Sector agro en 2021: otro año en que no alcanzará su potencial
Campesino-Copiar_1.jpg
Empieza a correr enero, el mes en que se publican artículos donde se realiza el balance del año anterior y se dan ciertas pinceladas de lo que puede ocurrir en los meses venideros. Pero pronosticar lo que va a ocurrir en el sector agropecuario sólo requiere poner un poco de atención. El Gobierno Nacional y sus funcionarios repetirán el mismo mensaje que dan a principio de año los distintos gobiernos y funcionarios: “El gran potencial del sector”; “El sector agropecuario como una de las locomotoras para el crecimiento de la economía”; “Colombia tiene todo el potencial de convertirse en una gran despensa mundial”; “Un año en que el sector agrario promete”. Luego basarán este juicio en este dato: en Colombia existen 40 millones de hectáreas aptas para la agricultura, pero sólo se usan 8 millones de éstas.
De ese modo buscan transmitir un mensaje optimista, pero lo cierto, y ojalá me equivoque, es que pasará otro año en que el sector agropecuario se quedará en eso: en potencial. Pues no hay ninguna política agropecuaria respaldada por una asignación presupuestal robusta que nos permita creer que esta vez se vaya a hacer o implementar algo diferente de lo que hace años, incluso décadas, se viene haciendo: abordar todos los problemas de manera incipiente y con un presupuesto precario, sin que ningún problema estructural se resuelva.
Como en el sector agropecuario todos los años rima la misma historia, acá juego a adelantarme a lo que ocurrirá durante el 2021:
- Es tristemente inevitable que al menos una cadena sufra una caída significativa de sus precios, ya sea por algún shock climático, o por importaciones libres de aranceles o, en el peor caso, por una desafortunada combinación de ambos factores. Ante la presión de los gremios y/o de los campesinos, los medios y las redes sociales, el gobierno ofrecerá un subsidio que intentará solucionar el problema de manera coyuntural, pero poco se hará por soluciones de fondo. (Esta medida se complementará con una “nueva” línea de crédito que abrirá Finagro, y “condiciones especiales” del Fondo Agropecuario de Garantías -FAG-). De este modo, se seguirá enfocado el presupuesto de inversión en subsidios, para quien mejor sepa ejercer presión, en detrimento de la realización de los bienes públicos rurales.
- Los sectores sociales seguirán demandando que se pague la deuda histórica que existe con el campo. Deuda que los gobiernos de turno reconocen, pero que ninguno ha estado dispuesto a saldar. Los reclamos se convertirán en palabras que, tras un tiempo, ya nadie escucha. Las respuestas por parte del gobierno en la práctica serán incipientes, ambiguas o nulas. Asimismo, la implementación de Punto 1 del Acuerdo de Paz se seguirá dilatando de manera solapada. (Por cierto, en la práctica, el cumplimiento de este acuerdo poco o nada avanzó con Santos, más allá de unos burócratas con unas matrices en Excel).
- Alrededor de agosto, el Ministro de Hacienda presentará su proyecto de presupuesto a la Comisión V del Senado, y tras el primer debate, algunos congresistas y la mayoría de los gremios alzan la voz, se quejarán de que el presupuesto asignado al sector agropecuario es insuficiente. El ministro prometerá una revisión, luego evidenciará que no hay recursos, pero igual se comprometerá a realizar un esfuerzo. Paso a seguir, mejorará la propuesta. Aunque en algo aumentará el presupuesto, seguirá siendo significativamente insuficiente.
- Parte de la burocracia y el presupuesto del sector agropecuario va a seguir siendo asignado y manejado por el Partido Conservador, a cambio de apoyar la agenda legislativa del Gobierno Nacional (igual que como ocurrió en varios años de los dos periodos del gobierno de Santos).
- El Gobierno Nacional destacará la apertura de nuevos mercados para algunas cadenas, pero estas cifras, aunque habrá mejoras en la generación de empleo y los ingresos a nivel local, no tendrán mayor impacto a nivel nacional.
Así pasará otro año en que nada se solucionará. El sector seguirá siendo potencial. Si no me creen los invito a ver este debate presidencial de 1986 (Ver de 11:20 a 19:10). Las respuestas de los candidatos presidenciales Álvaro Gómez y Luis Carlos Galán sobre los desafíos del sector agropecuarios, son tan válidas como si las dieran en 2021. Acá transcribo algunos apartes:
Álvaro Gómez:
- “Aquí no hay política agropecuaria. No la ha habido hace años (…) Tenemos unos muy buenos ministros de agricultura que duran seis meses, entonces no sabemos qué hacer con el campo, el campo está desorientado. El campesino está saliéndose del campo. No gana, no es buen negocio quedarse… Esa solución de dar créditos baratos no soluciona nada”.
- “Falta de transporte, falta de almacenamiento, falta de comercialización de productos agrícolas. El campesino es un indefenso, el campesino vende mal sus productos (…) Eso es lo que estamos viendo por falta de una política planificada”.
Luis Carlos Galán:
- “El campesino colombiano padece una injusticia estructural (...) tiene 20 años de atraso con relación al habitante pobre del medio urbano, sí se hace una comparación entre ellos de los indicadores económicos y sociales: tasa de mortalidad, nivel escolaridad, desempleo, calidad de la vivienda”.
- “Ni la tierra está bien distribuida, ni la tierra está bien explotada. Ni el agua está bien aprovechada, ni tenemos una política para esos grandes recursos naturales. Ni hemos conquistado el territorio, nos ha quedado grande el territorio a los colombianos, en la capacidad de integración en el desarrollo económico y social. Esas son tareas de una planeación del sector agrario, conducido por un Ministerio de Agricultura estable y serio”.
Da escalofrío ver este debate. Saber que pasan los años y todo sigue igual: el sector agropecuario atrasado, siendo sólo potencial. Pero como bien lo dijo Bukowski, eso sí en un contexto que nada tiene que ver con los temas rurales, “El potencial no significa nada. Se tiene que hacer”. Pero los hechos indican que nada se va a hacer, que pasará otro año y una vez más los argumentos dados en un debate que se realizó hace 35 años seguirán siendo igual de vigentes.
Historias relacionadas
*Este es un espacio de opinión y debate. Los contenidos reflejan únicamente la opinión personal de sus autores y no compromete el de La Silla Vacía ni a sus patrocinadores.