Arrancó la carrera por uno de los puestos de más poder del Estado, que estará determinada por el ajedrez del Congreso y en la que ya se ven involucradas posibles aspiraciones presidenciales.
Puja por Procuraduría pondrá a prueba coalición de Duque y ambienta 2022
En dos días, es decir, el 14 de junio, el Consejo de Estado abrirá la convocatoria para elegir a su candidato a la Procuraduría, según confirmó La Silla Vacía. El tribunal elige una de las tres plazas de la terna, conformada además por un candidato de la Presidencia y otro de la Corte Suprema, que llegará al Senado para que en octubre la plenaria elija el reemplazo de Fernando Carrillo.
Este será el banderazo inicial de la puja por uno de los cargos más importantes y con más poder del Estado, cuya carrera le medirá el aceite a la recién integrada coalición del presidente Iván Duque en el Congreso, que empezó con pie derecho con la evaluación general de la emergencia económica que decretó el Gobierno para atender la emergencia del Covid, como contamos.
También, de paso, empezará a calentar los motores de la campaña presidencial de 2022.
Ya hay gente moviéndose, en un lobby que en tiempos de Covid será más virtual, y nombres sonando.
Entre rumores de 2022 y candidatos ‘matraca’
Según el cronograma del Consejo de Estado que conoció La Silla, la idea del tribunal es que el 12 de agosto, o sea en dos meses, nombre a su ternado ante el Senado.
Llenar esa plaza es tan codiciado que las 16 fuentes conocedoras consultadas para esta historia, entre congresistas de cinco partidos y funcionarios de las altas cortes y del Gobierno, nos mencionaron una veintena de nombres de posibles.
Unos simplemente suenan, otros ya están destapando sus cartas moviéndose con magistrados o el Gobierno y los congresistas, y poniendo a sonar sus nombres en medios. Hay varios que son "candidatos 'matraca' que suenan para todo", como nos dijo un veterano congresista.
El lobby esta vez será por chat o llamadas, y no cafés o cenas como era la costumbre; un asunto que, al decir de un Senador, hará más difícil que se puedan adquirir compromisos burocráticos porque “todas esas reuniones virtuales quedan grabadas”.
Entre varios de los que se mueven en serio en el Consejo de Estado hay aliados de posibles aspirantes presidenciales para 2022, lo que anticipa que la carrera por la Procuraduría va a empezar a medir cargas rumbo a la Presidencia.
La primera muestra de eso es que uno de los nombres más repetidos por los consultados, que efectivamente se está moviendo, es el del abogado y exministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, una de las manos derechas del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, de quien en su propia bancada no descartan que repita su nombre a presidenciales luego de la debacle de 2018.
Actualmente, Henao es el gerente ejecutivo de un centro de investigación de cáncer de la fundación Sarmiento Angulo, uno de los grupos económicos más poderosos del país.
Según nos dijeron por aparte tres congresistas de Cambio Radical, el exministro arrancó su aspiración para el cupo del Consejo de Estado a finales de febrero y así lo habría dicho a varios senadores. “Luis Felipe sí quiere (estar en la terna) y lo ha hecho bien”, nos dijo uno de ellos, de la línea vargasllerista. Otros dos, charistas, aseguraron lo mismo.
Si bien ni Vargas Lleras ni la bancada han hablado aún del tema de manera formal en sus últimas reuniones virtuales, para los tres consultados, una eventual candidatura de Henao dejaría en evidencia la intención del exvicepresidente de querer volver a buscar poder con un Procurador aliado. Sin embargo, aclaran que ese aún es un escenario todavía lejano, pues faltaría el trecho de que su carta sea ternada.
Henao no respondió a nuestra solicitud de una entrevista para saber de primera mano sus aspiraciones.
Pero él no es el único posible aspirante con línea directa a un presidenciable.
Entre los que están haciendo lobby en el Consejo de Estado nos mencionaron también al actual viceprocurador Juan Carlos Cortés, de quien puntualmente nos hablaron por aparte una alta fuente del tribunal, otra de la Procuraduría y dos congresistas.
Cortés es abogado y entre 2013 y 2015 fue viceministro de Trabajo del liberal Rafael Pardo y luego del exalcalde Luis Eduardo Garzón. “No es un liberal de bancada, pero sí es reconocido como miembro del partido”, nos dijo un directivo rojo.
Tres de las fuentes conocedoras nos dieron la misma versión, que aún es muy temprano para confirmar a ciencia cierta, de que el Viceprocurador sería la ficha de su jefe, el actual procurador Fernando Carrillo, también del Partido Liberal.
La Procuraduría de Carrillo, -a la par que la Contraloría General de Felipe Córdoba y la Fiscalía General de Francisco Barbosa- ha tomado especial relevancia haciendo control al manejo de la plata gastada para atender la pandemia.
Ese protagonismo ha impulsado los rumores, que en los corrillos políticos se vienen comentando hace rato, e incluso han sido mencionados en medios; sobre una posible candidatura presidencial del Procurador cuando salga del cargo.
Hasta el propio presidente Duque se lo insinuó a Carrillo a fines del año pasado en un evento en el que se tiraron pullas y el mandatario, tras recibir críticas del Procurador, le dijo al jefe del Ministerio Público que ese “no era espacio para candidaturas emergentes” ni para “vanidades presidenciales”.
(En cualquier caso, una posible candidatura de Carrillo estaría determinada por la reforma judicial que el Gobierno Duque planea radicar en el Congreso y que contiene una inhabilidad para que los jefes de las ías no se lancen a cargos de elección popular una vez salgan de los mismos).
Una alta fuente de la Procuraduría que conoce al Viceprocurador, pero pidió no ser citada, nos aseguró también que él está interesado en una candidatura, y que definirá si la concreta o no en las próximas dos semanas. Negó, además, que el Procurador Carrillo esté haciendo lobby a favor de su subalterno.
Un tercer nombre de peso, mencionado como aspirante a ser ternado por el alto tribunal por todos los consultados para esta historia, es el secretario del Senado, Gregorio Eljach Pacheco, uno de los funcionarios más poderosos del Congreso.
Eljach lleva ocho años en el cargo -llegó ahí por La U, del que es cercano-, en el que desempeña funciones como designar oficinas a los congresistas, manejar el orden del día en las plenarias y responder las demandas de pérdida de investidura de los senadores en el Consejo de Estado.
Justamente por ahí conoce y es conocido de los magistrados.
Lo consultamos y nos dijo que solo el 14 de junio, que se abra la convocatoria en el alto tribunal, definirá si inscribe su nombre, algo que dan por hecho los 10 congresistas con los que hablamos, que destacan que a Eljach se lo han pedido y él tiene ganas de dar el salto.
El sonajero también se escucha por los lados de los otros entes que ponen los candidatos de la terna.
En la Corte Suprema cinco fuentes nos repitieron los nombres del exministro de Justicia y exmagistrado Enrique Gil Botero; del exmagistrado de la Corte Constitucional, Humberto Sierra Porto, quien fue magistrado de la Corte IDH; del exmagistrado del Consejo de Estado, Alberto Yepes, quien es cercano a la Corte porque es amigo del presidente de la Sala Penal, Eyder Patiño; y del exmagistrado de la Judicatura, Wilson Ruiz, quien nos dijo que no ha tomado una decisión aún.
En Presidencia, dos altos funcionarios coinciden en asegurar que hasta ahora Duque ha barajado al menos cinco nombres: los de la ministra de Justicia, Margarita Cabello, cercana a las cortes porque fue presidenta de la Corte Suprema y procuradora delegada; y además a clanes políticos del Caribe como los Char, los Gerlein y Name de Barranquilla -lo que le daría una entrada con los senadores de esas casas-; el de la exmagistrada conservadora María Mercedes López, actual subdirectora encargada del Icbf.
El del director de Colombia Compra Eficiente, José O’meara; el del ministro de Deporte, Ernesto Lucena, ambos cercanos al Presidente; y el del embajador en Países Bajos y excandidato a la Corte Constitucional Álvaro Motta, identificado por las fuentes como cercano al contralor Felipe Córdoba.
Dos congresistas cercanos a la Ministra Cabello nos dijeron, por aparte, que supuestamente ella sí ha manifestado interés por integrar la terna, pero igual estos meses que viene tiene pendiente sacar adelante la reforma judicial en la que lleva trabajando por meses.
En cualquier caso, no es seguro que ni Cabello ni quien quiera ponga el Presidente en la terna sea el elegido de los senadores.
Ahí, precisamente, es donde se verá qué tan fuerte es la coalición de Duque y si, efectivamente, logró alinear a su bancada -Centro Democrático, Conservador, cristianos y los recién llegados Cambio Radical y La U porque tienen ministerios-, luego de llevar casi la mitad de su periodo tropezando en el Legislativo.
El ajedrez de la coalición
“El Presidente tiene una coalición que es sólida, lo que pasa es que no es suficiente, no es que se vaya a romper. Esa coalición necesita o de Cambio Radical o del Partido Liberal”, nos dijo el analista Héctor Riveros.
Y es que el número mágico para las elecciones venideras en Senado -habrá otra este semestre, menos mediática, que es un puesto en la Corte Constitucional de terna del Consejo de Estado- es de 70, una mayoría holgada sobre los 108 congresistas actuales en esa corporación. Y el Gobierno no tiene una coalición tan grande.
La bancada uribista inicial es de 39 senadores: 19 del Centro Democrático; 14 conservadores; y seis de Colombia Justa y Mira. Con los cambios en el gabinete que hizo el presidente Duque a inicios de año para acercar a Cambio Radical (16 senadores) vía el MinSalud y a La U (14 senadores), vía el MinTrabajo, no tendría 70 senadores alineados con el primer mandatario, sino 69.
Es decir, la coalición está al ras. “No hay bancada gobiernista, siempre estamos nosotros y puede que haya una gente cercana al Gobierno, y con esos puede haber un trabajo organizado”, nos dijo un senador uribista cercano al primer mandatario.
“Es una muestra total (de fuerza de la coalición)”, nos dijo el senador conservador Juan Diego Gómez; “Es factible que ahí (en la votación) mostremos un poder real”, dijo a su turno el uribista Jhon Harold Suárez.
Pero tener a Cambio y La U votando en bancada es todo un reto.
Cambio Radical porque, como hemos contado, ahí hay una división entre vargaslleristas y charistas que no garantiza una votación unificada, menos aún si, por ejemplo, Henao, que sería de Vargas, llega a la terna y no hay acuerdo con los Char.
Y en La U el reto viene por partida doble: por un lado porque senadores como Roy Barreras y Armando Benedetti son abiertos opositores al Gobierno, por lo que de entrada no está garantizada una votación cohesionada; y por el otro porque hay senadores que ya hacen puja por otra ía, menos visible políticamente, pero que es clave para la colectividad: la Defensoría del Pueblo.
Según la norma, el Presidente deberá presentar la terna de aspirantes a la Defensoría a la Cámara, que elige al Defensor, dentro de los 15 días siguientes a que inicie la próxima legislatura, el 20 de julio; es decir, a mediados de agosto.
En La U consideran como propia esa entidad desde hace cuatro años cuando fue elegido el actual defensor, Carlos Negret, que venía de ser secretario general de la colectividad. Por lo que en la bancada de congresistas esperan una reunión con el presidente del partido, Aurelio Iragorri, para definir su postura.
Según tres senadores de ese partido, esperan incidir en la terna del Presidente. “Todo depende de si el Presidente nos respeta la Defensoría del Pueblo, eso es lo único que se ha hablado”, nos dijo al respecto un Senador indagado sobre su postura frente a las siguientes votaciones y su relación con el Gobierno.
Por los lados de Palacio, un funcionario y un congresista por aparte nos aseguraron que entre los candidatos del Presidente está la actual consejera de derechos humanos, Nancy Patricia Gutiérrez, que no es de La U, sino una uribista de primera línea.