Los superpoderosos de Cundinamarca 2019

Silla Cachaca

La Silla Cachaca presenta su primera versión sobre los personajes que tienen la capacidad de hacer que las cosas pasen, o dejen de pasar, en el departamento.

La Silla Cachaca presenta la primera versión de los superpoderosos de Cundinamarca con seis personajes que tienen la capacidad de hacer que las cosas pasen, o dejen de pasar, en el departamento. A esta lista llegamos después de hablar con 18 fuentes conocedoras del departamento, entre empresarios, diputados, representantes a la Cámara y líderes municipales.

Hubo personajes que nos mencionaron pero que decidimos no incluir porque no tienen un poder directo en el departamento, como la Ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, oriunda de Girardot; o el senador y expresidente Álvaro Uribe, y el representante liberal Óscar Sánchez.

Jorge Emilio Rey

El poder natural que tiene Rey como gobernador de Cundinamarca radica en que define cómo se invierte el presupuesto de la Gobernación, que es de 2,7 billones de pesos. A eso se le suma que llegó a la Gobernación con el apoyo de una coalición grande de partidos que incluyó al suyo, Cambio Radical, así como a La U, un sector de los conservadores, uno de los liberales y uno de la Alianza Verde. A todos les dio cuotas en el gabinete y eso ha hecho que en la en la Asamblea no tenga mayor oposición para proyectos clave y bandera como el Plan de Desarrollo y el financiamiento del Regiotram con 500 mil millones de pesos.

Además, ha aprovechado su cargo para dar muestras de poder como presidente del Consejo Directivo de la CAR, desde donde ha logrado demorar la decisión de esa instancia sobre el proyecto que propone el Alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, con el que ha tenido una relación muy tensa, para intervenir urbanísticamente la Reserva Van der Hammen.

Como Gobernador también ha fortalecido su principal fortín electoral, que son las juntas de acción comunal. De hecho, lo viene haciendo desde 2012, cuando fue Secretario de Acción Comunal del condenado Álvaro Cruz, y desde allí comenzó a convertir las JAC en su maquinaria política. No sólo les entregó dotación, sino que les permitió contratar directamente obras pequeñas con recursos de la Gobernación. Eso le permitió a Rey levantar un fortín político en torno suyo y fue un gran impulso para ganar la Gobernación en 2015 con 545 mil votos. “Rey ha forjado una estructura y fidelización política propia, hay afecto por lo que él representa y gobierna con todos los partidos. En eso fue muy hábil”, le dijo a La Silla Cachaca una fuente cercana a él.

Esa estructura, además, será clave para impulsar este año a su candidato a la Gobernación, Nicolás García, que fue Alcalde de Mosquera, Jefe de Gabinete de Rey y el año pasado gerenció la campaña de Germán Vargas Lleras en Cundinamarca.

García, partiendo de la coalición que respaldó a Rey, en estos momentos está forjando una mucho más sólida, pues todo indica que va a lograr que lo respalden, ya no sólo sectores de los conservadores y liberales, sino esos partidos en bloque, sumados al suyo, La U, y a Cambio Radical.

Los constructores

Las grandes firmas constructoras de Bogotá desde hace ya cerca de una década comenzaron a ver en la Sabana un mercado en crecimiento y se han vuelto muy influyentes.

Las fuentes que consultamos nos nombraron sobre todo a Bolívar y Amarilo, aunque en esa región también tienen grandes proyectos Arquitectura y Concreto, Oikos, GMS, entre otras que están representadas por Camacol.

La influencia de ese gremio se nota, por ejemplo, en que hace lobby y se mete en las discusiones sobre los POT de los municipios no sólo aportando una visión técnica sino incidiendo desde los intereses de las empresas que representa.

Los constructores también financian campañas a alcaldías, como lo hicieron en 2015 en Chía y Cajicá, por ejemplo, donde los dos alcaldes recibieron plata de empresas de ese sector.

Sus intereses en la Sabana los han llevado a chocar con alcaldes como el de Cajicá, Orlando Díaz, al que Camacol demandó por suspender las licencias de construcción en el municipio. Aunque en este caso ganó el Alcalde, en esa pelea es muy recordado que el gremio logró que el Ministro de Vivienda de ese entonces, Luis Felipe Henao, los respaldara al punto que fue el que primero puso sobre la mesa la opción de demandar, algo que finalmente hizo Camacol.

Hasta ahora, en la polémica por el volteo de tierras en la Sabana ninguna gran firma constructora ha sido judicializada y las investigaciones y denuncias se han centrado en los políticos.

Nelly Villamizar

Villamizar es magistrada del Tribunal Administrativo de Cundinamarca y allí fue la ponente del fallo de primera instancia que ordenó recuperar el río Bogotá, una sentencia que ratificó el Consejo de Estado en 2014 y le ordenó a 72 entidades nacionales, departamentales y municipales poner plata para ese proceso. Después de eso ella fue designada para encargarse de velar por el cumplimiento de la sentencia.

Villamizar ha sido clave para que las obras destinadas a limpiar el río se hagan y para que las entidades involucradas cumplan. Y eso lo ha hecho en medio de polémicas por la forma en que toma decisiones, ya que, por ejemplo, regaña alcaldes en público, los amenaza con carcelazos, hace visitas a municipios y da órdenes en terreno que en algunos casos, como contó La Silla Cachaca, han sido consideradas poco técnicas.

Un ejemplo de eso fue el auto que emitió el año pasado ordenándole a la CAR acoger, sin hacer cambios, la propuesta de Peñalosa para intervenir en la Reserva Van der Hammen, algo que generó tanta polémica que le tocó recular, aunque lo hizo a su estilo: dando más ordenes.

Al tiempo, ha logrado reconocimiento entre la gente que considera que ella ha puesto orden. Muestra de eso fue la manifestación que ambientalistas, indígenas, veedores, pequeños mineros y finqueros hicieron hace dos años pidiendo que la reintegraran al cargo, luego de que fue suspendida por haber calumniado a algunos colegas del Tribunal al denunciarlos por corrupción, algo de lo que luego fue absuelta.

Néstor Franco

El Director de la Corporación Autónoma Regional  (CAR) de Cundinamarca entra al grupo de superpoderosos por todo lo que implica estar al frente de la autoridad ambiental del departamento, que maneja un presupuesto anual cercano al billón de pesos, y porque desde allí ha tomado decisiones que marcarán el rumbo ambiental de la región en los próximos años.

Llegó al cargo en 2015, después de ser Secretario General de la entidad y de una elección muy sonada porque varios medios lo consideraban el ahijado de su antecesor, Alfred Ballesteros. Sin embargo, Franco, que ha militado en el Partido de la U, le ha explicado a La Silla Cachaca que Ballesteros no fue determinante en su elección, y que de hecho hoy están distanciados.

Franco ha tomado decisiones clave, como la inversión en megaobras como las plantas de Tratamiento Salitre (1,3 billones de pesos) y Canoas (4,5 billones de pesos de los que la CAR pondrá 1,5 billones), en Bogotá, y adquirir un crédito con el Banco Mundial para limpiar el río Bogotá por 250 millones de dólares.

Al tiempo, durante su gestión la CAR ha tomado algunas que han sido objeto de crítica, como la de reducir la ronda de protección del río Bogotá, en algunos casos de 270 a 35 metros.

Y aunque no debería tener una incidencia directa en la decisión que tome la CAR sobre el proyecto que propone Peñalosa en la Van der Hammen, ya que eso le corresponde al Consejo Directivo, él sí incide, por ejemplo, en el nombramiento del equipo técnico de la corporación que está estudiando el tema para darle insumos a ese Consejo.

Además, tiene un poder natural producto de sus funciones, pero que en medio de la polémica por la expansión desordenada de la Sabana es clave: la función que tiene la CAR de concertar los Planes de Ordenamiento Territorial con los municipios. Franco nombró en la Dirección de Ordenamiento Territorial de la CAR, que es la que se encarga de eso, a Camilo Bello Zapata, un exsecretario de Planeación de Cajicá, investigado por la Procuraduría por las presuntas irregularidades en la aprobación del POT de ese municipio.

Betty Zorro Africano

Zorro está entre los superpoderosos porque aunque no tiene un poder en todo Cundinamarca, sí lo tiene en Soacha, el municipio más poblado del departamento con casi 635 mil habitantes, según el preconteo del Censo que hizo el DANE el año pasado, y una Alcaldía que manejará este año 375.000 millones de pesos.

Esta licenciada en idiomas que fue profesora tiene una carrera política en ascenso. Inició su vida política como concejal, de donde dio el salto a la Asamblea como diputada y después a la Cámara en 2014. Aunque se quemó con 13.400 votos, ocupó la curul tras la renuncia de Jorge Rey, que se lanzó para aspirar a la Gobernación. El año pasado más que dobló su votación al sacar 31.000 votos, de los que sacó 11.000 en Soacha.

Allí es la madrina del actual Alcalde, Eleázar González, también profesor, y por lo tanto le atribuyen la capacidad de incidir en el nombramiento de secretarios y cuotas. También, nos dijo una fuente, se ha fortalecido entre las Juntas de Acción Comunal.

Zorro se logró acomodar en el poder luego de la pérdida de poder del clan Ramírez, tres hermanos que durante más de 15 años controlaron políticamente a Soacha.

Carlos Enrique Cavelier

Ocho de las 18 fuentes que consultamos para esta historia nos mencionaron a este empresario, presidente de Alquería y de la Fundación Cavelier Lozano.

En Cundinamarca, que es el segundo productor de leche en el país, Alquería tiene su principal planta en Cajicá y convenios con 51 asociaciones lecheras, cada una con entre 20 y 30 personas. En todo el país tiene convenios con 13 mil ganaderos.

Además de su incidencia económica, también se ha metido con la política educativa de municipios de la Sabana como Cajicá, Chía, Zipaquirá y Tenjo. Ha hecho trabajo e inversión en educación que entre becas y ayudas a municipios ha sido de casi 22.700 millones de pesos.

Eso le ha generado un reconocimiento que lo perfila como una figura política que puede entrar a jugar en cualquier momento, como quedó en evidencia a finales del año pasado, cuando manifestó su intención de lanzarse por firmas a la Gobernación de Cundinamarca después de que lo buscaron de partidos como Alianza Verde y Centro Democrático.

Al final, declinó, pero en todo caso la política no le es extraña. Por el Nuevo Liberalismo, en los 80 fue concejal de Cajicá, diputado y Representante a la Cámara. Y actualmente su esposa, María Teresa Piedrahíta, es concejal de Cambio Radical en Cajicá.

“Muchos hemos querido hacerlo Gobernador y no acepta, prefiere el bajo perfil”, nos dijo un dirigente uribista de Cundinamarca.

 

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