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Aunque el partido del candidato Germán Vargas no ha salido de la coalición santista, lo acusan de torpedear el proyecto clave para la reglamentación del Acuerdo.
Reforma política, nuevo round entre vargasllerismo y Gobierno
El presidente de la Cámara, Rodrigo Lara y el ministro del Interior, Guillermo Rivera.
La carta enviada anoche por el presidente de la Cámara, Rodrigo Lara, al ministro del Interior, Guillermo Rivera, para que revise algunos artículos de la reforma política porque cree que fueron hechos “a la medida” para favorecer al exministro liberal y precandidato presidencial Juan Fernando Cristo, es solo una de las diversas formas que, desde el Gobierno, creen que el congresista está torpedeando la reforma más importante del presidente Juan Manuel Santos que cursa actualmente en el Congreso.
La carta
La carta que mandó Lara como presidente de la Cámara pide que la resurrección del Tribunal de Aforados que propuso la semana pasada el Gobierno para enfrentar la corrupción dentro de la Rama Judicial vaya por Fast Track, pero no incluida en la reforma política como quiere el Gobierno.
Lara dice que la reforma “fue presentada por y para el doctor Juan Fernando Cristo”, exministro del Interior.
Según Lara, los artículos 3 y 4 de la reforma (que tienen que ver con que los movimientos políticos que demuestren tener 75 mil afiliados ante el Consejo Electoral tendrían personería jurídica, sin umbral, es decir sin demostrar votaciones superiores al 3 por ciento), fueron diseñados para “cumplir su deseo de ser Vicepresidente de un gobierno de coalición de partidos que él quisiera gestar”, y que Cristo sería el Vicepresidente del exgobernador Sergio Fajardo, dijo Lara hoy en RCN Radio y La W.
La teoría de Lara es que Cristo quiere hacer una alianza con varios movimientos que no tienen personería jurídica ahora, como el de Compromiso Ciudadano de Fajardo (de quien Lara dijo que le “tiene miedo a una consulta con Claudia López porque la perdería”), y que por eso, la reforma avala estas alianzas.
Según dos personas cercanas al exministro que hablaron con La Silla, la propuesta de Lara no tiene sentido.
No tiene sentido porque Cristo, si se decide, quiere ser el candidato del Partido Liberal y quisiera tener como aliados en una posible coalición por la paz a sectores que han apoyado el Acuerdo, como Clara López “y poco ha hablado con Fajardo”, según una de las fuentes.
A su turno, el ministro Rivera dijo hoy a medios que los artículos que dice Lara solo entrarán en vigencia hasta 2019; que no aplicarían para las elecciones presidenciales; y sobre todo, que las coaliciones entre los partidos y movimientos políticos ya están reglamentadas.
Por eso, en la mañana de hoy, en entrevista en RCN Radio, Rivera dijo que está “tentado a creer” que Lara está saboteando la reforma.
Lo dice no solo por la carta que le mandó.
Dentro del Gobierno y algunos congresistas de la Comisión Primera de la Cámara, donde la reforma completó hoy 9 sesiones, y un mes de trámite, hay molestia porque Lara, en su condición de Presidente, ha ordenado interrumpir las sesiones de comisión para iniciar la plenaria.
“Lo leal y decoroso es que se opusiera en el debate, no que impidiera el desarrollo del debate, convocando la plenaria a las 12 del día o 1 de la tarde. Normalmente las plenarias se convocan a las 4 de la tarde”, dijo Rivera.
De todos modos, Lara dijo que él actúa independientemente del Gobierno, y que éste se “malacostumbró a que la agenda del Congreso fuera impuesta” por la Casa de Nariño.
La costumbre es que los presidentes del Senado y la Cámara cuando pertenecen a la coalición oficial como Cambio Radical al ver que los debates en las comisiones donde están proyectos importantes para el Gobierno mueven los horarios del comienzo de las plenarias a conveniencia tras una llamada de los ministros o sus asesores, para evacuar el debate en las comisiones.
Con Lara el asunto ha sido diferente. Cita a las plenarias a la 1 de la tarde para debatir proyectos que, según Rivera, no tienen la misma importancia que la reforma.
”No estoy supeditado a las afugias del Gobierno”
“No estoy supeditado a las afugias del Gobierno. El gobierno está acostumbrado a citar la plenaria a las 10 de la mañana cuando le conviene”, dijo Lara, quien días atrás había calificado la reforma como una “vaca muerta en el camino del Fast Track”.
Precisamente hoy, luego del rifirrafe en medios, el presidente de la Comisión Primera de Cámara, Carlos Correa (de La U), le pidió a Lara mediante una carta que citara a las 4 de la tarde para sacar adelante la reforma. Lara no le hizo caso en principio, y citó para las 2 de la tarde. A 20 minutos de acabar la sesión y obligar a la reforma a otro debate mañana, accedió a que la Plenaria arrancara a las 4pm.
Aunque la semana pasada Lara sí movió los proyectos del Gobierno que estaban en trámite en la Cámara y envió a la Comisión Primera el informe que arranca el debate de la reglamentación de la JEP y en la Plenaria se aprobó en último debate la reforma constitucional que prohibía el paramilitarismo, en el Congreso comienzan a preguntarse si Lara está haciéndole el “mandado” a Vargas Lleras.
“Uno no es presidente de la Cámara para trabajarle al jefe”, nos dijo a su turno el ponente Germán Navas, del Polo, en referencia al candidato presidencial y jefe de Cambio Radical.
”Lo leal es que se oponga, no que detenga el debate”
Cambio Radical ya había mostrado su distancia frente a lo que tiene que ver con la JEP y su director había anunciado que se bajaban del bus de la reforma política.
Sin embargo, después de que el Gobierno apoyó la designación de Lara como Presidente de la Cámara respetando los acuerdos internos, y de que Santos le mantuviera a Cambio Radical los ministerios de Vivienda y Ambiente y le diera al charismo el ICBF, un bastión electoral que otros partidos más grandes como La U anhelaban, en el gobierno muchos pensaban que podían contar con el vargasllerismo para la reglamentación de la Reforma.
¿Qué hay detrás?
La Silla supo que en la reunión de la semana pasada en la que Vargas Lleras revisó con su bancada su estrategia de campaña preguntó “por el trámite de la reforma y si al fin sería aprobada”, como nos dijo uno de los presentes.
Otro senador, que nos pidió no revelar su nombre para evitar problemas con su partido, nos dijo que sí había una orden de Vargas de torpedear la reforma. Pero otro senador y dos representantes nos negaron esa versión.
”No intervenimos para no torpedear el debate”
“A nosotros no nos dan ese tipo de órdenes. No ha habido tropiezos, ni siquiera hemos intervenido precisamente para no torpedear el debate”, nos dijo el representante Jorge Rozo, quien propuso el archivo de la reforma.
A Vargas Lleras -como a todos los partidos santistas conformados por políticos tradicionales- les conviene hundir la reforma política porque la lista cerrada solo beneficia al Centro Democrático que tiene un caudillo y no barones electorales como Cambio; pero a él en particular, no le conviene que los movimientos significativos de ciudadanos como Compromiso Ciudadano de Fajardo o Progresistas de Petro puedan presentar listas al Congreso en alianza con otros partidos porque eso impulsaría a sus principales rivales para llegar a la segunda vuelta en la Presidencia.
Pero no es la única teoría.
Un alto funcionario del Gobierno nos dijo que la molestia de Lara era personal y no de Cambio porque Lara no fue nombrado como ponente de la reglamentación de la JEP, que quedó en manos del representante caldense Hernán Penagos, de La U.
Lara dice que ni lo uno, ni lo otro. “Yo soy muy autónomo. Yo no tengo puestos ni mermelada, me rige el interés superior a mi país”, nos dijo.
La reforma esta semana pasará a su segundo debate en la Plenaria de la Cámara, y mientras tanto, seguirá el tire y afloje entre el Gobierno y, al menos por ahora, algunos de los miembros del vargasllerismo, que todavía no se sale de la coalición santista.
