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En los últimos días se ha movido con fuerza la idea de que en el Congreso se está creando una ‘Unidad por la Paz’. Una coalición de varios partidos incluyendo al Polo, los verdes y los conservadores y los tres de la Unidad Nacional para apoyar la agenda legislativa del Gobierno alrededor de la paz y que ha sonado como el reemplazo de la Unidad Nacional que ha apoyado a Santos desde que arrancó su gobierno. Por ahora es una idea gaseosa a la que, sin embargo, sus promotores le pueden sacar jugo.

En los últimos días se ha movido con fuerza la idea de que en el Congreso se está creando una ‘Unidad por la Paz’. Una coalición de varios partidos incluyendo al Polo, los verdes y los conservadores y los tres de la Unidad Nacional para apoyar la agenda legislativa del Gobierno alrededor de la paz y que ha sonado como el reemplazo de la Unidad Nacional que ha respaldado a Santos desde que arrancó su gobierno. Por ahora es una idea gaseosa a la que, sin embargo, sus promotores le pueden sacar jugo.

La 'unidad por la paz'

La idea de la Unidad por la paz empezó a moverse hace unas semanas por iniciativa del Presidente Santos, según supo La Silla.  

 

“Es fundamentalmente una coalición legislativa, iniciativa del Gobierno y que incluye al Polo y a los verdes y es sólo para votar temas de paz”, le dijo a La Silla el senador y copresidente de La U, Roy Barreras, uno de los que más ha movido esta idea. Es decir, los mismos partidos que ya están apoyando desde el Congreso la paz aunque de manera independiente.

Para hoy está programada la segunda reunión oficial en Palacio (según Barreras la primera fue hace un mes), para hablar sobre la posibilidad de crearla y que empiece por apoyar la reforma a la ley de orden público para crear zonas de concentración de la guerrilla que esta semana arranca su trámite en el Congreso en comisiones primeras conjuntas y con mensaje de urgencia de la Casa de Nariño. Luego, además, podría servir para inyectarle apoyo político a la campaña por el sí en el plebiscito.

Aunque La Silla confirmó que tanto el Polo como los Verdes están invitados a la reunión en Palacio, por ahora en ninguno de los dos hay una decisión unánime sobre si van a entrar a ella o no, y si eso significa que sus partidos entran a la coalición del Gobierno en el Congreso.

“Los verdes no vamos a entrar al Gobierno. La paz la hemos defendido y lo seguiremos haciendo con independencia. Eso [de la Unidad por la Paz] es un cuento del Gobierno. No tiene nada que ver con nosotros”, le dijo a La Silla la senadora Claudia López de la Alianza Verde.

“Por ahora es solamente el apoyo al proceso de paz actual. No cambia en nada [la posición del Verde]”, agregó el senador Antonio Navarro.

El único senador verde que ya le dio un guiño a la idea y que quisiera que el partido entrara a la coalición de Gobierno es Jorge Iván Ospina, si el Presidente Santos decide 'reorientar' sus ideas para acoger ideas de los verdes.  “No se puede negar la participación de un partido en un gobierno si las tesis del partido son recogidas por ese gobierno”, señaló.  Sin embargo, le confirmó a La Silla que representa la postura minoritaria en su partido.

Por el lado del Polo tampoco hay una posición definida aunque parece que no quieren entrar en una coalición. El senador Iván Cepeda dijo que espera que hoy se defina qué es la ‘Unidad por la Paz’ y que por ahora, el Polo sólo ha dicho que apoya el proceso de paz. La posibilidad de entrar a una ‘unidad por la paz’ no se ha discutido al interior del partido y hasta que eso no ocurra, no tomarán ninguna decisión.

Algo similar señaló la presidenta del partido, Clara López, en un comunicado de prensa que circuló hoy. “El Polo Democrático es un partido de oposición a la política social, económica y ambiental del gobierno del presidente Santos, pero apoyamos el proceso de paz y vamos a votar sí a la refrendación de los acuerdos que se concreten en La Habana”, dijo López.

Los que están aprovechando

A pesar de que la ‘unidad por la paz’ todavía no está en firme y en últimas no parece que tendrá efectos prácticos más allá de que los mismos que apoyan hoy la paz lo sigan haciendo, es una idea que le conviene a muchos, sobre todo a los que la están moviendo: Santos, los conservadores y los antivargalleristas.

A Santos le conviene porque con esta coalición los proyectos que tienen que ver con la paz en el Congreso tendrían asegurada una holgada mayoría y no quedaría de rehén de ninguno de los tres partidos de la Unidad Nacional para pasarlos.

Aunque por ahora, los tres partidos -liberal, la U y Cambio Radical-, le han votado al gobierno todas sus iniciativas de paz, las rencillas políticas que dejaron los resultados de las elecciones de octubre han amenazado la estabilidad de la Unidad Nacional y el interés de los Liberales y de La U de tener más representación en el Gobierno, como ha contado la Silla.

El otro que gana es el sector conservador que en diciembre anunció que el partido azul quería entrar a la Unidad Nacional. Como esa idea no cuajó en el directorio del partido, donde sigue habiendo un sector que se opone al Gobierno de Santos liderado por la ex candidata presidencial, Marta Lucía Ramírez, lo que se decidió es que los azules iban a crear ‘canales de comunicación’ con el Gobierno en algunos temas como la paz y respaldar esas iniciativas en el Congreso, algo que en últimas ya venían haciendo.

Para su presidente David Barguil y para los conservadores esto les sirve para entrar al Gobierno por la puerta grande alrededor de la paz, y de paso, mantener la representación que tiene el partido en el Gobierno como el Ministerio de Hacienda en cabeza de Mauricio Cárdenas, y continuar en la puja por mantener sus fichas en las nuevas entidades del agro y porque les dejen la Procuraduría.

Los últimos que ganan son los antivargalleristas, empezando por La U y los Liberales que le quieren competir al Vicepresidente la presidencia en el 2018.

La Silla supo que La U (encabezados por los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti), quieren crear- además de la ‘unidad por la paz’ en el Congreso que está moviendo Santos-, una ‘alianza por la paz’ para elegir un candidato fuerte entre varios partidos que los represente en esa contienda alrededor del tema de la paz. Y que compense la fuerza regional que ganó Vargas en las elecciones de octubre de 2015 y los réditos de inaugurar casas, acueductos y carreteras.

Si se concreta, algo que por ahora no parece cercano, Benedetti y Roy esperan que la contienda del 2018 tenga tres vueltas.

La primera, sería en marzo de ese año, la fecha en la que serán las elecciones al Congreso. Cada partido hará una consulta interna para definir un candidato propio. Luego, los candidatos de los partidos que se sumen -y en la que en principio esperan que estén los liberales, la U y los conservadores-, irán a la primera vuelta y el que resulte siendo el más votado de los tres será el candidato único con el que “avanzaremos juntos en la segunda [vuelta] en un frente amplio por la paz”, dijo Barreras a La Silla.

Esa idea la estarían apoyando -según Barreras-  Horacio Serpa por parte de los liberales y Barguil por los conservadores, y fue una de las cosas que se discutió en la reunión que hubo hace 10 días en la casa del expresidente César Gaviria, suegro de Barguil, como contó Semana el domingo. 

Por ahora, su intención es invitar a otros partidos que “apoyan abiertamente el proceso de paz” a que se sumen, es decir, (además de los liberales y los conservadores) a los verdes e incluso al Polo.

Eso deja por fuera a Cambio Radical que no sólo ya tiene de candidato cantado a Vargas Lleras para el 2018 sino que por ahora, no ha mostrado una posición firme frente a la paz.

A pesar de que esta idea es distinta a la de la coalición legislativa que está promoviendo Santos en el Congreso y además, aún tiene que ser discutida al interior de cada partido (los rojos lo abordarán en el congreso del partido que será en mayo y los conservadores aún están en la idea de tener un candidato propio), les ha servido a sus promotores para meterle presión a Vargas Lleras para que se defina frente a la paz.  

“La ‘Unidad por la paz’ es un tema para ayudarle a los conservadores que el directorio no les vota entrar al gobierno pero sí les votó el apoyo a la paz. Eso es lo de fondo. Hay gente que no lo quiere (a Vargas) y usa la ‘unidad por la paz’ para eso. Claro, eso se presta para [pescar en río revuelto] pero también que todo el mundo muestre las cartas, es bueno”, le dijo a La Silla una fuente liberal que ha estado al tanto de esas reuniones. “Si él (Vargas Lleras) quiere entrar a la 'unidad por la paz', no se le puede decir que no. Pero lo obliga a tomar partido para un lado o para el otro. Le pone presión”, agregó la fuente.

Por ahora, La 'unidad por la paz' tendrá su primer round esta tarde y la propuesta de La U, sigue siendo eso, una propuesta a la que le falta más tiempo de cocción. Sin embargo, como las dos se están moviendo en los círculos políticos y la similitud entre ambas está confundiendo a más de uno, sus promotores ya le están sacando provecho.

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