La directriz presidencial de ir con candidatos únicos del santismo a las regionales de octubre se está dificultando, no sólo por las realidades políticas de cada región, como lo contó La Silla, sino porque ahora en la coalición de Gobierno muchos convirtieron el tema en el primer pulso por las presidenciales de 2018.
Pelea por candidatos únicos santistas, primer pulso de 2018
La directriz presidencial de ir con candidatos únicos del santismo a las regionales de octubre se está dificultando, no sólo por las realidades políticas de cada región, como lo contó La Silla, sino porque ahora en la coalición de Gobierno muchos convirtieron el tema en el primer pulso por las presidenciales de 2018.
Aunque es normal que las locales sean un primer termómetro en el camino hacia la Presidencia, la particularidad de estas elecciones en el caso de la Unidad Nacional santista es que -por orden del Presidente- ellos deben tratar de ir en coalición en todas las regiones que puedan para cerrarle la puerta al uribismo. Ese asunto inmediato implica alianzas entre liberales, La U y Cambio Radical que se supone minimizan momentáneamente la pelea de 2018.
Pero esas alianzas están embolatadas en varias zonas. Y a eso se suma que los tres partidos anunciaron ya, con tres años de anticipación, que jugarán con candidatos propios en las próximas presidenciales.
En noviembre lo anunciaron en Barranquilla los copresidentes de La U, los senadores José David Name y Roy Barreras. En diciembre, fue el senador rojo Horacio Serpa el que le dijo a La Silla que los liberales no estaban dispuestos a prestarle el trapo rojo al vicepresidente Germán Vargas Lleras (jefe y posible aspirante presidencial de Cambio Radical) y que por eso pondrán su candidato.
Y Cambio Radical no necesita decirlo porque su único presidenciable es uno de los hombres más poderosos del Gobierno y se da por descontado que aspirará en tres años.
Precisamente, el pulso hoy en la coalición arranca con él.
Resulta que la semana pasada el grupo del gobernador del Magdalena Luis Miguel ‘el Mello’ Cotes (mandatario de Cambio Radical) selló alianzas con varios caciques locales de distintos partidos (algunos condenados por parapolítica) que estaban pensando ponerle competencia a la candidata del Mello a la Gobernación: Rosa Cotes, su propia tía.
Representantes de esos caciques entraron al gobierno regional y con esa jugada, el movimiento del Gobernador aseguró un contradictor menos para Rosa.
Pero dejaron por fuera de la alianza a los liberales, que tienen de precandidato a la Gobernación al ex magistrado Joaquín José Vives, quien tiene más cancha política que Rosa Cotes y no está dispuesto a bajarse de su aspiración por ella. Por lo menos, esa es la posición que ha mantenido hasta ahora.
Lo que una persona importante del Partido Liberal, que prefirió no ser citada, nos dijo es que allá creen que el grupo del Mello le apostará a la tía no sólo porque les genera más confianza que Vives (así él posiblemente sea mejor candidato y tenga más experiencia política) sino porque con ella garantizan una mandataria de Cambio Radical para Vargas Lleras en 2018. Y no un gobernador liberal.
Eso debido a que por mucho que para las regionales los aspirantes únicos del santismo lleguen en coalición, hay políticos que militan en un partido que será el que finalmente podría aprovechar el botín electoral de una alcaldía o gobernación dentro de tres años. Por eso es clave ahora de qué toldas sale cada carta con la que juegue la Unidad Nacional.
“El que ha roto esto es Vargas Lleras, que está tratando de quedarse con la mayoría de candidaturas a alcaldías y gobernaciones, porque sabe que ya Serpa dijo lo del candidato propio y que acá por La U no tiene posibilidad de aspirar”, afirmó por su parte un dirigente de La U que también habló off the record, refiriéndose a las alianzas con miras a octubre.
Por las dificultades que ha tenido que enfrentar, además de las particulares dinámicas de cada región, la idea de las candidaturas únicas santistas para las locales ha pasado de pensarse para todos los departamentos a buscarse luego sólo en zonas de uribismo fuerte y últimamente “en donde se pueda”, como le dijo a La Silla el copresidente de La U Roy Barreras.
En Bogotá, el llamado a ser el aspirante único de la Unidad Nacional (por su ascenso en las encuestas recientes) era el ex ministro liberal Rafael Pardo, a quien incluso entraron a apoyar todos los concejales de La U y los congresistas de Bogotá. Eso hasta que a fines del mes pasado el presidente de Cambio Radical Carlos Fernando Galán propuso una consulta interna o gran alianza e invitó a varios posibles precandidatos para escoger al que representara a la Unidad Nacional. Entre ellos, el ex alcalde verde Enrique Peñalosa, quien también marcó relativamente bien en la reciente polimétrica de Cifras y Conceptos.
Eso fue interpretado por algunos en los círculos políticos como un amague de boicot a la aspiración de Pardo, quien ha dicho que si no es el candidato único de la coalición retira su aspiración pues no someterá su nombre a una consulta.
“En Bogotá nos están apretando, nos quieren meter presión, moviendo el tema de Peñalosa, pero eso por lo general lo hacen para que nosotros les facilitemos las cosas en otra región. O sea, es una negociación”, le dijo a La Silla otro dirigente liberal consultado.
Nos comunicamos con Galán para saber si su propuesta tenía que ver con el primer pulso para 2018 y no fue posible, pero él hace varias semanas le había dicho a La Silla que ésta no fue consultada con Vargas Lleras. En contraste, un congresista de Cambio Radical nos dijo que por la dinámica de la fluida relación Galán-Vargas no es posible que no se lo haya dicho. Y que en cualquier caso, el tema no fue socializado en bancada.
Otro ejemplo de incomodidad con el tema Vargas y las coaliciones está ocurriendo en el Atlántico, en donde la Alcaldía de Barranquilla ya está más que cantada (debido a que arrasa en las encuestas en intención de voto) para el vargasllerista exalcalde Álex Char. Ante eso, se supone que entre los liberales y La U deberían elegir al aspirante a la Gobernación.
Pero ha generado expectativa la campaña que sonó a ese cargo del ex consejero para la Seguridad de la alcaldesa -del grupo Char- Elsa Noguera: Guillo Polo, a quien en los corrillos ven como cercano a Álex Char. Aunque una fuente conocedora del proyecto de Polo le dijo a La Silla que ya no se piensa lanzar.
Por ahora, en el departamento costeño la Unidad está partida además porque La U llevará de candidato a la Gobernación al ex concejal que estuvo en Cambio Radical Alfredo Varela y los liberales posiblemente al ex gobernador Eduardo Verano de la Rosa. (“Es muy difìcil no darle el aval a Verano por sus credenciales, aunque hay otros precandidatos”, nos dijo un líder liberal).
Las tensiones y desacuerdos están, pues, a la orden del día. Las cartas terminarán de destaparse el próximo mes, cuando se empiecen a cantar los avales de las colectividades. Y aunque los tres partidos santistas están firmes en alianzas en departamentos como Sucre, en donde se aliaron en contra del polémico ex congresista Yahir Acuña, como lo contó La Silla, estos ejemplos evidencian que la directriz presidencial sigue enredada en el mismo corazón de la Unidad Nacional.