De gancho con el uribismo, los Cristo ganaron la pelea por Comfanorte

Silla Santandereana

César Camargo, nuevo director de Comfanorte. Foto: Tomada de www.laopinion.com.co

Con la llegada de César Camargo a la dirección de esa caja de compensación, dos grupos políticos se abren espacio e inauguran un nuevo fortín.

Este viernes después de un pulso entre políticos y empresarios que duró poco más de seis meses, finalmente los primeros cantaron victoria y se quedaron con el manejo de la Caja de Compensación de Norte de Santander, Comfanorte. 

Con siete votos a favor y tres en contra, el Consejo Directivo de esa entidad tomó la decisión de sacar a Claudia Uribe Rangel de la dirección, y designar como su reemplazo a César Camargo. 

Aunque con ese nombre los Cristo (Andrés el Senador y Juan Fernando el exministro del Interior) aseguran que alguien de su casa llegará a dirigir esa caja, no son los únicos que salen ganando. 

Dado que Camargo también guarda una relación de vieja data con políticos que se hicieron en el liberalismo pero que ahora militan en el uribismo, el representante del Centro Democrático Juan Pablo Celis, también queda con juego en esa entidad. 

Con esta movida, Comfanorte, que era la caja de compensación del departamento que hasta ahora se había mantenido en manos de los empresarios (Comfaoriente es manejada por el grupo del senador conservador Juan Carlos García), entra a formar parte del inventario de fortines políticos de ese departamento.   

Eso porque, además de que esa es una de las entidades con más ingresos del departamento ($70 mil millones en 2017), tiene un poderoso músculo burocrático que incluye 800 contratistas y línea directa con miles de afiliados.

El reajuste de la balanza

La salida de Claudia Uribe Rangel de la dirección de Comfanorte empezó a cocinarse desde abril de este año con la elección de los 10 integrantes del Consejo Directivo.

 

Aunque cada tres años hay elecciones internas y ese es un proceso que normalmente pasa desapercibido en el departamento, este año esa caja de compensación entró en la mira de los políticos y con eso empezó a figurar dentro del radar de poder local.

Como contó La Silla, desde el inicio los ruidos relacionados con la tocada de la puerta de los políticos a entidad siempre apuntaron al grupo político del exministro del Interior, Juan Fernando Cristo. 

Él le negó a La Silla tener alguna injerencia en esa disputa, pero como contamos en su momento, durante todo el pulso hubo gente de su grupo figurando; además, su participación nos la confirmaron por aparte 7 fuentes, dos de las cuales trabajan políticamente con él  y cinco que lo saben de primera mano porque tuvieron intereses en la elección. 

Al final la pelea por los cupos quedó quedó así.

Por un lado los 5 puestos de los trabajadores, que fueron nombrados por el Ministerio de Trabajo (en el que Cristo tenía injerencia), quedaron en manos de dos sindicatos que se hicieron cercanos a quien fuera una cuota suya en la Caja.

Por otro, los 5 puestos de los empleadores se mantuvieron en delegados que inicialmente fueron en su totalidad de la línea de Uribe, tras una pelea en la Superintendencia de Subsidio Familiar (en la que también tenía injerencia el exministro). 

Así que como en ese momento ningún sector logró las mayorías y necesitaban siete votos para tomar decisiones definitivas sobre temas como la continuidad de la directora, la tensión no escaló. 

Sin embargo, al tiempo el sector afín a los Cristo empezó a moverse y a buscar aliados políticos por fuera con miras a voltear las cargas de la balanza interna.

Fue así como sumó en el camino al grupo del representante uribista del departamento, Juan Pablo Celis, quien aunque hasta ahora no se había movido en la puja, sí tenía una relación cercana con  Wilson Gallardo, un empresario que tiene comercializadora de Electrodomésticos y que lo apoyó en la campaña.

“Hablaron con él y lo convencieron de sumarse a la idea de cambiar a Claudia y luego él se volvió uno de los líderes de esa idea dentro del Consejo”, dijo a La Silla un político que supo de primera esa información. 

Que Gallardo haya cambiado de bando fue un golpe duro para Uribe porque él se quedó con uno de los puestos del Consejo gracias al lobby que ella le hizo y a que le endosó varios de los votos que los empresarios delegan a través de poderes porque no asisten a las juntas.

En todo caso, con los seis asientos de su lado, en el lado de los Cristo -y ahora de los Celis-, empezaron a moverse con miras a conquistar el voto definitivo. 

Para hacerlo, como anticipó La Silla, empezaron a presionar usando como caballito de batalla la publicación que hizo Semana contando que Claudia Uribe había sido denunciada por presuntamente falsificar papeles para acceder a su pensión. 

“Hubo problemas para concretar porque los de Claudia se mantenían en que la apoyarían a ella porque su problema de la pensión no tenía que ver con el manejo de Comfanorte”, nos explicó un miembro del Consejo.

Pero todo cambió esta semana en la previa a la reunión del Consejo Directivo que se realiza mensualmente en la caja. 

Cuatro fuentes, tres de las cuales lo saben de primera mano, le contaron a La Silla que desde ese sector abordaron insistentemente a los cuatro consejeros que seguían del lado de Uribe, pero que al final el único que accedió a sentarse con ellos fue Luis Jiménez.

“Todo se cuadró entre el jueves y el viernes. Yo no conozco cómo hicieron para convencerlo, pero lo que sí sé fue que hubo mucha presión”, dijo una de esas fuentes. Otras dos nos dieron una versión casi idéntica.

En La Silla tampoco pudimos confirmar los detalles de cómo Jiménez terminó cambiando de bando y él no nos contestó las llamadas que le hicimos para preguntarle; en todo caso, con su salto ese empresario del sector hotelero, quien antes de ese episodio también fue muy cercano a Uribe, inclinó la balanza.

La aplanadora y el puente

La reunión del Consejo Directivo de Comfanorte inicialmente estuvo citada para rendir informes y discutir sobre el avance de los proyectos de la caja. 

Sin embargo, una vez arrancó, el recién conformado bloque de siete pidió que se modificara el orden del día y que se agregara un punto para definir la “remoción o ratificación de los cargos que son del resorte del Consejo Directivo”.  

Fue así como se sometió a votación la salida de Claudia Uribe, quien, como estaba previsto, solo mantuvo el respaldo de tres consejeros del sector empresarial.

A renglón seguido, el mismo bloque pidió que se hiciera la elección del reemplazo inmediatamente.

En este caso, Wilson Gallardo propuso la hoja de vida de César Camargo, quien en pocos minutos con todo el respaldo del bloque fue designado como nuevo director de Comfanorte. 

Que Camargo haya llegado a ese cargo fue fruto de una negociación que se extendió por varias semanas y que fue clave en la llegada de los Celis a respaldar la idea de los Cristo de tomarse la caja. 

“Al principio hubo unos candidatos que solo eran del lado de los Cristo y que no brindaban garantías”, dijo a La Silla una fuente del grupo de representante Juan Pablo Celis. “Los Cristo pujaron por César Luna, un amigo de Andrés Cristo que lo ha acompañado en todos sus campañas, pero tuvieron que desistir”.

En ese tire y afloje es que aparece el nombre de Camargo, quien aunque es conocido principalmente por ser liberal, termina apareciendo como tercería debido a que también tiene conocidos en el Centro Democrático.

Por el lado de Cristo, el nuevo director de Comfanorte ha ocupado varios cargos, entre esos, la jefatura jurídica del Senado (cuando Juan Fernando fue el Presidente del Congreso) y la dirección administrativa del Ministerio del Interior (también cuando Juan Fernando fue nombrado).

Además, en el lado del uribismo, Camargo es cercano al excandidato al Senado del Centro Democrático y excongresista liberal, Basilio Villamizar, con quien hizo política en la década de los 90 y a inicios del 2000, y quien lo nombró como secretario administrativo de la Cámara cuando él fue presidente de esa corporación.

Lo de Villamizar es importante porque aunque su poder está menguado y se quemó en marzo, sigue teniendo figuración debido a que es aliado del también excongresista liberal Augusto ‘Tuto’ Celis, papá del ahora representante uribista Juan Pablo Celis. 

“El nombre lo proponen los Cristo pero Basilio también lo impulsa y termina encajando en el lado de los Celis por esa vía y porque la experiencia que tiene lo hacía viable para Comfanorte”, dijo a La Silla una fuente que estuvo por dentro de la negociación.

Con esa movida, los Cristo pegaron en dos bandas, porque más allá de abrirse camino para obtener las mayorías, lograron que el uribismo se montara en su bus, cuando varios de sus líderes, entres esos el expresidente Álvaro Uribe y la senadora María del Rosario Guerra, habían terciado en la pelea trinando sobre intereses “politiqueros” en el pulso por la caja. 

Así que el hecho de que Celis esté alineado con la decisión, por lo menos preliminarmente asegura de entrada que el nombre de Camargo no tendrá contrapeso.

Una vez se posesione Camargo, arrancará una nueva era en Comfanorte, en la que además de nuevo director, habrá un sindicato activo que desde ya le está haciendo oposición a su nombramiento.

Falta ver cómo ese grupo se moverá para hacerle contrapeso, y si Claudia Uribe desde afuera los impulsará. 

Pero por ahora, lo que queda claro es que con Camargo los Cristo aseguraron su entrada a la caja de compensación y Celis el juego suficiente para tener injerencia en una de las empresas más poderosas de la región.

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