, se financian con fondos de NED y tienen más proyectos en Colombia.

En total, la asistencia de Estados Unidos para Colombia en 2014 será de más de 320 millones de dólares, y Usaid representa ese poder de la financiación por la cooperación internacional, que aunque está de retirada, sigue siendo fundamental.

 

Monseñor Héctor Fabio Henao (Pastoral Social)

 

El Secretariado de Pastoral Social / Cáritas Colombia, es una entidad de la Iglesia Católica que articula su trabajo social y lo concentra en tres áreas. democracia y paz, desarrollo y justicia social y atención a crisis humanitarias. Mejor dicho, es la ONG de la Iglesia.

Con ese músculo financiero y presencia en casi todos los municipios del país, Pastoral Social tiene una fuerza que está más en las bases que en la opinión visible. Su red de contactos es enorme y en muchas ocasiones tiene contactos humanitarios con los actores del conflicto, interviene con fines humanitarios y además tiene un amplio rango de acción, pues hace desde campañas de concientización de derechos humanos hasta asistencia a víctimas del conflicto, pasando por un sistema de información sobre el desplazamiento.

Monseñor Héctor Fabio Henao está a la cabeza de Pastoral Social desde 1999, y lleva más de veinte años trabajando por la reconciliación, desde cuando en 1994 fue garante de un pacto de paz entre el gobierno y dos milicias en Medellín. Aunque no es tan visible como otros superpoderosos de las ONG, su voz es muy escuchada porque es de los pocos que tiene entrada entre todos los actores del conflicto. Es impulsor de la paz negociada y desde hace años ha defendido la necesidad de reparar a las víctimas del Estado, algo que luego aceptó el gobierno Santos.

 

Open Society Foundations

Esta fundación, que hasta 2011 se llamaba Open Society Institute, recibe financiamiento del multimillonario George Soros y busca promover valores democráticos y liberales. En América Latina financia proyectos de derechos y justicia, gobernabilidad democrática y reforma a las drogas.

En Colombia ha financiado estudios como los que adelanta el Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas (Cesed) que dirige Daniel Mejía Londoño en la Universidad de Los Andes sobre política antidrogas, ONG como Dejusticia la Fundación Ideas para la Paz, y medios como Verdad Abierta y La Silla Vacía, entre otros. También fue quien financió el reporte que hicieron los ex presidentes latinoamericanos César Gaviria, Ernesto Zedillo y Fernando Enrique Cardoso promoviendo una política antidrogas menos represiva.

Con esa amplia gama de aportes, OSF se ha convertido en un catalizador de procesos como el de la transformación de la visión de las drogas, y representa el poder de la filantropía internacional.

 

Fedesarrollo

La Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo - Fedesarrollo es el principal tanque de pensamiento económico del país por fuera de la academia. Existe hace más de 40 años, es muy respetado en los medios económicos y tiene en la puerta giratoria con el sector público una gran fortaleza para su capacidad de incidir. “Es una voz muy escuchada, respaldada por su trayectoria” dijo uno de los consultados.

De los 12 directores que ha tenido más de la mitad han sido Ministros de Hacienda, incluyendo a Mauricio Cárdenas, quien fue su director en dos ocasiones. También hay miembros de la Junta Directiva del Banco de la República -como su actual cabeza Leonardo Villar- y directores o subdirectores de Planeación Nacional. Y muchos de sus investigadores salen a trabajar en esas entidades, y algunos luego regresan.

El lado débil de la entidad ha sido, por lo menos en ocasiones, que las consultorías que hace pueden comprometer su independencia. Sin embargo, ha logrado equilibrar sus clientes y sus fuentes de financiamiento, lo que ha logrado mantener su credibilidad a pesar de ese riesgo.

 

Fundación Ford

Es una fundación filantrópica que existe desde 1936 y que lleva más de medio siglo en Colombia, donde ha participado en proyectos tan exitosos como apoyar el crecimiento de la Universidad de Los Andes o el nacimiento del ICA. Actualmente se enfoca especialmente en la lucha contra la discriminación, la promoción de diálogo social en temas mineros y el apoyo a las minorías. Está en la misma categorías de Open Society Foundations.

Entre sus beneficiarios en Colombia están Dejusticia, la Organización Nacional Indígena de Colombia, la organización afro Cimarrón y la Corporación Manos Visibles - además de las universidades de Los Andes y Nacional. En el pasado también financió al Cinep y a la Comisión Colombiana de Juristas, entre otros. Y apoya proyectos gubernamentales, como las Alianzas para la Prosperidad que lideró Fernando Carrillo en el Ministerio del Interior en el sector de la minería. (También financia a La Silla en su cubrimiento de temas mineros).

 

 

Rodrigo Uprimny y Dejusticia

Rodrigo Uprimny es la cabeza del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad Dejusticia, un tanque de pensamiento que existe hace una década y que rápidamente se ha posicionado como un referente en materia de justicia y derecho. Ha logrado captar grandes recursos de financiación internacional, empezar a convertirse en el primer centro de estudios jurídicos con incidencia internacional, formar nuevos investigadores, incidir en políticas públicas al tener entrada al Congreso y en las altas cortes insertarse en medios de comunicación (tienen un blog en La Silla Vacía, además de que varios de sus miembros tienen columnas en diferentes medios como El Espectador) e incluso en la rama judicial (Danilo Rojas, magistrado de la Sección Tercera del Consejo de Estado, fue uno de sus fundadores). También son claves en litigio estratégico (como demandas por el aborto, la adopción y la ley de cuotas) y hacen asesorías a entidades públicas, como al actual reforma a la Fiscalía.

Uprimny es su figura más visible. Sus columnas en El Espectador son citadas, sus intervenciones ante la Corte Constitucional (de donde fue magistrado auxiliar mucho tiempo) son materia de discusión en las salas de decisión y muchas veces resultan citadas en las sentencias. Quizás por eso uno de los directivos de ONG consultados dijo que él es su modelo a seguir. Representa el poder de la opinión ilustrada.

 

Gustavo Gallón y Human Rights Watch

Gallón fundó la Comisión Colombiana de Juristas en 1988, vinculada a la Comisión Internacional y la Comisión Andina de Juristas. Esa inserción en medios internacionales y su ejercicio pionero del litigio estratégico lo convirtieron en una de las figuras más importantes del mundo de los derechos humanos en Colombia. Además, Gallón fue de los primeros en lograr que su ONG fuera financiada por entidades internacionales como la Fundación Ford y la Unión Europea.

Entre sus múltiples logros están desde incidir en la Constitución de 1991 hasta la aprobación del protocolo II de los convenios de Ginebra, que regula el Derecho Internacional Humanitario. Más recientemente ha liderado demandas como la del Marco para la Paz, que tuvo al gobierno en alta tensión por sus efectos en las negociaciones de La Habana, o frente al fuero penal militar, la Ley de Inteligencia o la de Justicia y Paz.

Un aliado fundamental de Gallón, y que también es un super poderoso por derecho propio, es José Miguel Vivanco, el director de Human Rights Watch. Esa ONG es muy influyente en círculos internacionales y especialmente ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Su trabajo fue clave, por ejemplo, para revelar las relaciones entre agentes del Estado y grupos paramilitares.

A pesar de ese historial, la CCJ ha perdido algo de protagonismo en los últimos años, a medida que otras ONG han ido ganando espacios (y financiación). La actual crisis de cooperación internacional la ha afectado, pero Gustavo Gallón sigue siendo un referente y uno de los Super Poderosos de las ONG.

 

Luis Jorge Garay

Este economista, aunque no tiene una ONG, sí es muy influyente en ese mundo: su poder es el de las ideas. Ha sido, por ejemplo, fundamental para articular una visión de la captura del Estado por parte de redes de poder, una noción que no sólo guía la reforma de la Fiscalía sino que le ha dado nuevos bríos al discurso de muchas ONG. Sus estudios sobre la tenencia de tierras, por ejemplo, fueron un insumo clave para legitimar la ley de tierras de Santos (aunque haya criticado algunos de sus aspectos), y su posición crítica frente a la minería ha servido para reforzar los argumentos de otros críticos de esa ‘locomotora’. También ha tenido mucha incidencia como miembro de la comisión de seguimiento a la política pública sobre desplazamiento forzado, creada por la Corte Constitucional. Por eso, Garay es uno de los superpoderosos.

 

León Valencia

El antiguo director de Nuevo Arco Iris es un referente en el mundo de las ONG. Aunque ya no esté en esa corporación (que con su salida, más las de Claudia López y Ariel Ávila, se desdibujó) ya está empezando a andar su nueva ONG, llamada Fundación Paz y Reconciliación. Ya consiguió buena financiación para ella, lo que muestra su credibilidad.

A esa prestancia, ganada en buena medida por las investigaciones sobre parapolítica de Arco Iris y por el contrato que les dió el Ministerio del Interior para avalar candidatos en las ele ciones de 2011, Valencia le suma una importante presencia en medios: es columnista de Semana, invitado frecuente de Hora 20 y otros espacios de opinión, y además es uno de los cerebros detrás del portal las2orillas. Si con la nueva ONG logra recuperar el espacio que dejó vacío Arco Iris, tiene asegurada su permanencia en este top de superpodersos.

 

Alejandra Barrios

La directora y fundadora de la Misión de Observación Electoral  MOE, es una cara conocida en los medios, lo que representa la importancia que tiene en el mundo de las ONG: es el poder de la información. No en vano Semana la reconoció como uno de los 20 mejores líderes del país hace poco más de un mes.

El poder de Barrios está en que logra mantener buenas relaciones con sectores muy diversos y en que su misión, hacer veeduría electoral, no solo es muy necesaria sino que es taquillera entre la opinión. Como dijo uno de los consultados “su poder está en incidir en la opinión pública y no tanto en las políticas”. Eso se debe a que la ONG no tiene fortaleza académica, pero eso se ve compensado por su capacidad de hacer presencia en elecciones en muchos rincones del país, y por ende de hacer públicas las realidades políticas de ellos.

 
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