Alfredo Ramos Maya

Alfredo Ramos Maya es administrador de negocios de la universidad Eafit y abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana. Tiene una especialización en Derecho Constitucional de la Universidad de Antioquia y otra en Mercadeo en Eafit.

Nació en 1977. Es el hijo mayor de Luis Alfredo Ramos, exdirigente conservador, exalcalde de Medellín (1992-1994) y exgobernador de Antioquia (2008-2011).

Ocupó varios cargos en el sector privado. Primero, en el área de mercadeo de Colanta, luego en Prebel, y durante seis años estuvo en la gerencia de la Unidad de Negocios de la multinacional de baterías Tronex, cargo que le generó ruidos porque la empresa contrató con la Gobernación de Antioquia y la Fábrica de Licores de Antioquia, mientras que su papá era Gobernador.

Salió de ese último cargo para aterrizar en la política en las elecciones de 2014, justo después de que la Corte Suprema de Justicia ordenara medida de aseguramiento contra su papá -entonces precandidato a la Presidencia por el Centro Democrático- por presuntos vínculos con paramilitares.

Llegó por invitación del expresidente y entonces candidato a Senado Álvaro Uribe, y terminó haciendo parte de la lista cerrada que este encabezaba, en el puesto 13. Resultó electo, y quedó en la Comisión Cuarta, que maneja patentes, marcas y presupuesto.

Desde el Congreso fue coautor de proyectos de ley como la de beneficios penales y tratamiento diferenciado para los miembros de la Fuerza Pública en operaciones militares u operativos policivos, que está archivada; y la ley Naranja o de potenciación de las industrias creativas, que fue sancionada en 2017.

Fue también autor del proyecto para endurecer las sanciones a congresistas por ausentismo; y coautor del de reducción de miembros del Congreso. Ambas propuestas están archivadas.

Mientras era congresista, en el 2016, cuando estalló el escándalo de los Panama Papers, Ramos resultó mencionado como creador de una sociedad que, según dijo en medios, se quedó en el papel y nunca prosperó.

También lideró la defensa del exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias, condenado por el escándalo de Agro Ingreso Seguro. En debates en el Congreso le pidió a María Ángela Holguín, la ministra de Relaciones Exteriores de Juan Manuel Santos, que no lo extraditaran.

Aunque es de los representantes del uribismo más jóvenes, hace parte de un ala radical del partido.

Siendo senador, recogió firmas en 2016 para revocar a Santos de la presidencia. Y se enfrentó en varias ocasiones con la exsenadora verde Claudia López, una de las que reveló los presuntos vínculos con Ramos papá por parapolítica; especialmente cuando se debatió el proyecto de sometimiendo de las Bacrim, y en una discusión acalorada la insultó.

También la demandó por inasistencia en el Congreso y por incurrir en conflicto de interés al no declararse impedida para votar un proyecto que quería despenalizar la injuria y calumnia. Ambas peleas las perdió Ramos ante el Consejo de Estado.

En la campaña a la Presidencia del 2018, Ramos apoyó a Rafael Nieto para ser el candidato oficial del Centro Democrático; pero cuando quedó Iván Duque de candidato lo apoyó de frente y lideró un equipo de jóvenes en Medellín. Cuando Duque ganó, lo metió en su equipo de empalme.

Ramos se midió con otros seis aspirantes para ser el candidato del Centro Democrático para la Alcaldía de Medellín. Lo hizo con el entero respaldo de su papá Luis Alfredo y los representantes a la Cámara Óscar Darío Pérez y Margarita Restrepo. También de empresarios como el expresidente del grupo Bavaria, Augusto López Valencia, y del ex precandidato presidencial Rafael Nieto.

Luego de varios foros, pasó al último filtro con la diputada ramista Ana Cristina Moreno y con el concejal de Medellín Jaime Mejía, la ficha del exministro Fabio Valencia Cossio. Con el último tuvo varias peleas públicas durante la campaña.

Finalmente, ganó la encuesta a militantes del partido y a ciudadanos del común, mediante la cual el partido eligió su carta.