Escucha y apertura para aprender actitud para tejer y cuidar comunidad

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Esta es una entrevista de Catalina López y yo a nuestra gran amiga y colega Maryam Tertel de SOLE Colombia, quien conecta y reconecta con y entre las personas que hoy conforman el tejido de comunidad SOLE en la Conversación más Grande del Mundo.

Esta es una entrevista de Catalina López y mi persona, a nuestra gran amiga y colega Maryam Tertel, bogotana, que no se autodenomina socióloga aunque ese sea su título. Ha trabajado y ama trabajar con diferentes tipos de personas y comunidades en Colombia. Disfruta de la cocina y la pastelería tanto como de conectar con la gente.

Trabaja en Sole Colombia hace tres años y medio al encuentro de la conexión entre educación y sentido comunitario con el propósito de derrumbar esas barreras sociales, culturales y económicas que nos inventamos para mantenernos distanciados. En su desempeño conecta y reconecta con, y entre las personas, que hoy conforman el tejido de comunidad Sole: Abuelitas, Embajadores y Participantes. Una labor hermosa y suprema en el camino para cambiar el mundo.

Catalina López: La Conversación más grande del mundo tiene una acción principal que es la de conversar, ¿puedes contarle a nuestros lectores cómo estamos conversando?

Maryam Tertel: Algo muy lindo de este proyecto y de las conversaciones que se están dando en el marco de ONU75 + Sole Colombia, es descubrir la recursividad de la gente cuando quiere conversar y logra hacerlo, sea cual sea su realidad y recurriendo a las herramientas a la mano.

La dinámica de la metodología Sole en Colombia, se desarrolla a través de encuentros que tienen lugar en espacios físicos y se desarrollan entre grupos humanos de estudiantes, colegas, vecinos y/o familiares, que se juntan para hacerse Grandes Preguntas, resolverlas aprovechando Internet y conversar alrededor de ellas como alrededor de un fogón o una fogata.

Con esta situación de pandemia trasladamos las conversaciones al espacio virtual y nos encontramos con que muchos Embajadores que no habían vuelto a organizar conversaciones, se han animado a convocar a través de sus redes y sus equipos tecnológicos más personas de otros lugares, con quienes no se hubieran podido reunir a conversar físicamente.

El proyecto ONU75 + Sole Colombia que se desarrolla en circunstancias que podrían haber representado obstáculo, ha significado para nuestros Embajadores, la oportunidad de invitar a sus conversaciones participantes de lugares geográficos lejanos, edades y ocupaciones diversas.

La diversidad de la Comunidad SOLE Colombia

Sanjay Fernandes: Las conversaciones en Sole se daban en espacio de encuentro físicos, ¿cómo estamos superando esta característica de los espacios de aprendizaje auto organizado con la situación de pandemia?

M.T.: Las dos plataformas que estamos utilizando para conversar tienen características que nos permiten desarrollar las conversaciones. Por un lado, tenemos la plataforma de videollamada Start Sole, que permite la creación de salas externas para trabajar en grupos pequeños. Es gratuita, de código abierto y además deja que cualquiera de nuestros Embajadores, Abuelitas y Participantes, pueda crear y desarrollar su conversación, invitando a quienes quieran a sumarse a cada videollamada programada con solo enviar un enlace, invitando a un público mucho más amplio.

Por otro lado, contamos con la plataforma Loomio, un espacio de conversación asincrónica y escrita que permite la toma de decisiones descentralizada, en la cual se genera una dinámica distinta que permite profundizar y tomarse el tiempo para desarrollar ciertos temas. También permite que la gente participe en decisiones colectivas, entre ellas, asegurar que su voz sea escuchada. Por otro lado, ocurre en este proyecto que muchas personas de zonas rurales no tiene acceso a internet y aún así han hecho sus conversaciones vía WhatsApp intercambiando audios e imágenes.

También hay quienes se han reunido físicamente en grupos pequeños de familiares o vecinos para su conversación. Luego, quien tiene conectividad la transcribe para compartirla con el resto de la Comunidad Sole, la ONU y el mundo. 

C.L.: ¿Qué encuentros gratos has podido tener con los encuentros virtuales sincrónicos y asincrónicos?

M.T.: La virtualidad nos ha permitido el uso y exploración de las dos plataformas que estamos usando y retomar una rutina de hábito para conversar. También, nos ha permitido involucrar al proyecto una gran diversidad de voces desde diversos lugares de la geografía nacional, conectarlas y amplificarlas al igual que nos ha permitido coordinar la participación con las Abuelitas de la Nube de la comunidad Sole en diferentes lugares del mundo.

Es una ganancia enorme tener en un mismo espacio personas de diferentes experiencias de vida, edades, ocupaciones y lugares; es muy rico el diálogo que se obtiene en encuentros tan diversos. Además, en esta época hemos encontrado muchas más personas que están en esa búsqueda de nuevos métodos de conexión y aprendizaje que permiten que Sole se abra en su espíritu de apertura, conexión y honestidad en cada conversación sincrónica. En cuanto a los encuentros asincrónicos cada uno de nosotros se descubre como individuo haciendo aportes enormes desde su trabajo, experiencia de vida y mirada particular a la que se conecta cada persona que lo va leyendo.

S.F.: Puedes darnos algunos ejemplos que te llegan a la mente.

M.T.: Un ejemplo es la conexión que se generó entre una Embajadora Sole, que es docente en Bucaramanga, sus estudiantes y la Abuelita que los acompañó, quien se conectó desde México. Ese encuentro fue algo mágico y riquísimo para todos los participantes. Esa primer encuentro no terminó después del Sole, sino que se generaron se forma asincrónica nuevas conversaciones sobre diversos temas. 

Otro es el caso de una profe en Medellín que hizo toda su conversación con sus chicos por WhatsApp y pudo grabar desde su computador la conversación para compartirla con el resto de la comunidad Sole y el mundo. Ninguno de sus estudiantes tiene acceso a internet y sólo se podían conectar desde el WhatsApp de la mamá o del papá. Este tipo de encuentros los hemos visto en varios Embajadores y nos conmueve la creatividad de la gente al utilizar los recursos que tienen a la mano para que sus voces sean escuchadas.

La Nube de Abuelitas

S.F.: ¿Cuáles son las cualidades que vas encontrando en esas conversaciones?

M.T.: Cada conversación tiene su propio fuego. Hay unas muy cortas con aportes muy concretos y hay otras que requieren de tiempo y energía para ir comprendiéndola. En cada conversación hay Embajadores, Abuelitas y Participantes de lugares diversos, experiencias y trabajos diferentes que le aportan al diálogo un aporte distinto cada vez. Cada conversación gira en torno a una pregunta diferente, así que todo va cambiando. Hay distintos niveles en esas cualidades, desde lo más profundo de cada ser hasta la visión panorámica que construyen entre todos.

He visto que la gente se motiva a participar y se apasiona cuando conversa sobre un tema que le toca de cerca, por ejemplo si se trata de su propia comunidad y de su rol dentro de la misma. Y también cuando es un tema más macro, muchos buscan la conexión con su propia realidad dentro de la conversación. También he visto en algunos casos, que quienes no se identifican desde un principio con la pregunta propuesta, buscan informarse más sobre el tema y así poder participar mejor.


Las Grandes Preguntas de la Conversación más grande del Mundo.

C.L.: ¿Qué aprendizajes recoges de estas conversaciones remotas para implementar en los espacios físicos cuando el encuentro entre personas pueda darse sin restricciones?

M.T.: Esa conexión que se está generando entre personas que no se conocen, en los espacios físicos es más difícil de generar, así que es un descubrimiento en la manera de tejer que hace que no queramos desconectarnos de un mundo más amplio. Siento que la comunidad

Sole Colombia se está fortaleciendo en su conexión diversa y geográfica en cada conversación en el marco de ONU75 + Sole Colombia. Seguro cuando volvamos a conversar en los espacios reales, más allá de este proyecto, encontraremos la manera de seguir haciéndola partícipe.

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Red de Ciencia e Innovación

*Este es un espacio de opinión y debate. Los contenidos reflejan únicamente la opinión personal de sus autores y no compromete el de La Silla Vacía ni a sus patrocinadores.

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