En Huila, uno de los departamentos donde el uribismo barrió en las presidenciales, el Centro Democrático ya se empezó a mover para ganar la Gobernación en 2019.
Con el runrún de Prada el uribismo le madrugó a la Gobernación del Huila
El representante Álvaro Hernán Prada es uno de los escuderos del expresidente Uribe.
En Huila, uno de los departamentos donde el uribismo barrió en las presidenciales, el Centro Democrático ya se empezó a mover para ganar la Gobernación en 2019. Para eso puso a sonar el nombre de un uribista pura sangre: el representante a la Cámara, Álvaro Hernán Prada.
Aunque puede ser una carta para llegar con opciones reales de triunfo tras el dominio de las elecciones en Presidencia y Congreso, también es una apuesta arriesgada porque mandarlo de candidato significaría perderlo como uno de los congresistas más mediáticos del Centro Democrático y como uno de los escuderos más cercanos al expresidente Uribe.
De paso su eventual aspiración volvería a dejar al descubierto que el partido sigue sin encontrar en el departamento nuevos liderazgos, más allá de Prada y el senador Ernesto Macías.
Eso, a pesar de que hay otros dirigentes que también se están haciendo ver en los pueblos para ser ‘el que diga Uribe’, o que hay sectores del conservatismo que les están haciendo ojitos para hacer una alianza ganadora.
Un runrún que muestra el interés uribista
De la aspiración de Prada se empezó a hablar en el Huila desde esta semana.
El domingo pasado los dos periódicos regionales del departamento, La Nación y el Diario del Huila, contaron en sus secciones de comentarios políticos y casi con las mismas palabras que al Representante le está sonando la idea de ser el candidato uribista a la Gobernación porque así se lo estarían pidiendo dirigentes y empresarios del partido, aunque en ninguno de los dos medios mencionaron quiénes o cuáles.
Lo curioso es que ese mismo día Prada hizo eco de las dos notas y en su cuenta de Twitter respondió que está consultando y reflexionando la decisión..
Para definir sólo tiene un mes porque en caso de decir que sí, tendría que renunciar a su curul en la Cámara antes del 26 de octubre, es decir, un año antes de las elecciones regionales.
Mientras se cumple el plazo, dentro del partido hay quienes creen que Prada puede ser una carta con reales posibilidades de darle al uribismo la Gobernación, tras el fracaso del 2015 cuando el uribismo quedó de tercero con el cafetero Rigoberto Ciceri.
“Es un personaje fresco, viene de hacer una campaña exitosa, tiene gobierno amigo y lo ha hecho bien en la Cámara. Además no es fácil encontrar candidatos con esos perfiles”, dice Henry Cuellar, que hizo parte de la lista a la Cámara del Huila del Centro Democrático.
Lo mismo cree Silvio Gómez, que fue candidato del CD a la ALcaldía de Pitalito en 2015. “Cuenta con mi apoyo total, el Huila lo necesita, ganará la Gobernación sin duda”.
Aunque tiene a su favor que lleva dos periodos en la Cámara, que es cercano al senador Álvaro Uribe, que es el que define en gran parte a quiénes se les da el aval, y que ha escalado dentro del partido al punto de que fue uno de los compromisarios para negociar las dignidades en el nuevo Congreso, la aspiración de Prada podría tener en contra varios factores.
La Corte, los demás precandidatos y el voto preferente
Lo primero que Prada debe resolver independientemente de que aspire o siga en el Congreso, son sus líos judiciales.
La Corte Suprema de Justicia lo está investigando porque supuestamente trató de contactar al confeso paramilitar Juan Guillermo Monsalve, que es el testigo clave que asegura que el expresidente Uribe y su hermano Santiago son los fundadores del bloque metro de paramilitares que operó en Antioquia y Córdoba, para pedirle que cambiara su versión en contra del expresidente.
El proceso ha estado congelado por unas recusaciones que presentaron Prada y Uribe, pero podría reanudarse en cualquier momento porque ya la Corte eligió a seis de los siete magistrados que le faltaban para echar a andar una nueva forma de juzgar a las personas con fuero.
Al margen de lo judicial, a Prada también le tocaría darse la pela dentro de su partido para bajar a otros dirigentes que están haciendo carrera y que dicen también tener derechos para aspirar.
Uno de ellos es Manuel Macías Arango, un piscicultor poderoso del Huila que aparte de ser cercano al senador Ernesto Macías y pertenecer al CD desde hace años (su esposa Margarita Díaz fue candidata al senado en la lista cerrada del 2014), tiene un reconocimiento entre los gremios empresariales de la región. Además fue secretario de Agricultura del departamento entre 2008 y 2011.
Justamente el senador Macías fue el encargado de presentarlo en unas reuniones políticas que hizo el fin de semana pasado en unos municipios del sur donde lo destacó como un empresario exitoso y comprometido con la causa del uribismo.
Otro que también está pidiendo pista es el excandidato a la Cámara por Cambio Radical, el abogado Juan Felipe Molano. Después de sacar más de 12 mil votos en marzo con el apoyo de la exgobernadora Cielo González Villa, se fue de Cambio y llegó a reforzar la campaña de Iván Duque en el departamento.
“Al Centro Democrático no llegué de balde sino con un trabajo político que quiero poner al servicio de los huilenses. Ya estamos organizando equipos en los municipios para demostrar ese trabajo y buscar el aval del partido”, le dijo Molano a La Silla Sur.
A estos nombres se suman los del excongresista Julio Bahamón, que fue uno de los coordinadores de la campaña de Duque en el departamento, y del exdiputado Jesús Méndez, que también entró a reforzar la campaña a la Presidencia.
Poner a sonar a Prada también puede interpretarse como una movida para atajar al representante conservador Jaime Felipe Lozada que esta semana propuso una unión entre el conservatismo y el uribismo para apoyarlo a él u otro candidato con sello azul.
Pero el CD quiere ir con candidato propio.
En caso de superar los líos judiciales y lograr el consenso en su partido, la eventual aspiración de Prada lo volvería a enfrentarse con su Talón de Aquiles: el voto preferente, que es cuando se vota por alguien en particular y no por una lista o partido.
Antes de llegar a la Cámara con una lista cerrada, donde no se sabe cuántos votos tiene cada candidato porque se vota es por el logo del partido, Prada se midió en tres elecciones nominales y todas las perdió.
En 2003 y 2011 se lanzó a la Alcaldía de Neiva con el aval de La U, y de Cambio Radical respectivamente, pero en ambas elecciones quedó de tercero. Y en 2006 se lanzó a la Cámara por el movimiento Convergencia Ciudadana, y tampoco logró la curul.
Lo que estaría por verse es si ahora que tiene la chapa del Centro Democrático, que tiene más recorrido político, que cuenta con el acompañamiento del expresidente Uribe, y es cercano al presidente Duque, podría terminar con esa racha.
Por lo pronto el runrún de Prada empezó a hacer eco.