El nuevo magistrado Carlos Bernal, ternado por Santos, fue clave para la derrota del Gobierno. Ya había dejado entrever su posición.
Soldado advertido murió en batalla
La decisión de la Corte Constitucional de limitar fuertemente el mecanismo del fast track tomó por sorpresa al Gobierno ayer porque contaba con el voto del nuevo magistrado ternado por el presidente Juan Manuel Santos, Carlos Bernal Pulido. Sin embargo, Bernal, que fue clave para armar la mayoría que lo decidió, ya había dejado claro que llegado el caso votaría como lo hizo ayer.
En la audiencia de los seis ternados ante la Corte del pasado 2 de mayo, el senador uribista Iván Duque (que fue el que instauró la demanda que falló la Corte) le preguntó a Bernal: “¿Se puede en función del derecho a la paz entrar en negociación de aspectos axiales de la Constitución como ha venido ocurriendo? y ¿cuáles son los ejes axiales de la constitución?”.
Eso, traducido al lenguaje constitucionalista, equivalía a preguntarle si creía en la teoría de la sustitución, cuándo la aplicaría y si las normas que aplican el Acuerdo podrían violarlo.
Bernal respondió citando unos artículos suyos que dicen que el constitucionalismo transicional en Colombia (el que aplica para cerrar el conflicto con las Farc), no es ilimitado pero tampoco excesivamente rígido.
“Nuestro modelo de transición (...) genera un dilema que yo he llamado el dilema del constitucionalismo transicional, que consiste en que si se quieren lograr los objetivos de una transición de una manera desproporcionada se sustituye la constitución, se desnaturaliza la constitución ”, dijo “ desde luego la Corte Constitucional tiene que ser especialmente prudente y cuidadosa para examinar los aspectos de implementación que surjan en este proceso de constitucionalismo transicional pero siempre con la idea de que la constitución no puede desnaturalizarse.”
Es decir, que Bernal sí creía que se aplicaba la teoría de la sustitución en este caso. Y, para responder cuándo aplicaría, dijo “los ejes axiales de la constitución son el Estado de Derecho, la democracia deliberativa y la separación de poderes y el respecto a los derechos fundamentales.”
Justamente la decisión de ayer aplica la teoría de la sustitución porque las obligaciones de que el Congreso vote en bloque y no artículo por artículo los proyectos que pasen por fast track, así como la de tener un visto bueno del gobierno para cambiarlos, violaba la separación de poderes.
Bernal, en su primera sala plena como magistrado, argumentó justamente eso con una “solvencia maravillosa” según un magistrado. Y así ayudó a que los dos magistrados encargados, el liberal Iván Escrucería y el conservador José Antonio Cepeda, armaran una mayoría con él, Luis Guillermo Guerrero y Gloria Stella Ortiz.
Por eso la decisión de ayer es menos sorprendente de lo que parece. Lo sorprendente es que el Gobierno y la coalición oficial lo hubieran escogido a pesar de eso.