El efecto boomerang de la encuesta del condenado Ramiro Suárez

Silla Santandereana

Martha María Reyes, Ramiro Suárez Corzo y Jorge Acevedo.

Los resultados no fueron definitivos en la definición del candidato único y tienen partido el grupo en dos partes. 

Aunque en el último mes se armó un revuelo en la Cúcuta política por la encuesta con la que el grupo del condenado Ramiro Suárez planeaba definir candidato a la Alcaldía para las locales de octubre, al final la apuesta se aguó y terminó jugándoles en contra.

Además de que se convirtió en un tiro al aire porque, por lo que se ve hasta ahora, los resultados no se usarán para que se alinee toda la estructura en torno a un nombre, sirvió para encender una puja interna que tiene al grupo partido en dos bandos.

Mientras que el condenado exalcalde quiere que su grupo se mueva en torno a Jorge Acevedo, con quien cree que podría atraer más votos; varios de los alfiles que han sido sus brazos en Cúcuta siguen presionando para que la opción sea Martha María Reyes.

La ruptura interna

Como contó La Silla, desde que arrancó el año el grupo del condenado Ramiro Suárez tomó la decisión de elegir candidato propio vía una encuesta interna. 

 

La razón estuvo en que aunque desde muy temprano se supo que Martha María Reyes, una de las manos derechas de Suárez, sería la candidata de ese sector, en la cárcel Suárez le empezó a temer a la posibilidad de que no le alcanzara la maquinaria de la Alcaldía -comandada por César Rojas- para poner sucesor.

Esa idea empezó a tomar forma debido a que tras las legislativas y las presidenciales de ese año, quedó claro que el condenado exmandatario no tenía tanta fuerza como decía y por esa razón solo eligió a un representante -Jairo Cristo con el aval de Cambio Radical- e incumplió varios de los compromisos a los que llegó con los demás congresistas.

La posibilidad terminó de cuajarse el año pasado cuando Jorge Acevedo, quien venía de quemarse en las legislativas (ya había perdido en 2014 en su primer intento por llegar a la Cámara y en 2015 como candidato a la Alcaldía de Cúcuta) , lo visitó en La Picota y le dijo que quería su apoyo para octubre de este año. 

Algo que le sonó a Suárez porque con él le abría la puerta a una tercería que le podría sumar votos en los sectores en los que no tiene respaldo, o en los que ha perdido seguidores debido a las promesas incumplidas de la administración de Rojas.

(Los votos de Acevedo son propios y en todas las veces que se ha lanzado ha terminado de segundo y con poco margen de diferencia sobre el ganador.)

Aún así la idea de la encuesta no logró calar a fondo dentro de los líderes de la estructura del condenado Ramiro, incluido el alcalde César Rojas.

La razón de fondo está en que, como hemos contado, ni Rojas ni las cabezas del grupo sienten que tendrán garantías si el siguiente mandato queda en manos de Acevedo por dos motivos en particular. 

El primero, que todos parten de que llegará a cumplir compromisos de las campañas en las que se quemó y no les van a dejar espacio; y  el segundo, que tiene que ver con que por no venir de las entrañas del grupo sienten que no hay garantía para que los acuerdos se cumplan. 

Por eso es que desde que se empezó a acercar la fecha de la encuesta, desde ese sector se empezaron a mover con miras a catapultar a Reyes.

De ahí es que nace la citación de Rojas a toda la cúpula de la maquinaria en el Club del Comercio para darle directrices y tratar de desmontar la opciones de Acevedo internamente.

Sin embargo, una vez se filtró la alineada comandada por Rojas, Suárez desde La Picota dio la orden de seguir con la precampaña y someterse a las reglas de la encuesta con Acevedo, que fue lo que en efecto pasó.

“Ramiro tiene en la cabeza que va a perder si no suma con sectores de otros lados”, dijo a La Silla una de esas fuentes. “Ramiro tiene en la cabeza que William puede apoyar a Acevedo y que con él aumentan sus posibilidades de mantenerse”.

Que eso último suceda no es tan claro por ahora porque para garantizar el apoyo a Silvano Serrano para sucederlo en la Gobernación, William Villamizar no ha tomado partido para la Alcaldía de Cúcuta.

Más allá de eso, el problema de fondo en el grupo de Suárez es que es con la división y la resistencia que genera Acevedo, que incluso, como contó La Opinión, resultó en peleas dentro de las avanzadas de los precandidatos, se desdibujó la idea de que la encuesta fuera el derrotero para definir un candidato único.

Acevedo ganó, pero el nuevo acuerdo fue no decirlo

Los resultados de la encuesta que fue pagada por grupo del condenado Ramiro fueron entregados por Yanhass la semana pasada. 

Dos fuentes, una del sector de Acevedo y otra del de Ramiro, nos contaron por aparte que quien tenía los soportes de la medición era Paola Suárez, la hija mayor del exalcalde.

Sobre el día exacto en el que la socializaron ninguno nos supo dar una respuesta, tampoco de las circunstancias; sin embargo, una de esas fuentes nos detalló que la información solo se la dieron a conocer a los dos precandidatos, y a tres líderes más del lado del ramirismo.

-Hugo Márquez, actual secretario general que llegó en reemplazo de Martha María Reyes y que dentro de la administración es una de los filtros que envió Ramiro.
-Miguel Ángel Flórez, excongresista condenado por corrupción que en el último cuatrienio llegó al grupo y es quien maneja el negocio del transporte colectivo con Transontiveros.
-Francisco Cortés, exdiputado y gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Cúcuta, EIS, S.A.

El resultado fue que Acevedo le había ganado a Martha María por varios puntos y que de tercero marcaba el concejal Jorge Marthey (candidato del presidente de la Cámara Alejandro Chacón).

“Eso no fue sorpresivo. Era lo que se preveía desde el principio. Jorge viene de tres campañas y tiene recordación”, dijo a La Silla la fuente del lado del ramirismo.

Sin embargo, y aunque la idea inicial era que la maquinaria se aliara con él, ese mismo día se acordó que no iban a filtrar los resultados aún.

Que la decisión hubiera sido esa le sirve tanto a Martha María como a Acevedo.

A la primera porque cree que puede remontar la diferencia a medida que se acerque el inicio de la campaña y en esa línea convencer a Ramiro de que le alcanza para ganar sin nadie de afuera; y al segundo porque aún cuando quiere el respaldo del grupo, públicamente se ha desmarcado de él y por ahora puede seguir con ese discurso. 

Sin embargo, deja en el limbo a toda la maquinaria, que aún cuando tiene la expectativa de apoyar a Reyes, podría confundir a los potenciales electores si a mitad de camino se deciden por Acevedo.

Sobretodo cuando los otros candidatos ya se empezaron a acomodar, y en el lado liberal está a punto de cerrarse una alianza con el uribismo para la Alcaldía.

Así que por ahora lo que queda claro es que la encuesta que anunció con bombos y platillos el grupo del condenado Ramiro, lejos de aclarar el panorama terminó enredándolo justo cuando el reloj electoral ya empezó a correrles en contra.

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