Luego de que se retrasara la aprobación del Estatuto de la Oposición en la Cámara, el presidente Santos recibe a su bancada, ad portas del reacomodamiento de cuotas en el gabinete.
La pataleta de La U que huele a mermelada
De las cinco proposiciones presentadas por La U al Estatuto de Oposición, el Gobierno aprobó tres.
Si nada cambia, hoy el presidente Juan Manuel Santos recibirá a la bancada de La U, después de que los 38 representantes de la Cámara hicieran una operación tortuga y retrasaran la aprobación final del Estatuto de Oposición y de la conciliación de la JEP.
Y aunque cuatro miembros de la bancada y un funcionario de Palacio nos dijeron que la pataleta era por cambios que querían meter en el Estatuto, otras fuentes nos dijeron que no es solo eso. Que detrás también hay una solicitud de un grupo de la bancada de la Cámara para pedir más cuotas burocráticas, especialmente para que beneficien a representantes que sienten que la ‘mermelada’ del Gobierno se ha ido toda a los senadores de la U.
“El tema (de la reunión) será político. La recomposición de los espacios que quedan con los cambios y salidas del Gobierno”, nos dijo una congresista de la bancada que nos habló off the record porque tiene intereses en la repartición.
La pataleta
Por ser la bancada más amplia de la coalición (21 senadores y 37 representantes), el apoyo de La U a los proyectos del Gobierno en el Fast Track es clave para que el aterrizaje de los acuerdos por ley no se enrede.
El martes y miércoles de la semana pasada La U se ausentó de las votaciones del Estatuto.
El martes, los representantes Didier Burgos y Cristian Moreno dijeron que tenían dudas sobre el estatuto y por eso pidieron levantar las sesiones ese día.
El miércoles, después de la elección de Óscar Naranjo como Vicepresidente, la bancada decidió reunirse justo durante la Plenaria, disminuyendo el quórum para continuar sesionando porque los del Centro Democrático no estuvieron. Funcionarios del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo comenzaron a llamar a los congresistas para que bajaran a votar, pero los ignoraron.
“Estábamos de verdad revisando proposiciones”, nos dijo un representante de la U. Esa fuente y otras tres consultadas, por aparte, nos dijeron que Cristo llegó a la reunión y les pidió que volvieran a Plenaria. Cosa que no ocurrió y tuvo que levantar la sesión como el martes.
De tres personas del Gobierno consultadas, dos, por aparte, nos dijeron que los más molestos con la insistencia de Cristo fueron los representantes Didier Burgos (de Risaralda), Berner Zambrano (copresidente de La U y de Nariño) y Lucy Contento (del Meta).
El lunes pasado, con la bancada completa (a excepción de dos congresistas que tenían excusa), el Estatuto fue aprobado por 111 votos.
“Si fueron todos a aprobar es porque el Presidente aceptó recibirlos”, nos dijo un senador que conoció de los hechos.
Y en efecto, el representante Didier Burgos nos dijo que esta semana tendrían reunión con el Presidente y con su nuevo secretario General, Alfonso Prada, “para darle un saludo”.
Del DPS, al Sena y a Vargas Lleras
“Evidentemente la bancada de la Cámara sí tiene inquietudes sobre la representación en el Gobierno y estamos en todo el derecho de reclamar”, nos dijo el representante Burgos, quien insistió en que esa no era la fuente de la pataleta de la semana pasada.
“Obvio que hay gente a la que no le ponen atención de las peticiones que hacen”, nos dijo otro representante.
Entre las solicitudes de los representantes de La U hay unas que tienen que ver con viejas rencillas con los senadores del propio partido, porque consideran que el Gobierno les ha dado mayor representación en el Gobierno en los últimos meses.
Los consultados en la Cámara ponen como ejemplos al Fondo Nacional del Ahorro (cuyo director que era aliado del senador Mauricio Lizcano salió del Gobierno y el nuevo pasó a ser cuota de la bancada costeña del Senado); la ministra de Educación, Yaneth Giha (quien fue adoptada por La U y horas antes de su nombramiento se reunió con el copresidente del partido, el senador Armando Benedetti); y el nuevo director de Colciencias (que los representantes aseguran que es puesto por Lizcano, pero éste dice que no es cierto).
Con la vacancia en el Departamento para la Prosperidad Social (DPS), cuya directora, Tatyana Orozco, era vista como de La U, “todos están enloquecidos porque nadie sabe a quién van a dejar”.
El actual director encargado es Nemesio Roys y fue avalado por La U para la Alcaldía de Riohacha en las regionales de 2015, pero están a la espera del director en propiedad.
Otro senador nos dice que a los representantes les molestaba que la directora del DPS “solo le caminaba a José David Name (senador) y a Alfredo Deluque (representante)” y que si ella era cuota de ellos debía trabajar a la par con todos.
De todos modos, el DPS, regionalmente, es tradicionalmente de La U: en cuatro regiones revisadas en nuestro especial de cuotas políticas, el Partido tiene directores y en otras dos son del liberalismo.
Los representantes de la U también tienen expectativas respecto del nombramiento del nuevo director del Sena, en reemplazo de Prada, mientras que los senadores dan esa batalla como perdida.
“Esa es la joya de la corona del Presidente, no la va a entregar a nadie”, nos dijo, resignado, otro senador del Partido que cree que Santos buscará un perfil técnico.
El Sena es una de las entidades que más plata mueve en las regiones (tiene 224 billones de presupuesto para 2017). Las direcciones regionales han sido repartidas a La U y los conservadores, pero en la gran mayoría el director regional es más de corte técnico.
Esto ocurre porque el director regional es elegido por el Gobernador del departamento de una terna que envía el Director del Sena desde Bogotá. Como normalmente el director es de un partido y el gobernador de otro, no hay total garantía de que haya una cuota política específica en cada departamento.
A rey muerto, rey puesto
La otra razón por la que los representantes de la U quieren la reunión con Santos es porque tienen los ojos puestos en las cuotas que tiene Cambio Radical en el sector de infraestructura. Así lo dijeron a La Silla dos congresistas que irán hoy a la Casa de Nariño.
“A rey muerto rey puesto”, nos dijo uno. “Cambio ya está en campaña y esperamos más representación”, nos dijo el otro.
Con la salida de Vargas Lleras del Gobierno y el cambio de funciones en la Vicepresidencia (Naranjo estará encargado de la erradicación de cultivos de coca y seguridad ciudadana, entre otros temas del posconflicto), los de La U creen que pueden tener una oportunidad para reclamar otras cuotas que tenía el vargasllerismo.
Una de las fuentes nos dijo que una de las entidades que pedirán sería la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en cabeza de Ricardo Galindo, amigo del senador de Cambio, Juan Carlos Restrepo.
Esta jugada sería más difícil porque las cuotas de Cambio dentro del Gobierno son más de Vargas Lleras que del Partido (Elsa Noguera, ministra de Vivienda, fue su excandidata vicepresidencial; Luis Murillo, ministro de Ambiente; Carlos García, director de Invías; Pablo Felipe Robledo, superintendente de Industria, por ejemplo) y sacarlas arriesgaría una ruptura entre Santos y su exvicepresidente y de paso la salida de Cambio de la coalición.
Aunque el apoyo de Cambio al Fast Track ha sido constante, en temas espinosos como la JEP dejaron ver sus molestias (en Cámara 16 de los 18 congresistas no votaron y en Senado solo 3 de 9 votaron la conciliación).
“Con las votaciones como están es mejor tenerlos a todos contentos”, nos dijo un funcionario del Gobierno.
Aunque el Fast track puede ampliarse hasta diciembre, las facultades extraordinarias del Presidente vencen a finales de mayo y el plazo para entregar las armas de las Farc termina ese mismo mes. Estos dos términos le imponen al Gobierno un afán para sacar adelante estos proyectos, un afán que los congresistas conocen e intentan aprovechar.
En los próximos días, cuando ocurran los cambios del gabinete y la recomposición del mismo, se sabrá qué tan efectiva fue la operación tortuga de los representantes de La U.