La Silla decidió recordar los momentos más memorables de este año con este top de lo que pasó en el Congreso desde el 20 de julio de 2015
El top del año del Congreso que termina
Hoy se acaba el segundo año legislativo de los congresistas actuales, en medio de la usual carrera contra el tiempo para aprobar proyectos importantes que quedaron para lo último. Sólo esta semana, en tiempo récord, los congresistas han corrido para discutir y votar la conciliación del acto legislativo para la paz, el nuevo código de policía y la ley que impide la excarcelación de cientos de sindicados.
La Silla decidió recordar, con la ayuda de siete fuentes que conocen el Congreso por dentro (entre periodistas, asesores y congresistas), los momentos más memorables de este año con este top de lo que pasó en el Congreso desde el 20 de julio de 2015:
La paz, lo que copó la agenda
En este año el Gobierno presentó tres grandes proyectos vinculados al proceso de paz: el Acto Legislativo para la Paz, el proyecto que modifica el umbral para el plebiscito y la prórroga a la ley de orden público que permite crear las zonas de concentración para el desarme de la guerrilla de las Farc.
El primero es clave porque garantiza que los acuerdos de La Habana sean refrendados antes de que puedan entrar en vigencia, permite que opere una mecanismo especial y más sencillo (“fast track”) para las leyes que desarrollen el Acuerdo Final y lo blinda al convertirlo en una norma humanitaria con peso de tratado internacional.
El segundo también es fundamental porque el plebiscito aparentemente será la manera con la que los colombianos refrendarán o rechazarán el Acuerdo Final, aunque falta el que la Corte Constitucional en los próximos meses decida si es exequible o no.
Por último, está el proyecto que permite crear zonas de concentración, en el que por primera vez el uribismo votó con el gobierno una norma relacionada con el proceso. El Centro Democrático lo hizo para guardar coherencia con lo que hizo cuando Uribe era presidente, además de que le dan argumentos fuertes para eventualmente criticarlas cuando entren a funcionar.
Esa agenda de la paz fue tan determinante este año que se convirtió en el argumento para que los nuevos ministros, y algunos de los congresistas de los partidos que apoyan el proceso pero no están en la Unidad Nacional, justifiquen esas cuotas, a pesar del repudio de la mayoría de esas bancadas.
Los escándalos: entre la parapolítica y la bacrim política
A principios de abril, tras un operativo conjunto entre agencias de Estados Unidos, la Fiscalía y el Ejército, cayó un carro con 614 millones de pesos de las bandas criminales en Bogotá. El conductor del carro, Luis Javier Rojas Morera, resultó siendo asesor legislativo de un congresista del partido de La U del Guaviare y el hijo de la directora de la división financiera del Senado, Magdalena Morera, amiga del ex senador de ese partido Jorge Gechem.
Tras la captura se armó un escándalo porque además el carro estaba a nombre del Congreso a pesar de que había sido subastado hace dos años, y la mamá de Rojas estaba encargada allí de los procesos de enajenación de bienes.
Por eso, el escándalo reveló las trampas con las que 99 carros subastados por el Congreso (cifra de la Fiscalía) están circulando con papeles oficiales pero sin saber en manos de quién. Y un mes y medio después de la captura de Rojas, la Policía capturó a un miembro de la bacrim de “los puntilleros” manejando otro carro que estaba a nombre del Senado.
El otro gran escándalo se dio en marzo cuando la Corte Suprema de Justicia ordenó la captura del senador cordobés de La U, Martín Morales, investigado por presuntos nexos con los paramilitares, tráfico de estupefacientes y el homicidio del exalcalde de San Antero Wilmer Pérez Padilla.
La captura de Morales causó conmoción porque ocurrió a la salida del Congreso sino porque él era la ficha en el Senado de la ex senadora Zulema Jattin, también investigada por parapolítica.
Los congresistas estrella
Este año, varios congresistas brillaron con luz propia. La Silla resalta cuatro:
El primero es el representante caldense Hernán Penagos, al que varias fuentes que conocen el Congreso por dentro nombraron sin titubear. De La U, hace parte de la Comisión Primera, que se encarga de temas constitucionales y es la más mediática, y se destacó como coordinador ponente del acto legislativo para la paz, lo que lo llevó a encargarse de meter en el penúltimo debate el artículo que blinda los acuerdos y que acordaron el Gobierno y las Farc sobre la hora.
Las fuentes también mencionan al senador del Centro Democrático Iván Duque, la punta de lanza de la oposición uribista al gobierno desde lo económico. Este año Duque fue uno de los más críticos opositores a la venta de Isagén, de los más activos en el debate de control político el escándalo por la pérdida de plata en la refinería de Cartagena, y por ser uno de los más duros congresistas contra el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
Otras dos congresistas que brillaron por su postura independiente fueron las liberales Sofía Gaviria y Viviane Morales, que se han hecho notar por sus críticas al Gobierno en temas como la venta de Isagén y han presionado a su partido para que se salga de la Unidad Nacional.
Y están los de siempre: Jorge Robledo del Polo, Carlos Galán de Cambio Radical y Angélica Lozano de la Alianza Verde.
Los congresistas estrellados
Hay congresistas que estaban llamados a ser líderes y por lo menos en el recinto, perdieron ese brillo.
A pesar de que la senadora Claudia López es uno de los congresistas más mediáticos, este año se ha ganado la fama de que hacer afirmaciones sin sustento. Por eso la mayoría de las fuentes que consultamos para esta historia la pusieron en el pabellón de los estrellados.
De hecho, en la sesión de hoy y luego de que López hizo pública la lista de los senadores que no estuvieron en el debate de la ley contra el ausentismo, los senadores Viviane Morales, Roy Barreras y Alexander López le respondieron. Le dijeron mentirosa, megalomaniaca, irresponsable y “Juana la loca”. Ya antes los senadores del Centro Democrático, a quienes López acusó de estar robándose el sueldo por no asistir a las sesiones, le respondieron con la lista de veces en als que supuestamente la senadora no fue.
Otro de los senadores que terminó en esta lista es el actual presidente del Senado, Luis Fernando Velasco del Partido Liberal. Aunque en el Congreso algunos reconocen que su presidencia fue conciliadora, otros le critican que en ese cargo estaba llamado a ser el jefe del liberalismo, pero no logró cumplir las expectativas y desperdició esa oportunidad.
Lo inédito, la acusación de Pretelt
El 5 de noviembre ocurrió un hecho inédito en el Congreso desde que entró en vigencia la Constitución de 1991: la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes aceptó la acusación contra el magistrado de la Corte Constitucional Jorge Pretelt por el escándalo de Fidupetrol.
Tras ese paso histórico y después de un enredado proceso, el 15 de diciembre -un día antes de que terminaran las sesiones- la plenaria decidió acusar a Pretlelt ante el Senado, otro hecho inédito.
Desde entonces el proceso está en el Senado, que creó la comisión de instrucción para continuar con el juicio, y en la que el uribista José Obdulio Gaviria es el senador instructor. El semestre terminó sin más noticias.
El reversazo
Esta semana, en la comisión primera de Senado, se cayó un proyecto de ley del senador uribista Alfredo Rangel para castigar el ausentismo, precisamente porque el ausentismo de 12 de los 19 congresistas que la integran. Por ley, si no era aprobado en al menos un debate antes del 20 de junio, se hundía.
Pero como la noticia se regó como humo en todos los medios, que además publicaron los nombres de los ausentes, los senadores citaron a un nuevo debate esta mañana y en 15 minutos en aprobaron el proyecto por 10 votos contra 1.
Lo que se quedó en el tintero: la justicia
Aunque en el Congreso avanzaba un proyecto de reforma de la ley estatutaria para la administración de justicia para reglamentar la reforma constitucional del Equilibrio de Poderes, la Corte Constitucional tumbó la parte del Equilibrio que reformaba el gobierno de la Rama Judicial y así dejó el proyecto en el limbo, por lo menos en esa parte.
Peor quizás también en otras: hay demandas andando en la Corte contra otras partes del Equilibrio, que puede terminar reducir a la parte que nadie ha demandado y la que motivó todo el esfuerzo del Gobierno: la prohibición de la reelección.
Otro de los proyectos que está a punto de quedarse en el tintero -a menos que la plenaria de la Cámara corra esta noche - es el de transparencia que lideran las congresistas verdes Claudia López y Angélica Lozano.
Ese proyecto toca puntos sensibles de los congresistas porque los obliga a mostrar muchas cosas, desde las hojas de vida de sus equipos de trabajo, hasta contar cuándo viajan y por qué, pasando por cómo votan los proyectos o los impedimentos. Aunque también buscaba que hicieran pública su declaración de bienes y rentas, a los ponentes les tocó eliminar ese punto para que el proyecto tuviera alguna posibilidad de salvarse, algo que no parece probable en todo caso porque esta noche hay otros proyectos antes en el orden del día.
El mejor debate
Después de que el Gobierno vendió su participación en Isagén durante las vacaciones legislativas, el debate de control político para reprocharle al Gobierno esa decisión, es el más memorable para las fuentes consultadas por La Silla.
Y es que en ese debate se juntaron congresistas de varias orillas políticas que no suelen estar juntos, como Jorge Enrique Robledo del Polo, uribistas, y liberales como las senadoras Viviane Morales y Sofía Gaviria, para exigir la renuncia del Ministro por haber tomado esa decisión después de que en 2014 el Congreso ya había logrado frenarla en un debate de control político previo.
El debate dio pie a una moción de censura que no tuvo éxito, pero era improbable que lo tuviera y el carácter pluripartidista del debate dejó huella.
Las peleas
El Congreso es un escenario natural de debate y en algunos casos de peleas. Este año hubo varias memorables.
La más reciente ocurrió esta semana durante la conciliación del acto legislativo para la paz en la plenaria del Senado, cuando el ex presidente Álvaro Uribe se enfrentó al Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo. El primero gritó que el proceso de paz iba a terminar en más violencia y que los campesinos se iban a ir a “machete” y Cristo le respondió que “a nadie le debería doler que el presidente Juan Manuel Santos va a pasar a la historia como el dirigente que le puso fin al conflicto con las Farc”. La frase terminó en gritos por parte del uribismo y reclamo del propio ex presidente de que el Ministro estaba “manipulando”.
La congresista que más peleas protagonizó fue la senadora verde Claudia López. Dos son particularmente memorables.
En abril, durante el debate moción de censura contra el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, López acusó al presidente del Senado, Luis Fernando Velasco de haberlo postergado el día anterior, aprovechando que se fue la luz para ver un partido de fútbol de la selección Colombia. Velasco respondió mostrando un acta en la que López aparecía como ausente del Congreso ese día y López le respondió por Twitter “además de vago es mentiroso. Yo sí estuve en el senado martes y miércoles y en Comisión. Plenaria no hubo porque usted la levantó!”.
Y en mayo acusó a los congresistas del Centro Democrático de que se estaban “robando el sueldo” porque, en lugar de estar dentro de la plenaria, estaban en la sala de reuniones del Congreso.
Eso sin contar la que protagonizó hoy por el ausentismo en el debate del proyecto de ley contra el ausentismo.
El congresista más consentido
Aunque hay varios congresistas consentidos por el gobierno nacional (desde el liberal Rodrigo Villalba hasta el cordobés Bernardo “Ñoño” Elías, pasando por el representante caldense Hernán Penagos, muy cercano al actual ministro de Transporte), el que todas las fuentes señalaron como el consentido del año es el ex presidente de La U, Roy Barreras.
Barreras pasó este año por las duras y las maduras luego de que en su partido lo bautizaran como el “gerente liquidador de La U” porque, según varios congresistas, sus movidas dividían al partido. Sin embargo, después de defender la negociación de La Habana en el Congreso y en todos los medios, terminó premiado por Santos el 20 de abril cuando, sin previo aviso, lo envió “de tiempo completo” a acompañar al equipo negociador de La Habana. Así, Barreras, que preside la comisión de paz de Senado, terminó sentado junto a Humberto de La Calle y Sergio Jaramillo en La Habana y, según la revista Semana, tuvo un papel importante en la construcción del blindaje de los acuerdos.