Uno de los implicados en el último escándalo de chuzadas trabajó con el papá del Gobernador hasta junio. Este caso podría afectar al clan en las regionales.
A los Romero les 'Cayo' la roya para 2019
Camilo Romero, gobernador de Nariño por el partido Verde y Ricardo 'Cayo' Romero, alcalde de Ipiales por el Mais.
Antes de finalizar el mes, la Fiscalía estaría escuchando en declaración al gobernador de Nariño, Camilo Romero, en el marco del escándalo de chuzadas ilegales que estalló este mes y que salpica al general en retiro de la Policía, Humberto Guatibonza. El caso, en el que su papá Ricardo 'Cayo' Romero, alcalde de Ipiales, también fue mencionado pero no está involucrado oficialmente, es el último de los tropiezos del clan político que amenaza con estropear el plan de continuar en el poder departamental en 2019.
Les 'Cayo' la roya
A inicios de mes la Fiscalía destapó una red de chuzadas que, según la entidad, estaría al mando del general Guatibonza y tendría como supuestos clientes al Gobernador, según reveló El Tiempo.
Este es el más reciente caso en el que los Romero están involucrados. En mayo la Procuraduría abrió investigación al Gobernador por presuntas irregularidades en la entrega del contrato de distribución de aguardiente de la Licorera; y la Contraloría lo investiga por presunto detrimento en el contrato de alimentación escolar del PAE.
En el caso de las chuzadas hay varios vasos comunicantes entre los Romero y los implicados.
El primero es que, como lo reportaron La W y El Tiempo, la investigación arrancó cuando los fiscales delegados ante la Corte Suprema que llevan el caso del Gobernador sobre la Licorera se dieron cuenta que estaban chuzados.
El sábado, Revista Semana reveló que conoce la lista de mil clientes de la empresa de Guatibonza. Aunque omite los nombres, dice que hay “políticos locales que necesitaban chuzar a los fiscales que los investigaban”, por lo que en Nariño entienden que se refería a los Romero.
El Gobernador se defendió diciendo que desconocía de la red y pidió que la Fiscalía investigue. Julián García, su asesor de cabecera, nos dijo que ese escándalo “no tiene nada que ver” con el mandatario o su grupo político Nueva Ciudadanía.
El otro vaso comunicante viene de Ipiales, donde según las autoridades funcionaba la red. Allí el Alcalde contrató al hoy detenido coronel en retiro, Carlos Andrés Pérez, a quien la Fiscalía señaló de hacer parte de la red.
Pérez trabajó hasta hace unas semanas como asesor de seguridad de la Alcaldía, como quedó consignado en el contrato de prestación de servicios que firmaron ‘Cayo’ y el coronel, por 27 millones de pesos y seis meses de trabajo.
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Si bien el contrato culminó el 29 de junio, dos fuentes de la ciudad nos dijeron por aparte que la Fiscalía detuvo a Pérez cuando salía de la Alcaldía, donde se adelantaba un consejo de Gobierno. Además, la entidad lo identificó como jefe de seguridad de la Alcaldía.
Según nos dijo el concejal ipialeño Jorge Morales, del Partido Verde y opositor a Romero, el contrato de este año era una renovación de los que tuvo en 2017 y 2016, año en el que fue llamado a calificar servicios. De hecho la captura frustró un tercer debate de control político que el Concejo estaba preparando sobre la labor del asesor.
En Ipiales, las revelaciones de la Fiscalía reavivaron los rumores que existen desde hace dos años y que dicen que el Alcalde tenía grabaciones de opositores políticos.
El asunto se remonta a 2016, cuando el poeta ipialeño Julio César Chamorro, cercano a la clase política nariñense, denunció que 'Cayo' le había dicho que tenía grabaciones suyas, que le confirmaban que era “un infiltrado de la oposición”.
“El solo hecho de que se haga ese tipo de grabaciones sin haber orden judicial se constituye en una orden irregular”, dijo en ese entonces Chamorro en Caracol Ipiales.
‘Cayo’ Romero dijo en ese momento que le había revelado a Chamorro “exactamente la información que recibí (...) y esa información obviamente la tengo”, sin precisar si se trataban de grabaciones ni su origen.
Esa nube de líos judiciales, aviviada por la connotación nacional del escándalo de Guatibonza, nublan las posibilidades que tiene el clan de mantenerse en el poder a 2019 y podría ser un papayazo para que los partidos tradicionales logren concretar su plan de dejar de respaldarlos y poner a un Gobernador que no sea la izquierda, que lleva en el poder 12 años.
¿Caerán parados?
Los Romero, que lograron tejer su poder en parte gracias a acuerdos con políticos tradicionales que fueron sus aliados, han visto decaer esa relación.Un episodio reciente revela esa distancia.
El lunes 6 de agosto, dos días después de que estallara el caso de chuzadas, el Gobernador citó a la bancada nariñense del Congreso en el hotel La Ópera de Bogotá, previo a la posesión de Iván Duque como Presidente. De 10 congresistas, solo asistieron tres: el senador Berner Zambrano y los representantes Gustavo Estupiñán y Liliana Benavides.
Los demás se excusaron, incluyendo a la baronesa nariñense Miryam Paredes o el veterano conservador Eduardo Enríquez Maya, que fueron sus aliados pero no le corren como antes.
Ese mal momento se nota en la política local. En Ipiales ‘Cayo’ perdió las mayorías en el Concejo: desde el semestre pasado 10 de 17 concejales hacen parte de una oposición amplia que incluye a los verdes, liberales, La U, Cambio Radical y el antiguo PIN, que tiene la presidencia de esa corporación.
También en lo nacional. La ficha de los Romero en el Senado, el verde Aulo Polo logró la curul con solo 34 mil votos, menos de la mitad de los de Miryam Paredes, y una cantidad que no le habría alcanzado en otros partidos - pero, como toda su lista, lo arrastraron los más de 500 mil votos de Antanas Mockus.
A pesar de eso, los Romero tienen buenas noticias, además del poder de la Gobernacón y la alcaldía del tercer municipio del departamento.
El primero es el impulso de que Gustavo Petro, a quien Nueva Ciudadanía apoyó desde el inicio y en segunda vuelta ya de frente, ganó en el departamento.
El segundo es que son el único grupo político de sectores alternativos nariñenses que tiene un congresista, a través de Polo. Éste sigue siendo su aliado a pesar de ser apenas el plan C de los Romero, a tal punto que Natalia Romero -hermana del Gobernador e hija del Alcalde- hace parte de la UTL del Senador, como corroboró personalmente La Silla Pacífico.
Pero incluso esas ventajas están jugando en su contra, por quejas de nepotismo.
En Ipiales, aparentemente ‘Cayo’ delegó funciones en su esposa, a pesar de que no tiene un cargo oficial y de sus sanciones pasadas.
Es Myriam Margoth Martínez, exdirectora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos de Bogotá durante la alcaldía de Samuel Moreno, que terminó destituida e inhabilitada por la Procuraduría por las irregularidades en la licitación del relleno de Doña Juana y a quien la Contraloría sancionó el año pasado por detrimento patrimonial al Distrito.
La prueba de eso, según sus opositores, es una grabación que salió en redes en donde la madrastra del Gobernador imparte órdenes en una reunión en la Alcaldía.
Para el grupo político que lidera el Gobernador los líos judiciales, los ruidos de chuzadas y las relaciones deterioradas con otros políticos no son un problema.
“La prioridad es sacar bien la Gobernación, estamos ya en tiempo de ejecución además de fortalecer el presupuesto participativo”, nos dijo García, el asesor de Romero.
“Que eso (la gestión de Camilo como Gobernador) nos lleve a elecciones con candidato propio es una posibilidad”, nos dijo a su turno otro aliado de Romero que pidió no hablarnos en micrófonos por ser funcionario de carrera.
Sin Antonio Navarro en la contienda por Nariño, porque ha dicho que busca la Alcaldía de Bogotá, las apuestas tempranas están entre el ex secretario de Gobierno, Fabio Trujillo y el exgobernador Raúl Delgado, quien ha dicho a círculos cercanos que solo se lanza “si no hay otra opción fuerte”.
Si Delgado llega a lanzarse es poco probable que los Romero se suban a ese bus. Eso porque si bien con Camilo tienen una “relación personal”, como nos dijo una persona cercana a Delgado, “con el papá es nula (la comunicación)” y no existe una relación política luego de que el clan no lo apoyó al Congreso (como contamos acá), según la misma fuente.
En Pasto, los Romero no descartan impulsar al secretario de Planeación de la Gobernación, Mario Benavides, a quien la Procuraduría investiga por el contrato de la Licorera.
Falta por ver si en la tradicional coalición de sectores alternativos que arman los partidos en Nariño para las regionales, los Romero caben pese a los ruidos alrededor.