Miguel Peñaloza: el hombre del día D por el Sí

Miguel Peñaloza duró tan solo tres meses como Ministro de Transporte de Juan Manuel Santos en 2012 y salió del gobierno en medio de un escándalo denunciado por Daniel Coronell. Ahora resucita públicamente como una figura clave en la campaña por el Sí en el plebiscito.

Peñaloza será el encargado de la coordinación del día de las elecciones de la campaña oficial por el Sí (el día D), que coordinan en lo político el ex presidente liberal César Gaviria y en lo financiero el ex presidente de Avianca, Fabio Villegas .

La labor de un coordinador de elecciones es poner buses el día de la votación para llevar a la gente a votar; asegurar que la campaña tenga testigos electorales para cuidar sus votos en todos los puestos de votación, que los testigos reciban los refrigerios, camisetas y demás indumentaria; y arreglar problemas logísticos que ocurran a última hora. Básicamente, garantizar que todos los requisitos para que la maquinaria electoral funcione el día que toque estén en orden.

Es el último eslabón de la mecánica electoral, particularmente clave en las campañas que se la juegan por la maquinaria, moviendo líderes que aseguran llevar votantes a las urnas y, en muchas campañas clientelistas, comprando los votos.

Peñaloza es un experto en la coordinación de campañas políticas. Como contó La Silla, gracias a él la coordinación logistica de las dos campañas presidenciales de Álvaro Uribe y la pimera de Santos fueron todo un éxito.

“En todas las elecciones lo llaman. Es un experto en eso”, explicó a La Silla un directivo de un partido de la Unidad Nacional, que no quiso dar el nombre por susto a que luego no apoyaran su campaña por el Sí.

“Yo creo que el verdadero espacio de poder lo tiene Miguel Peñaloza, el coordinador del día D”, dice otro. “(Fabio Villegas y los demás que trabajan con él) no saben cómo organizar los recursos ni cómo gastarlos en un ejercicio de logística electoral complejo. Peñalosa sí sabe”, dijo un congresista de otro partido de  la Unidad Nacional.

“Ahí el día más importante es el día D y Miguel Peñaloza es el que va a estar a cargo de todo”, dijo otros congresista de la Unidad Nacional.

Peñaloza, no solo tiene esa trayectoria, sino que  además es bienvenido entre los diferentes partidos de la Unidad Nacional. Primero, porque aunque no es de ningún partido, los que lo ven como de La U, pero son de otro partido no lo rechazan.

“Él es de La U pero es serio. No está buscando protagonismo ni plataformas políticas”, dice una fuente de otro partido de la Unidad Nacional.

Además, el ex ministro conoce las regiones: fue Consejero Presidencial para las Regiones entre 2006 y 2012, encargado de organizar los consejos comunitarios del entonces presidente Álvaro Uribe y de mantener las buenas relaciones entre la Presidencia y los alcaldes y gobernadores.

Después de participar en la coordinación de la campaña presidencial de Santos, se convirtió en su Alto Consejero para las Regiones y la Participación Ciudadana, donde coordinó los “Acuerdos para la prosperidad” con los que Santos imitó los consejos comunitarios de Uribe.

Estuvo en ese cargo hasta que Santos lo nombró Ministro de Transporte en 2012, en reemplazo de Germán Cardona  quien renunció, como lo contó La Silla, por las múltiples presiones de parte de los contratistas de la infraestructura del país.  

Pero Peñaloza duró tres meses. Daniel Coronell denunció que su empresa familiar PYG había recibido millonarios contratos del Estado mientras él era Consejero Presidencial y Ministro.

De acuerdo con Coronell contrató con el Ministerio de Educación, la Superintendencia de Servicios Domiciliarios, los Seguros Sociales, Invías, Findeter, el Fondo Nacional del Ahorro y el Sena.

La procuraduría inició una investigación contra Peñaloza quien ante las acusaciones se defendió diciendo la única inhabilidad que tendría la empresa PYG sería para contratar con el Ministerio de Transporte o con entidades adscritas a esa cartera.

Ante el escándalo Peñaloza presentó su renuncia a lo que  Santos le respondió “ni a usted le conviene irse, ni a mí me conviene que se vaya”. Sin embargo, por razones éticas, Peñaloza renunció al cargo. La Silla confirmó con la Procuraduría que el caso contra Peñaloza está cerrado hace varios años. También intentó comunicarse con él  pero no fue posible contactarlo.

Desde entonces, había estado fuera de la escena política. Ahora reaparece, aunque sin mayor visibilidad hasta ahora, como un hombre clave para que el sí gane el plebiscito.