Mantener la fuerza de la indignación antisistema, que eso le sirva para hacer oposición al Gobierno y transformarlo en votos para 2019, la cuesta arriba del petrismo luego de quedarse con toda la región.
Gustavo Petro en Cali en cierre de campaña de segunda vuelta.
Mantener la fuerza de la indignación antisistema, que eso le sirva para hacer oposición al Gobierno y transformarlo en votos para 2019, la cuesta arriba del petrismo luego de quedarse con toda la región.
El Pacífico fue la única región del país donde Gustavo Petro ganó en su totalidad. Logró voltear a Valle, donde Iván Duque le ganó en mayo, gracias a la fuerza de todos los movimientos sociales y étnicos que se alinearon con él, y al impulso de la izquierda.
Ahora tiene un nuevo reto: mantener la fuerza de la indignación antisistema que lo llevó a la victoria y que eso le sirva para hacer oposición al Gobierno que llega,para transformar esa indignación en votos en las elecciones regionales de 2019, que según su discurso del domingo son su próxima meta.
Petro venía apalancando su victoria en el Pacífico basado en su discurso antisistema, que replicó en todo el país pero que acá fue particularmente poderoso porque se refería directamente a los problemas de los cabildos indígenas, los consejos comunitarios afro y los campesinos, sectores sociales que tienen mucha fuerza en la región.
Además, acá que hizo sus propuestas más polémicas sobre la tenencia de la tierra (proponerle a Incauca comprar sus predios en el norte del Cauca) y su discurso contra los combustibles fósiles y a favor de la protección al medio ambiente, que dieron sus frutos con el apoyo de movimientos que él llama ‘nuevas ciudadanías’, como los ambientalistas y animalistas.
Consiguió el apoyo de poderosos movimientos como el Cric del Cauca, el Proceso de Comunidades Negras (PCN), el movimiento cívico del Paro en Buenaventura, los cocaleros reunidos en la Coccam nacional, los sindicatos de Cali, los universitarios y egresados del Sena, además de las bases del Partido Liberal y hasta de Cambio Radical.
”Respondimos a una propuesta de paz”
“Lo que se hizo fue responder a una propuesta que encarnaba Petro en términos de avanzar a situaciones que nos deben llevar a la construcción de paz, puesto que el suroccidente ha sido el más abandonado, que no tiene oportunidades y por eso se da esa alta votación”, nos dijo el electo senador indígena y líder del Cric, Feliciano Valencia, de su bancada de la lista de la Decencia.
Petro logró en el Pacífico más de 1,6 de los 8 millones de votos que obtuvo en las elecciones, un crecimiento de 600 mil votos con respecto a la primera vuelta.
En todos los departamentos mantuvo una ventaja sobre Duque: en Chocó ganó con 69 mil votos sobre 46 mil de Duque; lo mismo en Nariño con 366.673 votos sobre 192 mil del uribista (que ganó en Tumaco) y en Cauca e incluso lo dobló con 323.443 sobre 160 mil de Duque.
En Valle, único departamento en todo el país donde Petro logró darle la vuelta a la victoria en primera vuelta de Duque, pasó de 488.943 votos en mayo a los 885.289 del domingo, y configuró así al Pacífico como su bastión electoral
En el departamento más rico y poblado ganó en todos los municipios donde Sergio Fajardo había ganado, incluyendo Cali.
Esta volteada se debió principalmente a tres factores: un cambio de estrategia de su campaña, el aterrizaje de políticos de frente en ella y que las estructuras que apoyaron a los uribistas no se movieron en forma por varios motivos.
”Las bases fueron las que se acercaron a Fajardo”
En lo primero, como revelamos hace 20 días, la campaña en Bogotá decidió no volver a llenar plazas públicas (en primera vuelta llenó dos veces la San Francisco de Cali, tres veces la plaza principal de Popayán, una vez la cancha de Buenaventura, y otra en Tumaco), sino enfocarse en recorridos de calle y hacer caravanas por la capital del Valle para crecer, evocando la estrategia de Fajardo de caminar y volantear.
“Después del 27, las bases en todos los municipios de forma manual sin orientación hicieron contacto con los Verdes. No esperaron orientación de la campaña, eso sucedió mucho”, nos dijo Ferney Lozano, gerente de la campaña petrista en Valle.
En lo segundo, poco después de la primera vuelta los verdes del Valle se dividieron en torno al voto en blanco, la abstención o el apoyo a Petro, decisión que en el departamento tomó el senador Jorge Iván Ospina, quien tiene una estructura política consolidada en la capital.
El senador del Polo, Alexander López, ya estaba en la campaña pero en las últimas dos semanas se quedó en el Valle impulsando a Petro entre sus bases sindicales y sociales, donde es fuerte.
Ambos hicieron rondas de radio cada mañana, organizaron recorridos y hablaron con las bases, mientras que Petro vino el sábado hace 9 a caminar por la Alameda, saludar gente encima de un carro y comer en un restaurante popular del centro de la capital.
Según Ospina, este trabajo hizo que los verdes fajardistas (la electa congresista Catalina Ortíz y su posible competencia a la Alcaldía, el exconcejal Michel Maya), “se quedaran con la opción del voto en blanco, pero no con los votos”, en relación a la postura de los aliados de Fajardo en Valle.
Así ocurrió en Palmira (74 mil votos), Jamundí (28 mil votos), Buga (28 mil votos) y Cali (446 mil votos), confirmando además que entre la foto de la primera y la segunda vuelta en el Valle, los uribistas se quedaron con el norte del departamento y el petrismo con el sur.
”Los fajardistas se quedaron con el blanco, pero no con los votos”
En tercer lugar, como contamos en nuestro twitterazo en vivo desde Palmira (fortín electoral de La U del movimiento de la gobernadora Dilian Francisca Toro), los partidos que llegaron a la campaña de Duque no se moveiron totalmente, a pesar de que en esa campaña asumen que los 200 mil votos que aumentó llegaron de estructuras conservadoras, de La U, Cambio y los liberales que los apoyaron, además de algunos de los fajardistas.
Eso por varios motivos.
Uno es que la misma campaña uribista no les dio tanto juego: en La U, según una fuente que lo conoce de adentro, las estructuras se activaron menos de una semana después de la quemada de Germán Vargas Lleras, la campaña de Duque solo las recibió la semana pasada, 10 días después.
Otro es que incluso a las que recibió, no les dio mucho juego. Por ejemplo, aunque los congresistas de Cambio Radical sí fueron recibidos de inmediato, la campaña no mandó recursos para movilizar votantes, siguiendo la estrategia el día D de la primera vuelta.
“Mi sensación es que las maquinarias funcionan mejor en el Congreso, en las regionales y que aquí al final puedes tener tus estructuras, pero en una elección uninominal terminan votando más como la gente quiere, menos amarrado”, nos dijo el senador uribista Gabriel Velasco, del grupo de campaña de Duque en Valle.
El tercer motivo para que las maquinarias no fueran un factor decisivo a favor de Duque es que en Buenaventura el movimiento del Paro Cívico logró mantenerlas a raya. Como en la elección al Congreso en la que salió beneficiado el senador Alexander López y en la primera vuelta con la victoria de Petro, impulsó a la opción antisistema. De hecho, Petro saltó de 42 mil a 62 mil votos entre mayo y junio.
Con estas victorias, el reto de acá en adelante es saber si esa coalición se puede mantener para las regionales donde la mecánica política es diferente, toda vez que el voto sí está amarrado, no como en las presidenciales.
Petro busca armar su oposición al nuevo gobierno de Duque a partir de la fuerza de sus 8 mlones de votos, que también son su cuota inicial para lograr victorias en alcaldías y gobernaciones en la región.
Los dos retos están cuesta arriba.
El primero, depende de que la protesta social, que en esta región es clave para llamar la atención del Gobierno de turno como lo demostraron los paros y mingas del 2017, sea protegida.
Esos temores vienen, según Víctor Hugo Moreno, de la asociación de consejos comunitarios del Norte del Cauca (Aconc), de que las movilizaciones sociales se detuvieron en los dos mandatos de Uribe por el miedo a la persecución.
(Incluso en Buenaventura el día de elecciones, la campaña de Petro denunció amenazas de bandas criminales en el barrio El Progreso, porque, según la campaña, les dijeron que “acá no apoyábamos a ese candidato”).
Pero la necesidad de seguir protestando es clara para Moreno, quien nos dijo que si no se capitaliza “desde abajo” (manteniendo los nodos petristas y el trabajo político día a día, como él la llama), la victoria petrista acá puede ser flor de un día.
”Con Petro o con Duque seguiríamos protestando”
“Hubiera ganado Petro o ganando Duque, la movilización social iba a seguir por todos los incumplimientos de los acuerdos estructurales. Ya vivimos esto con el plebiscito”, en relación con el aterrizaje de los acuerdos, como los retrasos de los Pdets, el aumento del cultivo ilícito (en Tumaco según el Ministerio de Defensa la resiembra está en el 20 por ciento) y la crecida de las disidencias.
Feliciano Valencia nos dijo que mantendrán la protesta como forma de impulsar la oposición que lidere Petro en el Senado
“Debe seguir para exigir nuestros derechos en la Constitución y acuerdos firmados con indígenas y campesinos", explica. "No es solo es el bloqueo de la vía Panamericana, la ocupación de tierras, es una movilización integral con el Congreso para no dejar que este proyecto de la Colombia Humana se enfríe y se acabe”.
”La movilización social va a seguir”
La importancia de esa estrategia se nota en que en el uribismo, la posición de esos movimientos prende alertas.
“No ganar el Valle nos genera retos que toca entender cómo trabajar: aumentar el diálogo social, la cercanía con la gente, hay mucho voto antisistema”, nos dijo Velasco, retomando lo que dijo Duque en su discurso de victoria de buscar la “unidad”.
El segundo reto, el electoral a 2019, está lejos pero pinta complicado, como ya ocurrió cuando la Ola Verde de 2010 no lgoró mantenerse para 2011.
Para evitar que eso ocurra, en Cauca y Valle las organizaciones ya comenzaron a activarse. Feliciano Valencia nos dijo que en el norte del departamento ya hubo una primera reunión para capitalizar apoyos; en Valle, Lozano el gerente de la campaña petrista, nos dijo que desde hoy hasta el domingo tendrán reuniones en Buga, Yumbo y Jamundí.
“Vamos a seguir buscando esa confluencia y proveerla para quien tenga el apoyo masivo, sin colocar ningún nombre por delante, ni siquiera el mío, siendo claros que las regionales son diferentes a las elecciones nacionales”, nos dijo el senador Ospina, quien aspira a la Alcaldía de Cali.
Por su lado, el movimiento del paro cívico de Buenaventura está trabajando directamente para esas elecciones - como contamos el sábado ya está delineando posibles candidaturas a la Alcaldía.
Mientras tanto, buena parte de las maquinarias tradicionales se vienen preparando apra ellas desde hace meses, como mostró la aterrizada del electo Temístocles Ortega a la campaña de Petro para sobrevivir en lo regional.
Al final, el reto de mantener viva la emoción antisistema depende en aprte de lo que haga la oposición en lo nacional. Pero lo electoral, que tiene un carácter mucho más local, se empieza a jugar desde ya.