Los liberales van a octubre con un todo vale recargado de uribismo

Silla Sur

Los expresidentes César Gaviria y Álvaro Uribe hace unos años.

Aunque ha sido un claro defensor del Acuerdo, se aliaron incluso con sus principales críticos.

Con el tablero de los candidatos para octubre claro, el Partido Liberal saldrá a las urnas a mantener el poder que ganó en 2015, endosar la segunda votación más grande al Congreso en 2018 y aumentar su poder con una estrategia de ‘todo vale’ recargada. 

Esto porque para las 32 gobernaciones y capitales (incluída Bogotá), avalaron candidatos que provienen de casas políticas cuestionadas e incluso encabezadas por políticos condenados penalmente, algo que ha sido usual en el pasado. La última palabra en la entrega de esos avales, aunque no de todos, la tiene el expresidente y jefe del liberalismo César Gaviria Trujillo. 

Ese todo vale lo repotenciaron con alianzas que llegan incluso a unirse al uribismo a pesar de que han sido rivales desde hace más de 15 años en lo nacional, recientemente y de forma visible por sus posturas opuestas frente al Acuerdo con las Farc. 

Eso muestra que en estas elecciones para el tradicional partido la opinión será secundaria, y que no siempre exige la fidelidad a sus principios que demandó de sus precandidatos en 2017, cuando la exfiscal y exsenadora liberal Viviane Morales se salió tras negarse a firmar un manifiesto de apoyo al proceso de paz y a los derechos de las minorías sexuales.

En llave con Uribe

El liberalismo está aliado con el Centro Democrático para cinco gobernaciones (Atlántico, Caldas, Magdalena, San Andrés y Santander) y las alcaldías de Barranquilla, Bogotá, Manizales y Bucaramanga.  

Quizás la coincidencia más sonada fue el coaval a la charista Elsa Noguera, que viene de Cambio Radical y con todos esos apoyos es una candidata superpoderosa que difícilmente será derrotada. 

Eso es la aceptación de una realidad que esconde una derrota, pues tienen esa Gobernación desde hace 11 años, con dos períodos del actual gobernante, Eduardo Verano de la Rosa, y uno entre ellos de José Antonio Segebre. Aunque también avalarán a Jaime Pumarejo a la alcaldía de Barranquilla en la misma alianza, su apoyo es nominal pues el charismo es el dueño y señor de la movida. 

Pero la alianza más directa con el uribismo está en Caldas, donde apoyan para la Gobernación al uribista Camilo Gaviria, también superpoderoso. 

En este caso, la relación es más horizontal pues la contraprestación es que el uribismo, que tiene fuerza en la opinión en Caldas (Iván Duque tuvo el 43 por ciento de los votos en primera vuelta y el Centro Democrático fue la tercera fuerza a Congreso), apoyará a la Alcaldía de Manizales al liberal Jorge Hernán Mesa, del grupo político del senador liberal Mario Castaño y del alcalde actual Octavio Cardona.

El caso más extremo de incongruencia ideológica está en Santander, donde apoyarán a la Gobernación a Ángela Hernández, diputada de La U que es fuerte crítica del Acuerdo y tiene posiciones homofóbicas muy sonadas y muy distantes a la tradición y los principios liberales, que no pasaría el test del manifiesto liberal de 2017.

De nuevo, eso se logra a cambio de que los uribistas apoyen una candidata liberal (aunque avalada por firmas) a la alcaldía. Se trata de Claudia Lucero López quien, como contó La Silla Santandereana, es tía del gobernador liberal Didier Tavera y esposa del senador rojo Miguel Angel Pinto, quien fue clave para concretar el apoyo del uribismo a esa candidatura. 

Los otros casos son más coincidencias alrededor de un candidato ajeno tanto al uribismo como al liberalismo, aunque muestra también la flexibilidad o el pragmatismo.

Por ejemplo, para la Gobernación de Magdalena los dos apoyan al exgobernador vargasllerista Luis Miguel “El Mello” Cotes, después de que en 2015 los dos se opusieron a la candidata del Mello, la actual gobernadora Rosa Cotes. 

Encima, Cotes está imputado por el delito de contrato sin cumplimiento de requisitos legales, por supuestamente haber ayudado a direccionar la licitación del chance en 2012 a una empresa de la criminal Enilse López ‘La Gata’, lo que recuerda que el todo vale es hasta con candidatos cuestionados  (igual que por el lado del uribismo). 

En San Andrés el apoyo llega a un viejo rival liberal, otra prueba del todo vale.

Se trata de Nicolás Gallardo quien, como contó La Silla Caribe, es sobrino del excongresista Julio Gallardo, imputado por cohecho en el caso del ‘Cartel de la Toga.’ Gallardo fue cabeza de un grupo de origen conservador, llamado 'Movimiento de Integración Regional, que por décadas disputó el poder con los liberales, pero ahora la representante roja Elizabeth Jay-Pang y el partido lo apoyan.

Finalmente, en Bogotá avalaron al secretario de Gobierno de Enrique Peñalosa, Miguel Uribe quien aunque se presentó por firmas es de origen liberal (es nieto del expresidente Julio César Turbay y fue concejal liberal entre 2011 y 2015) y ha defendido el Acuerdo incluso ahora después de recibir el aval del uribismo.

En este caso, el liberalismo llegó mucho antes y el todo vale es más bien del lado uribista, aunque los rojos no han rechazado el apoyo a quien fue antes su candidato.

En todo caso, esas alianzas son más una prueba del todo vale que la principal apuesta liberal.

La apuesta liberal para crecer

El Partido Liberal, en cabeza de su jefe, el expresidente César Gaviria y congresistas, entregó más de 13 mil avales en todo el país para gobernaciones, asambleas, alcaldías, concejos y juntas de acción local. 

Su apuesta es amplia. Tiene candidatos propios o en alianza a 860 de las 1.122 alcaldías,  lista a la asamblea en 31 departamentos (solo está ausente en La Guajira ) y 960 listas a concejos.

En 2015 avaló a 27 candidatos a la Gobernación, de los que ganaron 15, 11 de ellos liberales de origen y los otros cinco con otros orígenes; para alcaldías de capitales avalaron 23 candidatos, 22 de ellos propios, pero sólo ganaron 5. 

Este año, en cambio, avalaron 30 candidatos a la Gobernación; irán totalmente solos en 4 departamentos y en otros 14 los candidatos son inicialmente liberales. 12 más son de otros partidos y ellos solo los apoyan.

Para alcaldías tienen 22 candidatos, incluyendo 8 sin apoyo de otros partidos y 5 liberales con apoyos diversos; por lo que apoyan 9 de otros orígenes.

Esos datos muestran que el liberalismo es  fuerte en regiones pero necesita de alianzas para poder reforzar su presencia en capitales de departamentos, en donde ha ido perdiendo fuerza a medida que crecen fuerzas más de opinión, muchas veces por fuera o más allá de los partidos.

Así que con  la ideología menos clara muestran las alianzas con el uribismo, y  apoyos a decenas de casas y políticos cuestionados.

Los lunares

El partido apoya candidatos que vienen de casas políticas cuestionadas o encabezadas por condenados, como se ve en por lo menos ocho candidatos a Gobernaciones. 

  • En Caquetá irán con el diputado liberal César Torres, heredero de la estructura política de Álvaro Pacheco, gobernador liberal condenado en junio por la Corte Suprema por parapolítica.  

  • En Bolívar coavalaron al conservador Vicente Blel Scaff,  hijo del parapolítico Vicente Blel. Eso en parte por el apoyo del hoy presidente del Senado, el liberal Lidio García Turbay. 

  • En el Cesar apoyarán al candidato de la cuestionada casa Gnecco, el exgobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco, quien enfrenta un juicio por el delito de corrupción al sufragante. La madre de Monsalvo y matrona del clan, Cielo Gnecco Cerchar, es hermana de Jorge Gnecco, asesinado por Jorge 40 y quien tuvo señalamientos por narcotráfico y paramilitarismo, y del exgobernador Lucas Gnecco, condenado por constreñimiento electoral y celebración indebida de contratos. 

  • En Córdoba tendrán al exdiputado liberal Orlando Benitez, de la cuerda del senador liberal Fabio Amín. Además del apoyo del grupo liberal del parapolítico Juan Manuel ‘Juancho’ López, tienen el respaldo de la estructura política del detenido exsenador Musa Besaile, inhabilitado de por vida por haber pagado a jueces para que congelaran las investigaciones en su contra por parapolítica y quien ha buscado someterse a la JEP.

  • En Risaralda, apoyarán al candidato conservador Diego Naranjo, de la cuerda de la casa Merheg cuya cabeza, el exsenador Habib Merheg, estuvo prófugo de la justicia, es investigado por parapolítica y por concierto para delinquir y  está tratando de aterrizar en la JEP. 

  • Por el lado del Chocó avalaron a Ariel Palacios, de la cuerda del representante liberal Nilton Córdoba, quien tiene cinco investigaciones abiertas en la Corte Suprema y una de ellas por el “Cartel de la Toga”. 

  • Por último, su candidato a la alcaldía de Sincelejo, el exsenador charista liberal,  Mario Fernández, según El Espectador tiene una investigación preliminar. 

Eso se repite en alcaldías, donde el trofeo se lo lleva el candidato José Ramiro Bermúdez en Riohacha. Bermúdez es el candidato del exgobernador Francisco ‘Kiko’ Gómez, condenado por asesinato.

Eso datos muestran a un partido tradicional que mantiene poder en las regiones, en parte  gracias a que en muchas de ellas busca alianzas con más pragmatismo que líneas ideológicas claras y por eso puede terminar aliado de los opositores verdes, como pasa en Boyacá o Antioquia, o del uribismo.

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