El proyecto de troncal de Transmilenio hace algunos años reunió a los vecinos en su rechazo. Hoy hay un grupo a favor y otro en contra.
La división de Bogotá llega a la Séptima
Hoy, a las 5:30 de la tarde ciudadanos que se oponen a una troncal de Transmilenio por la Carrera Séptima harán un plantón para rechazar el proyecto del alcalde Enrique Peñalosa, mientras que otros grupos han liderado varios talleres para armar propuestas para mejorar la propuesta. Una divisón que refleja la que hay en toda la ciudad entre quienes apoyan el modelo de movilidad del alcalde y los que se oponen a ella, y que contrasta con la unidad de las diversas iniciativas ciudadanas que se opusieron al proyecto de troncal de Samuel Moreno.
En ese entonces se unieron en el comité ‘La ciclovía se respeta’, que buscaba que las obras no afectaran el circuito de la ciclovía los domingos y luego migró a la veeduría La Séptima Se Respeta, para oponerse totalmente al proyecto.
Entre el primer el comité estaban la hoy congresista Angélica Lozano, que había dejado de ser alcaldesa de Chapinero y aspiraba a ser concejala de Bogotá; la animalista Natalia Parra; el ambientalista Alexander Von Loebell; el entonces edil y defensor de los derechos Lgbti, Sebastián Romero, y la directora de Asociación de Vecinos Corposéptima, Consuelo Zapata.
Sin embargo, no todos los que estaban en el primer comité hicieron parte de 'La Séptima se Respeta'; como, por ejemplo, Natalia Parra y Alexander Von Loebell.
Corposéptima se oponía al proyecto porque, como contamos en La Silla Vacía en su momento, consideraban que era incompleto y fraccionaba la Séptima en cuatro sectores con cuatro tipos diferentes de transporte público.
Esa antigua unión contrasta con que Corposéptima, junto con otras organizaciones, apoya la troncal; mientras un nuevo grupo de ciudadanos llamado ‘Defendamos la 7a’, integrado por vecinos de la avenida yapoyado por organizaciones animalistas, se opone a la idea.
Los que están a favor
Corposéptima es una corporación de vecinos de la Séptima en la que se encuentran varias empresas que tienen allí sus oficinas (como los bancos Caja Social y Bbva; los hoteles Hilton, Embassy y Four Seasons; o los clubes Metropolitan y El Nogal) y varios residentes de sus alrededores.
“El problema de Transmilenio no es el Transmilenio en sí, es su mala imagen producto de una mala administración durante los últimos años. En el borde oriental (el sector de movilidad en la ciudad que va desde la Caracas hasta los cerros orientales) necesitamos de un sistema de transporte que mueva mucha gente, necesitamos de todo: Transmilenio, metro y un sistema de buses alimentadores. Necesitamos del metro y de las dos troncales de Transmilenio (la de la Séptima y la de la Caracas) para suplir la demanda de este corredor”, le dijo a La Silla Cachaca el director de Corposéptima, Mauricio Rico.
Esa asociación se alió con otras cinco entidades (las universidades Javeriana y del Bosque, la Veeduría Distrital, la Cámara de Comercio y Bogotá Cómo Vamos) para construir, con aportes ciudadanos, propuestas para la obra. Es decir, a ayudar al proyecto, lo que puede servir para mejorarlo y para legitimarlo.
“Lo que buscamos en el ejercicio que adelantamos desde la Alianza es que los ciudadanos pasaran de la crítica a la propuesta. Que la Administración tuviera presente lo que dicen los bogotanos para hacer de este proyecto lo mejor posible, sin cometer los errores que se evidenciaron en otras troncales", le dijo a La Silla Cachaca Omar Oróstegui, director de Bogotá Cómo Vamos.
Para eso la alianza recopiló la información que presentó el IDU para definir la consultoría para ajustar los diseños de la troncal y realizó unas infografías. Luego, en 5 talleres, se las presentaron a 200 ciudadanos, incluyendo empresarios, comerciantes, estudiantes, líderes comunitarios y residentes, para que los conocieran, debatieran e hicieran propuestas.
Recopilaron siete que le presentaron a la Alcaldía y que esperan que sean tenidas en cuenta por el consultor (que, como contó La Silla Cachaca, es Ingetec) en los estudios.
Las propuestas son: tener en cuenta la memoria histórica de la Séptima, adaptando las estaciones a los lugares emblemáticos de una avenida que ha sido uno de los ejes del crecimiento de la ciudad; que las estaciones se conviertan en nuevos hitos urbanos; que los buses y las estaciones sean amigables con el medio ambiente; que la movilidad sea eficiente y se complemente con ciclorrutas e interconexiones con otros medios de transporte; que se promueva el espacio público; que se incluya a la ciudadanía en las diferentes etapas de la construcción ; y que se cree una gerencia del proyecto para mejorar la comunicación interinstitucional.
El grupo es tan cercano a las ideas de la administración que Peñalosa ya aseguró que muchas de esas consideraciones serán tenidas en cuenta en la obra, por lo que está claro que este grupo está muy lejos de la oposición de hace siete años. Y de los ciudadanos que harán el plantón hoy.
Los que están en contra
Para oponerse al proyecto nació, el 4 de julio en la librería Wilborada, el comité ‘Defendamos la 7a’, en el que hay académicos, estudiantes, comerciantes, administradores de edificios y vecinos de la avenida. Sus voceros son Ana Robledo, Sebastián Rojas, Edmundo López, Elizabeth Pedroza, Jaime Ortiz, Pedro Poveda y Gonzalo Díaz: todos de diferentes profesiones (abogados, médicos, filósofos, arquitectos, entre otros).
“Nosotros no estamos de acuerdo con el Transmilenio por la Séptima porque existe una alternativa mejor para solucionar el problema de movilidad del borde oriental que es el metro subterráneo y el transmilenio por la Caracas”, le dijo a La Silla Cachaca Jaime Ortiz Mariño, arquitecto y creador de la ciclovía en 1974.
“Con el Transmilenio se está forzando una solución invasiva a lo que es la realidad de la Séptima, se va a forzar una solución que espacialmente no da. Se debe preservar la superficie para otras funciones”, añadió.
Ortiz recuerda un estudio, hecho en 2007 por un grupo de investigación de la Universidad Santo Tomás liderado por Fernando Rey, Secretario de Tránsito de Jaime Castro y gerente de Transmilenio de Gustavo Petro, que mostró que entre las calles 40 y 72 no cabe una troncal de Transmilenio (la de Peñalosa va de la 32 a la 200).
Otra de las preocupaciones de los detractores es el impacto de una troncal sobre la salud y el medio ambiente.
“Lo que más nos preocupa de este proyecto es el impacto que va a tener sobre la salud de los bogotanos, pues está demostrado que el humo de los motores diesel puede causar cáncer”, dice Carlos Carrillo, uno de los líderes de la revocatoria del alcalde y que apoya al comité.
Esa es también una de las principales inquietudes de Natalia Parra, directora de la organización animalista ‘Plataforma Alto’, pues para ella el principal problema de meter un Transmilenio por la Séptima es que aumentaría la contaminación en la zona.
Parra, que se opuso también hace siete años, no hace parte del comité pero sí se opone al proyecto de Peñalosa y por eso estará en el plantón de hoy.
Otro de los que apoya al comité, sin ser parte de él, y que también estará en el plantón de hoy es el ex concejal progresista (y también impulsor de la revocatoria) Yezid García. Su principal preocupación es que “habiendo otras opciones, como el tranvía, se acabe con una vía emblemática e histórica como es la Séptima”.
Sin embargo, en el comité no sólo hay personas relacionadas con la izquierda y que se oponen a la Alcaldía de Peñalosa, sino que, como nos contó, Sebastián Rojas, uno de los voceros del comité, hay personas que votaron por el alcalde, pero no están de acuerdo con el proyecto.
Este comité se reunirá hoy frente al edificio de Caracol Radio, en la Séptima con calle 67, para manifestar su inconformidad.
“Nuestro objetivo, con este primer gran plantón, es dar un golpe mediático, visibilizar las acciones ciudadanas y mostrar que no estamos de acuerdo con que haya Transmilenio en la Séptima”, le dijo a la Silla Cachaca Ana Robledo, una de las voceras del comité.
Y así dejó claro que piensan hacer más actos y que la Séptima seguramente quedará en medio de la puja entre los sectores más institucionales que apoyan a Peñalosa y le presentaron propuestas para mejorar la obra, y los más académicos e independientes que no quieren que haya troncal.