Manuel Santiago Mejía prende la carrera azul en Antioquia

Silla Paisa

Inscripción de Juan Camilo Restrepo Gómez como precandidato conservador a la Gobernación de Antioquia.

Juan Camilo Restrepo Gómez, presidente de la Asociación de Bananeros de Colombia, se inscribió para la Gobernación por el Partido Conservador con el impulso del cacao.

El primer inscrito para que los godos peleen la Gobernación de Antioquia es Juan Camilo Restrepo Gómez, presidente de la Asociación de Bananeros de Colombia y político con varios tintes partidistas.

Con esa carta, el partido azul le comienza a apostar a que ningún partido se lleve su fuerza en octubre, y más bien reunir varios sectores políticos a su alrededor.

Seis fuentes que conocen la movida, incluyendo el mismo Restrepo, coincidieron en en que detrás de esa posible candidatura está el cacao Manuel Santiago Mejía, cabeza de la familia dueña de Corbeta (que reúne los almacenes Ktronix y Alkosto, los electrodomésticos Kalley y las motos AKT), uno de los grupos empresariales más importantes de Antioquia y del país.

Ese apoyo es importante porque, como hemos contado, Mejía fue el cacao que pegó la coalición de la derecha para la consulta de marzo del 2018, y es muy cercano, desde hace años, a la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez.

La primera ficha azul tiene otros colores

Restrepo, abogado especializado en impuestos, nos dijo que quiere lanzarse por el Partido Conservador porque su papá fue líder azul en el municipio, tradicionalmente godo, de Santa Rosa de Osos.

Pero ha tenido varios tintes a lo largo de su carrera.

Como heredero de su padre, empezó su carrera política en el conservatismo antioqueño, en el grupo del exsenador Manuel Ramiro Velásquez y el concejal de Medellín Carlos Alberto Zuluaga, conocido como Progresismo Democrático.

Zuluaga le presentó a Sergio Fajardo, y Restrepo se quedó con él, lo acompañó en su aspiración a la Alcaldía de Medellín en 2003 como asistente de campaña y, cuando ganó, fue su asesor de despacho entre 2004 y 2005.

Ese año renunció para meterse al Partido de La U, que le dio el aval para lanzarse a la Cámara de representantes en 2006, sin éxito electoral, pero con la ventaja de que se hizo muy cercano a Juan Manuel Santos, quien ayudó a crear ese partido para defender las banderas del entonces presidente Álvaro Uribe.

Santos se lo llevó ese mismo año como su asesor legislativo en el Ministerio de Defensa, y luego fue director del Consultorio Jurídico de la Corporación Universitaria de Ciencia y Desarrollo, Uniciencia.

Volvió a la política para hacerle a Juan Manuel Santos a la Presidencia en 2009 y lanzarse de nuevo a la Cámara por La U.

Aunque se volvió a quemar con 9 mil votos, cayó parado como secretario de su partido y en 2012, Santos se lo llevó como viceministro de Participación de Igualdad de Derechos en el Ministerio de Interior, cuando llegó el hoy Procurador, Fernando Carrillo, y como ficha de La U; en 2014 renunció para irse a liderar Augura, gremio muy poderoso en Uraaá, y un mes después Santos lo nombró como su representante en la junta directiva de Corpourabá.

Con esa trayectoria, el precandidato recién inscrito saca pecho. Dice que puede juntar varios sectores políticos más allá del conservatismo y el santismo. “Tengo muy buena relación con Fajardo, también tengo admiración por el doctor Álvaro Uribe. La verdad, podemos unir al departamento”, dijo a La Silla Paisa.

La idea de los godos y del cacao Mejía, en un principio, es tener una carta propia para no agachar la cabeza frente a otros partidos y candidatos, para buscar una consulta interpartidista. En eso coincidieron un congresista y dos dirigentes locales con los que hablamos.

Los godos quieren jugar solos por ahora

Con esa intención de tener un caballo ganador propio que reúna otras fuerzas, Manuel Santiago Mejía y el exsecretario del Partido en Antioquia, Martín Ospina, han estado conversando con dirigentes gremiales y congresistas conservadores desde diciembre.

Ospina, quien gerenció la campaña de Marta Lucía Ramírez en Antioquia para la Presidencia, lo explica así: “Queremos enfrentarnos elegantemente contra Andrés Guerra, el de Uribe; y Mauricio Tobón, el de Luis Pérez. Desde hace 15 años no tenemos un candidato fuerte para ganar”. Esos dos precandidatos, los únicos que hasta ahora suenan para la Gobernación, podrían ser con quienes se mida el candidato consevador en consulta.

También cree que por llevar casi cinco años trabajando en Urabá, Restrepo puede sumar aliados bananeros, aunque buena parte de ellos tengan orígenes liberales y otros sean uribistas.

A la iniciativa de Mejía se unió el grupo del barón de Itagüí, el senador Carlos Andrés Trujillo, como quedó demostrado en la inscripción oficial de Restrepo ayer, que coincidió con la posesión del nuevo director del Partido Conservador, Omar Yepes Alzate.

Aunque buscamos a Trujillo para preguntarle detalles sobre la precandidatura de Restrepo, hasta el cierre de esta historia no nos había contestado.

Pero un dirigente de su cuerda le dijo a La Silla que el senador se la juega por Restrepo por ahora, porque no quiere mostrar débil al partido.

“No queremos hacer acuerdos migajosos con otros candidatos”, nos dijo, y recordó que hace cuatro años terminaron apoyando a Luis Pérez, de origen liberal.

En otras palabras lo explica Carlos Alberto Zuluaga, el concejal de Medellín con quien el precandidato empezó a hacer política hace 15 años: “Lo importante es que el partido tenga hoy avales fuertes, no para negociar. Que el partido levante pecho, porque últimamente viene de tumbo en tumbo”.

Algo parecido nos dijo el representante Germán Blanco, aliado de los Suárez Mira y quien si bien dice que aún no se la juega por nadie porque la carrera electoral está arrancando, ve con respeto la aspiración de Restrepo porque “el Partido Conservador debe tener candidatos propios”.

Intentamos hablar con Manuel Santiago Mejía para esta historia, pero para el momento de su cierre no nos había respondido.

En todo caso, ha liderado la primera apuesta para que los godos paisas se coticen y se defina si pueden llegar a ser cabeza de una coalición o si se los traga el uribismo, como pasó en la Presidencia.

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