Para ese sector de la reserva resulta muy difícil que la Farc, su enemigo mortal por más de cincuenta años, esté ahora sentada ahora en el Congreso de la República, y ellos no.
Los militares en retiro van por sus propias curules
El 31 de octubre del año pasado, en el municipio de Dosquebradas, en Risaralda, se llevó a cabo la Cumbre Nacional de la Reserva Activa, donde se reunieron representantes de 16 de los 23 grupos significativos de militares y policías retirados que hay dentro de la Reserva de las Fuerzas Armadas. Acordaron crear un partido para tener candidatos propios en 2022.
La reunión fue convocada por Carlos Chaguezá, Sargento Primero (r) del Ejército, y fundador y director de Ekovisión Colombia, un medio de comunicación de la reserva, y el Sargento Mayor (r) Luis Obando.
“Hoy hay una efervescencia política que ha inundado a la reserva de la fuerza pública sin distingo de grados y de fuerzas”, dijo a La Silla el Coronel (r) Julio Prieto.
Él, como otros tres militares en retiro con los que hablamos y que asistieron a Dosquebradas, dijeron que en la reserva hay una sensación de que Colombia está dando un peligroso giro hacia la izquierda.
“Es muy claro que en Colombia hoy hay una izquierda radical”, dice el coronel del Ejército (r) Carlos Martínez. “Hay una afectación de la izquierda que ha venido ocupando posiciones, ganando la ingenuidad de las personas, especialmente de la juventud, a la que le muestran un Estado y una Fuerza Pública violadoras de derechos humanos. Se presenta una imagen de un Estado que no es.”
Además, para ese sector de la reserva resulta muy difícil que la Farc, su enemigo mortal por más de cincuenta años, esté ahora sentada ahora en el Congreso de la República, y ellos no.
“Indudablemente ver a las Farc ostentando curules en la Cámara y el Senado, y que los hombres y mujeres que cumplimos la ley y que estuvimos defendiendo al Estado y a la ciudadanía, no tengamos los mismos derechos, genera cierto resquemor, y ese resquemor aviva esa efervescencia política” agregó el coronel (r) Prieto.
El “despertar de la reserva”
No es novedoso que miembros retirados de las fuerzas armadas quieran llegar al Congreso. Ya lo han intentado en el pasado, y pocas veces con éxito. Por ejemplo, el Coronel (r) del Ejército, Alfonso Plazas Vega, se lanzó al Senado en el 2018, avalado por el Centro Democrático, pero se quemó. Entre los pocos que lo han logrado está Cesar Augusto López Castañeda, quien estuvo 22 años en la Policía y que en 2018 llegó a la Cámara de Representantes avalado por el Centro Democrático.
Lo que sí es particular, dice Miguel García, profesor del departamento de Ciencia Política de la Universidad de Los Andes, “es que lleguen como un partido político nuevo y organizado.”
“Este es el despertar de la reserva. Estamos en rescate de la democracia” nos comentó el Sargento (r) Chaguezá.
La plataforma del eventual partido está clara.
Su primer objetivo es defender los beneficios que han adquirido, por ejemplo, a través de leyes como la del Veterano, promovida por el presidente Duque y sancionada en julio del año pasado, que les otorgan ventajas en materia salud, vivienda y crédito, entre otras cosas.
“Eso puede estar en peligro porque si toda la vida hemos estado en un gobierno democrático, y si mañana de pronto se pone un gobierno diferente con la idea de que nosotros tenemos demasiado o que lo que tenemos no es necesario, ¿qué?” dijo el Coronel (r) Martínez.
En general, en la reserva existe un temor palpable a que el país caiga en manos del socialismo como Venezuela y que ellos pierdan hasta la pensión, un miedo que no está sustentado en hechos concretos pues hasta ahora nadie ha propuesto quitarles los beneficios.
Su otra gran preocupación es, precisamente, la reforma a la Fuerza Pública.
Los abusos por parte de militares y policías, que hemos documentado varias veces (acá, acá y acá), que este año acapararon buena parte de la agenda nacional al tiempo que sirvieron de combustible para reactivar la movilización social, hicieron que la imagen desfavorable de las Fuerzas Militares alcanzara un 48 por ciento en la última Gallup Poll, su peor desfavorabilidad histórica. Y hay cada vez más voces pidiendo una reforma y mayor transparencia en las fuerzas.
Sin embargo, para un sector de la reserva, la intención de reforma solo busca desprestigiar y desmoralizar a las Fuerzas Armadas, así como quitarles las herramientas para trabajar.
“Ahora hay una guerra jurídica contra las Fuerzas Armadas, y las cortes están infiltradas por la izquierda, ya no podemos pelear como antes”, dijo el Sargento (r) Chaguezá. “Ahora da miedo actuar”.
En “esa guerra” incluyen a la movilización social, “que se está aprovechando para destruir la infraestructura, atacar a la policía y al ejército” dijo el Sargento (r) Chaguezá. “Se muestra a la policía y al ejército como los malos, pasamos a ser los victimarios”.
Adheridos a un discurso que ha expresado el gobierno nacional, sostienen que si bien se han presentado abusos, no son conductas generalizables, y afirman que más que tener que ver con la formación que reciben al interior de las Fuerzas Armadas, tiene que ver con un contexto social inherentemente violento.
Lo que viene
Aunque esperan lanzar oficialmente su partido en los primeros meses del 2021, la tienen cuesta arriba para consolidarse y para llegar, efectivamente, al Congreso de la República.
Por un lado, porque los 16 grupos que se reunieron en Dosquebradas, como le dijo el Coronel (r) Martínez a La Silla, “todavía están en proceso de generar vínculos entre unos y otros, porque a pesar de que nos identifica la reserva colombiana, hay algunos que dicen que quieren que sus ideas sean las que se tienen en cuenta.”
Además, la consolidación del primer círculo de su electorado deseado, que son todos los miembros de la reserva activa, 107 mil de la policía y 75 mil de las Fuerzas Militares, según nos dijo el coronel Martínez, más los miembros de sus familias, es un desafío grande pues está compuesta de un centenar de organizaciones con ideas distintas de lo que debe ser el proceso de unificación de la reserva.
Aunque como dice Alberto Sánchez, investigador en temas de seguridad y estrategia, si la presión política sobre la Fuerza Pública continúa en 2021 podría existir una posibilidad real de unificación.
Aún así, dice Miguel García, los intereses que entrarían a representar ya están encarnados en partidos como el Centro Democrático o el Partido Conservador. Por eso, de llegar al Congreso, la pregunta sería hasta qué punto pueden conseguir radicalizar la agenda pública con su discurso, cosa que, aunque García la ve poco probable por la incapacidad que tendría ese partido de empaquetar un discurso radical de manera moderna, no es del todo imposible.
“Esa ha sido la estrategia de la derecha en Colombia (castrochavismo, la amenaza socialista, la ideología de género), y del trumpismo en Estados Unidos”, dice García. “Este tipo de líderes y partidos se han dado cuenta que la gente se moviliza por el miedo y que presentarse como el partido o político que nos va a salvar de la amenaza resulta políticamente rentable.”
Por lo pronto, la carrera electoral se calienta cada vez más y el 2021 estará marcado por sus campañas, algunas usuales, y otras no tanto.