Café amargo en la Federación

Imagen

El presidente Juan Manuel Santos dijo en diciembre que la división existente entre los cafeteros es una “bomba atómica”. Dos meses después del congreso cafetero que reeligió a Luis Genaro Muñoz como gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, las grietas dentro del mayor gremio agrario del país se siguen agrandando.

Este miércoles una reunión del comité directivo nacional de los caficultores terminó en un zafarrancho. Los delegados de los 15 comités cafeteros del país, tanto los que apoyan a Muñoz como sus críticos, estaban sesionando a solas en el edificio de la Fedecafé en Bogotá y discutiendo en qué espacios conversarían sin funcionarios del gremio.

En pleno debate, Muñoz forzó su entrada a la reunión, acompañado de varios de sus gerentes. Su irrupción causó una fuerte respuesta de José Fernando Montoya, el delegado de los cafeteros antioqueños que actualmente preside el comité y quien es crítico de Muñoz, que lo describió como “un desembarco irrespetuoso”.

Esa pelea muestra el grado de tensión que hay al interior del gremio cafetero, que viene desde diciembre, cuando Muñoz se reeligió pero con una gobernabilidad precaria porque en contra suyo votaron los delegados de cinco de los departamentos caficultores más grandes (Huila, Antioquia, Caldas, Risaralda y Cundinamarca), que suman el 53 por ciento de la producción nacional y cerca del 51 por ciento de los cultivadores.

Compartir
0