Ángela María Robledo es la última en la lista de aliados cercanos a Petro que rompen relaciones con él tras desacuerdos tanto políticos como personales. Acá contamos más sobre estas rupturas y lo que hay detrás.
Petro vuelve a mostrar que es más de votantes que de amigos
La salida de Ángela María Robledo, fórmula presidencial de Gustavo Petro en 2018, de la Colombia Humana tiene varias aristas, y una de ellas es que reitera un patrón de desavenencias y rupturas entre Petro y quienes han sido sus más cercanos aliados.
Para una fuente cercana a Petro dentro de la Colombia Humana, la salida de Robledo muestra un problema de democracia en el movimiento, donde las decisiones aún se toman alrededor de un sistema “que puede ser caudillista o incluso llegar a ser autoritario”.
Y es que, desde que salió del Polo Democrático en 2011, el excandidato presidencial ha sumado acusaciones de caudillismo que repiten varias de las personas que se han alejado de él.
“Sus rupturas no son personales”, le dijo a La Silla una persona que trabajó muy de cerca con él durante su Alcaldía, y que prefirió no ser identificada para no meterse en una pelea. “Tiene una visión de la política que le permite borrar las humanidades. Trabaja en política, no en hacer relaciones humanas. Él no tiene amigos”.
“El problema no es programático, el problema es en el ejercicio de la acción política, del poder, de liderazgo”, dice otro de los que fueron sus aliados íntimos durante años.
De hecho, varios de sus más cercanos escuderos hoy, como el senador Gustavo Bolívar, hacen política con él hace muy pocos años, mientras que los viejos compañeros se han ido alejando de a pocos.
Estas son las rupturas más visibles:
García-Peña fue uno de los grandes aliados de Petro en el Polo, fue su jefe de debate en la campaña a la presidencia en 2010, se salió con él después de ese partido, y como jefe de debate de su campaña a la Alcaldía de Bogotá en 2011 fue clave para su triunfo en esas elecciones. Cuando Petro llegó a la Alcaldía lo nombró Director Distrital de Relaciones Internacionales, y a su esposa María Claudia Valencia la nombró Secretaria de Hábitat.
Tras apenas seis meses, en junio de 2012 Petro desvinculó a Valencia, aunque nunca se conocieron públicamente las razones por las que el Alcalde le pidió la renuncia. García-Peña reaccionó renunciando a través una carta pública en la que decía: “Un déspota de izquierda, por ser de izquierda, no deja de ser déspota”.
A pesar del distanciamiento, para la segunda vuelta de 2018 García-Peña dedicó una columna en El Espectador a su apoyo a Petro. A esto el entonces candidato trinó dándole la bienvenida a la Colombia Humana, aunque, hasta donde sabemos, García-Peña no entró al movimiento.
Desmovilizados del M-19, en el que Navarro estaba en la comandancia mientras Petro no, fueron aliados en la política durante muchos años, entraron juntos al Polo y fueron fórmula al Congreso (Navarro al Senado, Petro a la Cámara).
Cuando Petro llegó a la alcaldía y nombró a Navarro su Secretario de Gobierno, era una muestra de esa cercanía. Pero Navarro renunció apenas tres meses después alegando motivos personales.
Petro siempre negó que esa salida fuera producto de desavenencias, aunque se reveló en medios una pelea entre Navarro y Álex Vernot, abogado muy cercano a Petro y quien había participado en su campaña. Una fuente cercana a ambos afirma que Navarro y Petro sí tenían diferencias, por ejemplo respecto al futuro del Sitp, pero no eran problemas personales sino discrepancias normales.
Desde entonces, Navarro y Petro han estado en orillas distintas de la izquierda colombiana. Aunque coincidieron brevemente en la Alianza Verde, Petro se salió y Navarro sigue en ella: fue su precandidato presidencial en 2017, apoyó a Sergio Fajardo en las presidenciales de 2018 cuando Petro competía, y a Claudia López a la Alcaldía de Bogotá en 2019, en oposición al petrista Hollman Morris.
Eso sí, con López y otros verdes apoyó a Petro para la segunda vuelta de 2018.
Tras entrar al Polo para las elecciones locales de 2003 en las que llegó al Concejo de Bogotá, se acercó a Petro como parte del ala que en ese entonces se veía como más moderada.
Con Petro lanzaron en 2010 el informe sobre el carrusel de la contratación en la Alcaldía de Samuel Moreno, en su momento un hecho político de gran magnitud que fue parte de la fractura de la izquierda; en 2011 se retiró del Polo para lanzarse al Concejo por la lista de los Progresistas de Petro.
Pero en 2014 De Roux denunció falta de compromiso del entonces alcalde Petro en la lucha contra la corrupción, una ruptura tan fuerte que durante la segunda vuelta presidencial de 2018 el exconcejal publicó varios trinos denunciando el carácter “semi dictatorial y caudillista” del Senador.
Tras largos años en Codhes, una conocida ONG de Derechos Humanos, Rojas entró al Estado como secretario privado, de Gobierno y de Integración Social de Petro en la Alcaldía. En esos años era uno de los hombres de confianza de Petro.
Fue uno de los creadores y luego líderes de la Colombia Humana entre 2017 y 2018, incluyendo la candidatura presidencial de Petro de la que fue coordinador político.
Pero en 2019, cuando era precandidato a la Alcaldía de Bogotá y Petro eligió en su lugar y a dedazo a Hollman Morris, renunció al movimiento con una carta en la que dijo que éste sufre de “un déficit de democracia”. “Yo creí en la palabra de los líderes de Colombia Humana y no se cumplió”, dijo entonces. Después aclaró que sigue en el movimiento pero con esa enorme distancia.
La elección de Hollman Morris como candidato a la Alcaldía de Bogotá en 2019, cuando tenía una denuncia reciente por violencia económica intrafamiliar, le trajo a Petro problemas con varias mujeres del movimiento, entre ellas Maldonado.
La relación de Maldonado y Petro era de larga data: la académica experta en urbanismo de la Nacional estructuró su plan de desarrollo de Bogotá, fue su Secretaria de Hábitat y de Planeación, ficha para sucederlo en la Alcaldía en las elecciones de 2015, y coordinadora de su programa de gobierno para la candidatura presidencial del 2018.
Sin embargo, en 2019 denunció que en la Colombia Humana se tomaban decisiones sin consenso y criticó lo que veía como incoherencia, por tener de candidato a Morris cuando el movimiento habla de cero tolerancia hacia la violencia contra las mujeres.
Esta académica, que entró a la política de la mano de Antanas Mockus y llegó a la Cámara gracias a la ola verde de 2010, llegó al petrismo hace poco pero se hizo muy visible.
Como verde se fue acercando a políticos petristas, y para la campaña de 2018 renunció a su partido y se convirtió en fórmula vicepresidencial de Petro y en una de sus mayores aliadas políticas, tanto en la campaña como luego, en la Cámara de Representantes.
Pero en 2019 se negó a apoyar la candidatura de Hollman Morris a la Alcaldía de Bogotá que había definido Petro. A raíz de esto empezó a recibir ataques de petristas, algunos violentos, y luego denunció el silencio de Petro antes esos ataques (el Senador incluso lo justificó diciendo que “Twitter es como un baño público”).
La relación nunca se recuperó; en 2020 anunció que estaba considerando una candidatura presidencial para 2022 por fuera de la Colombia Humana y hoy renunció definitivamente al movimiento, “por acciones, omisiones e injustificados silencios”, afirmando haberse quedado sin espacio político al interior del movimiento.