La borrada tiene que ver con roces que en los últimos tres años han fracturado el partido, con intereses individuales de cada sector, y con que por primera vez no hay una cabeza regional que tire línea.
Los liberales en Santander: con el trono, pero sin el heredero
La reventada interna del Partido Liberal está a punto de pasarle factura a todos sus militantes para las locales de octubre.
Aunque esa colectividad es la principal fuerza política del departamento -tiene seis congresistas, Gobernador y a 10 de los 19 concejales de Bucaramanga-, en la recta final de la precampaña aún no ha terminado de despegar.
Si bien, como contó La Silla, para la Alcaldía de Bucaramanga se formaron dos bloques que están disputándose el aval, para la Gobernación -después de que se aguara la aspiración de Fernando Vargas- nada está claro y todo está apuntando a que la mayoría de vertientes pedirán que los dejen en libertad.
Que esa idea esté tomando forma tiene que ver con los roces que en los últimos tres años han fracturado el partido, con intereses individuales de cada sector, y con que por primera vez en Santander no hay una cabeza que aglutine y le tire línea a todos los sectores, justo cuando no tienen caras para competir.
No solo Horacio Serpa dejó de ser el gran cacique y pasó a desempeñar un rol secundario de consejero; sino que Didier Tavera, quien en principio sería clave para cohesionar el partido por tener el fortín más importante del departamento, está borrado en la campaña.
Eso último se debe principalmente a que durante los casi tres años y medio que completa de gobierno fue el que causó buena parte de las fracturas (no reconoció a todas las fuerzas y las ignoró) y reventó al partido en lo local (incluso con su propia familia).
Que se mantenga así le puede jugar en contra a Tavera porque dentro de las candidaturas fuertes que hay hasta ahora ninguna es afín a su línea, y el retrovisor a su administración podría posar aún más sombras sobre su paso por la Gobernación, que por sí solo ha sido bastante cuestionado.
Así que sin cabeza local ni directriz específica del expresidente César Gaviria en la nacional, las vertientes liberales con más votos de Santander empezaron a abrirse paso y al tiempo a dispersarse.
Las movidas
El que más se ha movido por su cuenta es el senador Jaime Durán.
Él, como contamos, fue el que empezó a patinar la idea de una alianza del liberalismo con el Centro Democrático para poner Alcaldía y Gobernación, y logró que el senador Álvaro Uribe comisionara a Martha Pinto y Alberto Montoya para tender los puentes.
Los acercamientos existieron pero al final naufragaron porque ambos delegados salieron del país en varias ocasiones y porque en lo poco que se habló no hubo acuerdo debido a que ningún potencial candidato convenció y los que llamaban la atención no salieron al ruedo.
Por eso, Durán empezó a moverse con miras a acercarse a la aspiración de Leonidas Gómez, quien viene de ser senador del Polo y tiene el aval de ese partido y el de los verdes.
Las razones para que llegara allí son dos.
La primera tiene que ver con que con Mauricio Aguilar, hijo del parapolítico Hugo Aguilar, no tiene puntos de encuentro, por la rivalidad histórica entre los liberales y ese clan político.
“En eso hay consenso. Nadie quiere empoderar a los Aguilar, cuando están debilitados y con posibilidades de desaparecer”, nos dijo un congresista.
La segunda con que, aún cuando llegar al lado de Gómez implicaría -si nada cambia- que no tendría participación, le parece un buen candidato porque cree que el voto de opinión va a ser decisivo en octubre.
Sin embargo, sobre los acercamientos con Leonidas también existen dos versiones.
Una, que nos la dieron cinco liberales por aparte, que dice que ya se han reunido, que incluso lo hicieron en Bogotá hace algunas semanas, y que de hecho Durán ya estaría pensando en hacerle reuniones con políticos allegados a él.
Otra, que es la de Leonidas, que niega los encuentros o cualquier reunión privada con el congresista.
Cualquiera que sea, lo que La Silla confirmó fue que el exsenador del Polo no se negará a que partidos tradicionales lleguen a apoyarlo, así que en todo caso la puerta está abierta.
Sin embargo, falta ver cómo se concretarían esas alianzas y si aceptarlas golpearía su campaña, y más cuando el controvertido excongresista Fredy Anaya, esposo de la representante Nubia López, y quien se está peleando el aval para la Alcaldía de Bucaramanga con la esposa del senador Miguel Ángel Pinto y tía de Tavera, Claudia Lucero López, está en la misma línea de Durán.
Dentro del liberalismo, además, está corriendo la versión de que los Serpa también lo estarían considerando, y de que, así como Durán, estarían tendiendo puentes con él.
De modo que otra cosa que está aclarándose es que los bloques que se armaron para Bucaramanga (Durán y López están con Anaya; y Serpa, Pinto, Édgar ‘el Pote’ Gómez, y Víctor Ortiz con Claudia Lucero) no necesariamente estarían alineados para Gobernación.
En el lado de Pinto, dos fuentes de adentro de su grupo político nos contaron que está quieto porque tiene la mira puesta en la aspiración de su esposa y le está haciendo lobby tanto en su partido como en el uribismo.
Dejar la baraja abierta para la Gobernación le serviría porque le daría capacidad de negociación si lo que quiere es sumar más respaldos para López.
En los casos del ‘Pote’ Gómez y de Ortiz confirmamos que aún están quietos. El primero porque no ve caballo al que apostarle en la carrera y el segundo porque depende de las directrices del Gobernador, quien es su padrino político.
Falta ver si la entrada de Elkin Bueno, quien viene de Cambio Radical pero quiere llegar a las urnas coavalado con varios partidos, cambia la dinámica de la campaña y se vuelve atractivo para los liberales.
De entrada cuenta a su favor con que tiene el ADN de la clase política tradicional, y eso lo acerca a los partidos, aún cuando carga varias sombras detrás (estuvo prófugo hace dos años y lo están investigando por parapolítica) y es complicado que compita el discurso de la anticorrupción, que seguramente será uno de los ejes de la campaña.
“Si despega podríamos tener candidato”, nos dijo un congresista. Otras tres fuentes nos dieron una versión similar.
Pero aún si es así, como no tienen heredero, los liberales pasarían de ser protagonistas a personajes secundarios a pesar de tener el trono de los votos en Santander (en las legislativas pusieron 221 mil, 80 mil por encima del uribismo, que fue la segunda fuerza del departamento).