Con la filtración de los videos, Minesa perdió a tres bandas

Silla Santandereana

Santiago Ángel Urdinola, presidente de Minesa.

Con la exposición de su estrategia en momentos en los que se está redelimitando Santurbán, en los que la Anla está estudiando la licencia ambiental de la mina, y en los que se está convocando una marcha contra el proyecto, la minera árabe pierde en varios frentes.

Los videos que se filtraron esta semana de una reunión del personal de Minesa, la minera árabe de propiedad del fondo Mubadala de Abu Dhabi que quiere extraer 9 millones de onzas de oro en las inmediaciones del páramo de Santurbán, golpearon en varios frentes a esa empresa. 

 

Si bien la conversación, que es liderada por el presidente de la compañía Santiago Ángel Urdinola, es común dentro de empresas que tienen proyectos de ese tipo, y es normal que se pongan sobre la mesa esa clase de planteamientos; que hayan quedado al descubierto no solo afectó el discurso que hasta ahora había tratado de vender la minera, sino que lo hizo en una etapa coyuntural.

Por un lado, porque en estos momentos está en trámite la licencia ante la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, Anla, que será la que definirá si le da vía libre al megaproyecto que busca abrir una mina subterránea para extraer minerales durante las próximas tres décadas en la región de Soto Norte en Santander. 

Por otro, porque el Ministerio de Ambiente justamente arrancó la ronda de concertaciones para cumplir con la sentencia de la Corte Constitucional que ordenó la redelimitación del páramo, y allí serán claves las posiciones de todos los sectores.

Y encima porque se da en la previa de una marcha que grupos ambientalistas, la Universidad Industrial de Santander, UIS, y la Alcaldía de Bucaramanga -una de las principales opositoras a la entrada de Minesa a la región-están convocando para el 10 de mayo contra el proyecto.

Aunque los videos han tenido el nombre de la minera en titulares de prensa durante toda la semana, no ha existido pronunciamiento de fondo salvo por un comunicado en el que dijeron que la información estaba sacada de contexto y anunciaron acciones legales contra quienes la filtraron por considerar que estaba descontextualizada.

Más allá de cómo se resuelva ese pleito, por ahora estos son los tres golpes que recibió Minesa tras la filtración de las imágenes. 

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Se diluyó el discurso del interés por la región

Minesa había construido hasta ahora buena parte de su discurso en que su interés estaba dado en el desarrollo de la región y en que su proyecto no se contraponía con el bienestar de los 2 millones de habitantes de los dos santanderes que se abastecen de agua con el Páramo de Santurbán.

Para darle fuerza a esa narrativa, como ha contado La Silla, abarcaron dos frentes: uno relacionado con la interacción con las comunidades dentro y fuera de Soto Norte (firmó convenios con asociaciones que integran los alcaldes y con la Cdmb, empezó a patrocinar eventos deportivos y novenas en temporada navideña, entre otros), y otro con la comunicación de los beneficios económicos que traería el proyecto y su compatibilidad con la conservación del agua y el medio ambiente. 

El segundo era particularmente fuerte dentro de la estrategia comunicativa.

En la mayoría de sus comunicados Minesa anunciaba donaciones a colegios o intervenciones en sectores vulnerables, había lanzado varias campañas hablando de  la conservación del agua y de que incluso sería reutilizada dentro de la mina, y centraba las expectativas en torno al empleo que generaría en la zona, o lo que la operación significaría en regalías para el país. 

Si bien el discurso no había calado en el área metropolitana de Bucaramanga, que es donde se concentra la mayor oposición al proyecto minero, y de hecho mineros locales que estaban a favor ya habían empezado a alejarse porque las promesas de empleo se han demorado,  hasta ahora no había elementos que deslegitimaran de fondo las afirmaciones de la minera. 

Pero con la filtración de los videos eso cambió.

En las imágenes Urdinola es explícito en decir que lo que le interesa a la empresa es la opinión que tengan en Bogotá del proyecto; y que para Minesa tienen poca trascendencia las marchas y plantones de opositores.

El mensaje es muy duro porque con eso quedó claro que las concertaciones locales, o la resolución de las diferencias con las comunidades dentro y fuera del área de influencia directa de la eventual mina son solo un tema de trámite para Minesa, algo que le pega en el corazón a la imagen que hasta ahora había querido vender la minera.

Sobre todo cuando una de las frases que pronunció el Presidente de Minesa fue: “es mucho más fácil que nos crean que vamos a dar empleo, a que nos crean que el agua va a estar perfecta” 

 

 
2

Perdió la coyuntura del año electoral

Minesa retiró en marzo del año pasado el Estudio de Impacto Ambiental que había radicado en el Anla en agosto de 2017 para modificar, según anunció, aspectos relacionados con las concertaciones locales y actualización de información que habían recogido. La entrega de la nueva versión coincidió con el arranque del año electoral.

Aunque no es claro si la coincidencia fue premeditada, era muy útil para la minera porque le permitía dar el debate del trámite de la licencia ambiental -que es el que va a determinar si el proyecto ve la luz-, en medio de la campaña local.

Los beneficios eran en dos vías. 

Por una parte, aseguraba que la agenda mediática no estaría completamente concentrada en lo que sucediera con el proyecto, y por otra, podía utilizar la campaña para desacreditar o quitarle peso a las críticas que vinieran de sectores políticos durante el trámite. 

Que eso estaba en la agenda de la minera, fue una de las cosas que quedaron claras en los videos que se filtraron esta semana. 

En ellos Urdinola no solo habló de la construcción de narrativas específicas para desviar los debates que pudieran surgir, sino que se refirió explícitamente a los sectores políticos que hasta ahora le han hecho más contrapeso al proyecto. 

Lo planteó con los verdes: “...esto es lo del Partido Verde buscando ganarse unas curules tirándole a unas compañías como siempre lo hacen...".

Lo repitió con los polistas: “...esto es el Polo buscando afianzar sus bases queriéndose tirar tal...".

Y lo reforzó con el sector empresarial que no está de acuerdo la meganiminería en inmediaciones de Santurbán: “...esto es una élite de Bucaramanga a la cual no le dimos contratos...”.

Que esas cartas quedaran descubiertas es un golpe fuerte para Minesa porque en adelante cualquier referencia a intereses electorales, que era algo muy útil dentro de su estrategia comunicativa, y que de hecho ya venía implementando en varias de sus salidas a medios, pierde impulso.

Así que el plan se devolvió en efecto boomerang, y seguramente le dará más impulso a los discursos de todos los candidatos que hagan campaña con la bandera en contra de Minesa, y más cuando en Santander quedó claro que Santurbán es uno de los ejes que moviliza el voto de opinión.

 

 
3

Empoderó a los opositores

Que los videos con de las directrices de Urdinola se viralizarán por el Comité por la Defensa del Agua y del Páramo de Santurbán, que es la organización más visible dentro de las opositoras al proyecto, fue un golpe bajo para la minera. 

Por un lado, porque mostró que acceder a información privilegiada de Minesa no es imposible, y por otro, porque le dio bases a todo el discurso ambientalista en Santander justo en momentos en los que el Ministerio de Ambiente retomó las concertaciones para hacer redelimitación del Páramo de Santurbán que ordenó la Corte Constitucional en noviembre de 2017. 

Como la nueva línea que se defina -el plazo se vence el 16 de julio- será definitiva para el proyecto de Minesa debido a que cualquier variación significativa podría obligarlos a replantear el proyecto, los videos le pegan de frente a la minera.

Principalmente porque la clave del fallo de la Corte Constitucional estuvo en que la decisión de la línea deberá ser realmente concertada y no socializada, que fue lo que pasó cuando se delimitó el páramo por primera vez. 

Si bien eso no implica que los criterios técnicos no primarán en la decisión, sí es claro que el Minambiente deberá responder todas las dudas de todos los sectores y argumentarlas. 

Así que, por ejemplo, deberá explicar a fondo la posición que asuma sobre la propuesta del Comité de hacer estudios hidrológicos e hidrogeológicos para determinar la nueva línea.

También los visibiliza en momentos en los que están peleando para que Bucaramanga, que es el epicentro de la oposición a Minesa, esté dentro de las audiencias de concertación, debido a que aunque inicialmente estuvo dentro del cronograma, finalmente fue excluída porque la fecha en la que estaba prevista se aplazó y hasta ahora no se ha reprogramado.

Como al tiempo la Anla está evaluando el Estudio de Impacto Ambiental que presentó Minesa en enero, ganan visibilidad para presionar también en ese frente. 

Eso porque el mismo Comité junto a la Alcaldía de Bucaramanga, que a través, de Rodolfo Hernández, es una de las principales voceras del no al proyecto, solicitará el lunes formalmente que se haga una audiencia pública sobre el proyecto en la capital de Santander.

Todo en la previa de la nueva marcha que están convocando para decirle no al proyecto minero en Santander, y con el antecedente de que la última vez movilizaron a alrededor de 50 mil personas.

 

 
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