Es difícil encontrar una discusión de política económica, donde eventualmente no aparezca una referencia a lo que hacen, o no, los países escandinavos. Lo paradójico es que, en muchas ocasiones, dichas referencias resultan ser más mitos que verdades.
Deidades y tributos: Mitos sobre los nórdicos
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Hace pocos días murió Stan Lee, creador del universo Marvel y de muchos de los superhéroes que hoy en día nos resultan más familiares, como el Hombre Araña (Spiderman), los X-Men, Hulk, entre otros. Una de sus creaciones, o más bien reinvenciones, es el famoso dios nórdico Thor, príncipe-guerrero asgardiano- dios del trueno.
El universo Marvel rescató la figura de Thor de las oscuras leyendas nórdicas y germánicas reinterpretadas en el siglo XIX, muchas veces con fines políticos para darles identidad a esos pueblos, y lo convirtió en uno más de los personajes familiares de nuestra cultura pop. Gracias a Stan Lee y el universo Marvel, Thor se ha convertido en la figura mítica más famosa de los países escandinavos. Para la muestra, Thor tiene 1.5 millones de seguidores en Twitter.
Pero hay otro mito, que si bien no es tan popular -menos pop- está igual presente: el mito del funcionamiento de las economías de los países escandinavos: Suecia, Noruega y Dinamarca. Es difícil encontrar una discusión de política económica, donde eventualmente no aparezca una referencia a lo que hacen, o no, los países escandinavos. Lo paradójico es que, en muchas ocasiones, dichas referencias resultan ser más mitos que verdades.
Uno de los ejemplos más relevantes tiene que ver con el tema de impuestos. Debido a los bajos niveles de desigualdad, los países nórdicos se usan frecuentemente como paradigma de cómo hacer redistribución con impuestos. Lo paradójico es que la redistribución en estas economías no siguen necesariamente el patrón preconcebido – mítico, de cómo funcionan.
Déjenme discutir varios ejemplos, con una salvedad: el primer mito sobre las economías escandinavas es que tienen sistemas tributarios idénticos. Si bien estas economías tienen sistemas de grandes transferencias, y esquemas de tributación similares, hay algunas diferencias importantes.
Impuestos corporativos. Mucha veces en la discusión se sugiere que los países escandinavos tienen altos impuestos corporativos. En la narrativa coloquial, a las empresas hay que ponerles altos impuestos para hacer redistribución, ¿no? Pues esto resulta ser un mito en el caso de los países nórdicos.
Los países escandinavos recaudan poco mediante ingresos de renta corporativa. El impuesto de renta corporativa recauda 3% del PIB en Dinamarca y 2.6% del PIB en Suecia. Como porcentaje del recaudo, este impuesto equivale en ambos países al 5.8% del total de recaudo impositivo. En Noruega el impuesto corporativo es más alto y equivale al 9% del total de recaudo de impuestos. Como punto de comparación, los impuestos a las empresas recaudan un 82% del total de impuestos directos en Colombia, aproximadamente un 38% del recaudo total.
Las tarifas marginales más altas del impuesto corporativo en los países nórdicos -Dinamarca 24.5%, Noruega, 27% y Suecia 22%- son inferiores a la de Colombia. De hecho, la tarifa de renta en Suecia podría bajar de acuerdo con los planes actuales a una tarifa de 21.4% el año entrante y a 20.6% en 2021, con el fin de que esté por debajo del promedio europeo, que es del 21.5% hoy en día. La tarifa de renta en Suecia ha venido cayendo de forma importante desde 2009, cuando estaba en 28%.
Es importante agregar que los mercados laborales de los países nórdicos son bastante flexibles, en particular en Dinamarca donde los costos de despido son bajos, no existe un salario mínimo establecido por ley y las contribuciones sociales de los empleadores no exceden el 2% del salario.
IVA. Es bien sabido que el IVA al ser un impuesto indirecto es regresivo. Por lo tanto, los países nórdicos al tener esquemas progresivos, deben tener bajas tarifas de IVA y protección a muchos productos como en Colombia, ¿no? Pues resulta todo lo contrario. Los países nórdicos recogen una parte importante de sus impuestos mediante el IVA. Dinamarca recauda en IVA aproximadamente el 10% del PIB, en Noruega el mismo indicador es de 7.8% y en Suecia del 9%. En Colombia el IVA se espera recaude este año 5.6% del PIB.
La tarifa general del IVA de los países nórdicos es del 25%. En Dinamarca sólo los periódicos, servicios médicos y transporte local e internacional están excluidos. Así que la carne, los huevos, el pollo y demás, vienen con IVA en Dinamarca. En Suecia la tarifa general también es de 25%, pero existen dos tarifas reducidas de 12% y 6% para algunos alimentos, bebidas no alcohólicas, hoteles, restaurantes, y libros, entre otros. Los bienes excluidos en Suecia, son los mismos que en Dinamarca, más los medicamentos.
Renta de personas. La mayoría de ingresos tributarios de los países escandinavos provienen de altos impuestos a la renta de personas naturales. En todos estos países el recaudo por este rubro es superior al 20% del PIB, con un máximo de 26.4% para Dinamarca. La tarifa marginal más alta es de 60.4% en Dinamarca, 39% en Noruega, y 56.9% en Suecia. Pero claro, supone uno que estas tarifas son para las personas más ricas, ¿no? Pues resulta que no. El sistema de tarifas es bastante plano. La tarifa marginal de 60% en Dinamarca cubre personas con ingresos superiores a 1.2 veces el ingreso promedio. En Noruega el límite es de 1.6 veces el ingreso promedio y en Suecia de 1.5. En Colombia las personas naturales que pagan impuesto de renta lo hacen por ingresos superiores a 3 veces el ingreso promedio.
Hay otros elementos importantes a considerar, como por ejemplo, que en Dinamarca existe el impuesto de herencia, pero no en Suecia y Noruega.
Ponerse una capa y salir con un martillo a la calle, no nos va convertir a muchos en Thor (menos en Chris Hemsworth, el australiano que lo interpreta en las películas). Igualmente, no es claro que copiar el sistema tributario de los países escandinavos puede funcionarle a cualquier otro país. Los países nórdicos son relativemente pequeños, homogeneos, con una alta confianza de todos los ciudanos, entre ellos y de sus intituciones. Esto les ha permitido tener una economía con alta redistribución y calidad de vida sin una disrupción de los mercados (algunos llaman a esto el scandinavian puzzle). No parece fácil copiar ese modelo en otras latitudes, pero por lo menos hay que hacer un esfuerzo por entenderlo, y no mitificarlo para copiar un modelo que no existe.
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