Con la aclamación oficial, la campaña de Pacho intenta despegar

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El próximo domingo, Pacho Santos será proclamado como candidato único del Centro Democrático para Bogotá, lo que finalmente ratifica que el uribismo no tiene intenciones de despacharlo como sucedió hace un año en las elecciones presidenciales. Pero aún con candidatura en firme, Pacho no la tiene nada fácil en el camino para convertirse en el próximo alcalde de la capital.

El próximo domingo, Pacho Santos será proclamado como candidato único del Centro Democrático para Bogotá, lo que finalmente ratifica que el uribismo no tiene intenciones de despacharlo como sucedió hace un año en las elecciones presidenciales. Pero aún con candidatura en firme, Pacho no la tiene nada fácil en el camino para convertirse en el próximo alcalde de la capital.  

Después de que se hizo pública la pelea interna del uribismo en la capital que terminó con la renuncia del director del directorio distrital del uribismo, Miguel Uribe Londoño, corrieron por medios de comunicación rumores que planteaban dudas sobre el respaldo del Centro Democrático a Pacho Santos.

La pelea estaba motivada principalmente por una cosa: la conformación de la lista al Concejo, donde había más candidatos que puestos, como contó La Silla.

Como además la lista será cerrada, la puja era por quedar en los primeros 10 puestos, que según los cálculos de dos congresistas y el propio Pacho, son los que esperan poner en el nuevo Concejo de la ciudad que se eligirá el 25 de octubre.

Esa disputa se resolvió de una forma que dejó además muy bien parado al ex vicepresidente de Uribe. Santos quedó encargado de conformar una prelista que será revisada y aprobada por Uribe y que luego será presentada ante la convención para votarla.

Una votación que en últimas es simbólica porque ya tiene el aval del máximo jefe del partido y como le dijo un congresista de Bogotá a La Silla, “si a alguien no le gusta pues terminará mamando”.

Pacho Santos tendrá entonces la batuta para definir la lista al Concejo que apoye su campaña e imponerse sobre los intereses de congresistas (cada uno con precandidato propio) y los demás precandidatos que tenían en crisis la estabilidad interna del partido.

Así, en el uribismo bogotano se empieza a notar un ambiente de aguas mansas. Y la campaña de Pacho Santos que, según dos congresistas, no ha arrancado en forma oficial -a pesar de que el candidato puso vallas desde julio del año pasado y desde comienzos de este año ya está recorriendo los barrios- tiene al frente a tres uribistas 1A para ponerla a andar a toda marcha.

Por un lado, el gerente de la campaña es Darío Montoya, un antioqueño que durante los ocho años del gobierno de Álvaro Uribe fue el director del Sena y lideró su transformación para cubrir 7 millones de estudiantes al año.

Montoya fue ratificado en el Gobierno de Santos I en el cargo, pero renunció dos meses después para dedicarse a otros temas, luego de una polémica por supuesta participación en política en esa entidad a favor de la continuidad del gobierno de Uribe en cabeza de Santos.

La estrategia de la campaña está a cargo de otro uribista pura sangre. El abogado y consultor político, Camilo Rojas Macías que ya había trabajado con Pacho Santos en su campaña frustrada a la presidencia de hace un año y que fue el asesor de András Felipe Arias cuando se enfrentó a Noemí Sanín en el 2010.

Y el director programático es Diego Molano Aponte, de la cuerda de Luis Alfonso Hoyos y ex director del Icbf de Santos I y de Acción Social durante el segundo gobierno de Uribe.

Molano será además la cabeza de la lista al Concejo que presentará el uribismo. Ya dan por descartado el nombre de Miguel Gómez Martínez, que como contó La Silla, sonó para liderar la lista, pero que se ha alejado de la campaña uribista por una calamidad doméstica.

Aunque según tres fuentes de ese partido en Bogotá, el segundo puesto de esa lista está reservado para Ángela Garzón, la hija del ex vicepresidente de Santos, Angelino Garzón, ella todavía no ha renunciado a la credencial del Partido Liberal donde milita por lo que no podría aspirar por otro partido. Así se lo confirmó a La Silla el secretario del liberalismo, Héctor Olimpo Espinosa.

Por ahora, la lista al concejo del uribismo de Molano en adelante sigue siendo un misterio aunque todos los congresistas de ese partido con peso en Bogotá ya tienen su propio candidato, al igual que varios miembros del directorio distrital.

Por eso, la campaña de Pacho espera despegar a partir del próximo lunes cuando se proclame su candidatura y se sepa cómo queda configurada la lista al Concejo.

El reto de Pacho

Según las dos últimas encuestas a la Alcaldía de Bogotá (Ipsos publicada en abril y Polimétrica de Cifras y Conceptos), Pacho Santos no es el favorito en ninguno de los escenarios posibles que se plantean.

En la primera publicada en abril, el candidato uribista tiene el 6 por ciento en intención de voto, por lo menos en el escenario más real que mide a Enrique Peñalosa que encabeza con un 22 por ciento, seguido de Rafael Pardo con 20 puntos y Clara López también con el 20 por ciento. Mientras que en Cifras y Conceptos publicada en marzo, Pacho Santos tiene un 11 por ciento en empate con Peñalosa, mientras que López tenía el 22 por ciento y Pardo el 15.

 

La incursión del ex alcalde ha entrado, además, a arrebatarle el monopolio del discurso anti-petrista y contra Clara López. Con el ex vicepresidente relegado en las encuestas frente a sus rivales, si Peñalosa entra pisando duro y crece en las encuestas, podría no solo quitarle votos sino convertirse en el candidato más viable de la derecha.

Santos tiene  además la imagen negativa más alta de todos los candidatos en la contienda (56 por ciento, dos puntos más que Peñalosa) y uno de cuatro electores dice que nunca votaría por él.

A pesar de esos resultados que hoy lo tienen rezando, La Silla supo que Santos dice que no está preocupado.

“Él está muy optimista y considera que su estrategia de la mano de Uribe lo va a apuntalar”, le dijo a La Silla un congresista de ese partido con peso en Bogotá. Lo mismo lo ratificaron otras dos fuentes.

A pesar de que por ahora los números no le dan, Santos espera que su campaña arranque en forma de la mano del ex presidente Álvaro Uribe, recorriendo barrios, haciendo reuniones.

Una estrategia con la que esperan repetir el éxito de Óscar Iván Zuluaga a la presidencia el año pasado.

“Se va a repetir el mismo escenario del año pasado. Las encuestas de enero y febrero de Óscar Iván Zuluaga lo daban como perdedor y mira como le fue en primera vuelta en Bogotá”, le dijo a La Silla una persona que está trabajando en la campaña de Pacho Santos. “El gran elector de este partido es Álvaro Uribe Vélez”, agregó. Una opinión que también compartió otra fuente que habló con La Silla.

El uribismo fue el partido más votado en Bogotá en las elecciones al congreso con un poco más de 373 mil votos al Senado y 317 mil a la Cámara, donde logró cinco curules. Además, en la primera vuelta, Óscar Iván Zuluaga volvió a ganar en la capital con 542.459 votos. Aunque perdió en segunda vuelta con Santos, la diferencia entre ambos fue de 265 mil votos.

Por eso, no hay duda de que el caballito ganador de Uribe puede cambiar el panorama actual. Sin embargo, sí hay una diferencia entre lo que pasó el año pasado y lo que se viene para octubre.

Mientras que a Óscar Iván Zuluaga sólo lo conocía el 52 por ciento a principios del año pasado, a Pacho Santos lo conoce el 85 por ciento de los encuestados según la última encuesta Polimétrica de Cifras y Conceptos de marzo.

Además, tiene la imagen positiva más baja de todos los candidatos por los que se preguntó (29 por ciento).

El otro gran obstáculo de la campaña de Pacho Santos a la Alcaldía es que no tiene estructura en la capital como lo demostraron los resultados del partido en las consultas del 19 de abril.

El Centro Democrático sólo sacó 10 mil votos en las consultas que buscaban elegir a los candidatos a las juntas administradoras locales, JAL, que son la base de la maquinaria.

Esa apatía fue un golpe duro para la campaña y el detonante de la pelea dentro del directorio distrital del uribismo como dijo su propio director, Miguel Uribe Londoño.

“Los candidatos (al Concejo) tuvieron un pésimo resultado en las consultas para ediles. 10 mil votos entre todos lo que significa una representación política prácticamente nula”, dijo Uribe Londoño en radio tras presentar su renuncia a la dirección del partido.

Uribe Londoño es uno de los dirigentes uribistas en Bogotá que quiere que el partido se la juegue por tener una estructura política en los barrios de la capital y Pacho Santos quiere que Miguel Uribe siga siendo el director del uribismo.

“Él (Miguel Uribe) es uno de sus alfiles para esta campaña y además tiene el respaldo de Uribe. Te aseguro que él va a seguir siendo el director”, le dijo a La Silla un congresista cercano a Pacho Santos.

“Pacho no ha entendido que su campaña tiene que hacerse con opinión y no con maquinaria. La permanencia de los politiqueros en el Partido como Miguel Uribe que además no tienen votos lo afecta”, agregó otro congresista consultado por La Silla.

Como el expresidente Álvaro Uribe todavía no ha aceptado la renuncia de Uribe Londoño y él sigue siendo uno de los candidatos más fuertes para quedar ratificado en el cargo después de la convención del domingo, algunos temen que la pelea en el directorio vuelva a repetirse.

Faltará ver si tras la convención del domingo Pacho Santos logra recuperar el rumbo de su campaña a la que todavía le faltan seis meses de vida y si ser el candidato de Uribe le alcanza para convertirse en el próximo alcalde de Bogotá.

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