Humberto de la Calle arranca campaña mostrándose como un candidato conectado con los que defienden la paz y sin color partidista.
Y se lanzó el que encarna los Acuerdos
Encarnando los acuerdos de Paz, Humberto de la Calle lanzó esta mañana su candidatura presidencial. Lo hizo invitando a buscar una coalición que defienda en las elecciones presidenciales el Acuerdo con las Farc para “ganar la primera vuelta” y mostrándose como un liberal que está está más allá de su partido.
Al hacerlo refuerza la apuesta de que es la paz el tema que definirá las elecciones, y que lo haga a su favor, y para eso empieza como un candidato conectado con quienes han defendido la paz desde la calle y sin color partidista.
Aunque por su pasado reciente como jefe negociador del Gobierno ante las Farc, es inevitable que su nombre esté ligado al Acuerdo, el lanzamiento muestra que su estrategia es reforzar ese legado y así marcar una diferencia con otros candidatos que defienden el Acuerdo pero tienen otros énfasis, como Jorge Robledo con la estructura económica, Claudia López con la corrupción o Sergio Fajardo con la educación.
El riesgo es que si para marzo la gente no se ilusiona con la paz, su campaña podría naufragar.
El candidato de la gente y de la paz
De la Calle arrancó su primer discurso como candidato poniendo de presente dos de sus cargos más visibles: su reciente papel como negociador con las Farc y su trabajo como constituyente en 1991. Desde ahí empezó a mostrarse como un candidato más de la ciudadanía que de la maquinaria.
De hecho, obvió su labor como vicepresidente de Ernesto Samper -cargo al que renunció-, como Ministro de Gobierno de César Gaviria, como Embajador, magistrado de la Corte Suprema y Registrador Nacional, cargos que representan la trayectoria de un político tradicional.
Y lo hizo para mostrarse como el candidato de los ciudadanos que defienden la paz: aunque no se llamó a sí mismo el candidato ‘de los Acuerdos’ o ‘de la paz’, sí dijo que su labor será “honrar la palabra empeñada en el Teatro Colón”. Es decir, defenderlos.
”Me siento capacitado para conducir al país”
“Me siento capacitado para conducir al país, por el camino de la paz, del diálogo, de la unión entre todos, para sacarlo adelante”, dijo, haciendo énfasis en su bandera del diálogo y la paz.
Horas antes de que De la Calle anunciara su lanzamiento formal, 400 líderes sociales y gremiales publicaron una carta diciendo que su liderazgo permitirá garantizar la implementación total del Acuerdo, lo que le permitió al candidato recordar que ha tenido el apoyo de grupos de ciudadanos, sobre todo estudiantes, que estuvieron a favor del plebiscito y de la renegociación con el No.
“Hay que ir más allá, a convocar movimientos sociales, a intelectuales, profesores, hacer una cosa muy grande”, dijo hoy.
En línea con esa imagen de candidato ciudadano, anunció que recibirá propuestas sobre temas de salud, educación, acceso a la justicia, superación a la pobreza, seguridad, entre otros, para involucrarlos en su plan de Gobierno que presentará en noviembre.
“En noviembre daremos cuenta de las propuestas recibidas y anunciaremos nuestros compromisos completos. Tendremos una plataforma colectiva”, dijo.
Pero, a la vez que hizo énfasis en ese carácter ciudadano, habló de la mecánica política de la que también depende su aspiración.
Y el candidato liberal
De la Calle dijo que esperará a la Convención del Partido Liberal, en el que siempre ha estado, para definir si se convierte en su candidato y desde allí armar una coalición para defender los Acuerdos, o si se va por firmas.
Lo segundo pinta muy difícil por tiempos: la Convención es el 28 de septiembre, para irse por firmas tendría que presentarlas en noviembre, y necesita recoger poco más de 300 mil. Si no arranca desde antes de la Convención, es muy difícil que las logre. Por eso, el Congreso liberal es importante en su aspiración.
En esa Convención los liberales seguramente van a proclamar al ex presidente César Gaviria, a quien De La Calle es muy cercano, como su nuevo presidente único. También deben definir cómo llegarán a 2018, si con candidato propio o buscarán una alianza antes de primera vuelta, y cómo elegirán a su aspirante.
Sobre el primer punto, todo indica que irán en alianza.
Esa es la plataforma de Gaviria para ser presidente del partido, como le contó en mayo a los 59 congresistas liberales. En esa reunión dijo que a la primera vuelta deben llegar como parte de una alianza con otros sectores que apoyen la paz. Esa idea la comparten los precandidatos Juan Manuel Galán (senador) y Juan Fernando Cristo (ex ministro), y encaja perfectamente en el discurso de De La Calle.
Sobre la mecánica para escoger al candidato hay dos opciones: una es que sea definido por aclamación en la Convención (algo que parece improbable y no comparten los precandidatos) y luego haga una consulta con otros aspirantes que defienden la paz, y la otra es que todos los liberales lleguen a una consulta interpartidista con esos mismos aspirantes que defienden la paz, como Clara López. Esa consulta se haría en marzo, al tiempo con las elecciones al Congreso.
“La consulta es para modernizar y renovar el partido y debe ser con todos los precandidatos y que todos los ciudadanos, no solo los liberales, puedan votar”, nos dijo Galán.
”La consulta es para modernizar al liberalismo”
La idea, más tradicional, de hacer una consulta interna para luego armar una alianza, parece descartada. Eso porque ya no hay tiempo (tendrían que hacerla de aquí a diciembre y contar con recursos de la Registraduría) y porque calculan que en una interpartidista el elegido saldría con el impulso de muchos más votos. Especialmente si es al tiempo con las elecciones a Congreso.
En esa línea de definir un candidato que sea a la vez “de la paz” y liberal, hoy De la Calle se refirió explícitamente a su partido. Pero lo hizo poniéndose por fuera de él (“sería gratificante tener su apoyo”, dijo) y dejando unas condiciones para ser su candidato (“estoy interesado en ese partido siempre y cuando estén comprometidos con la paz”).
Aparte de la exigencia del apoyo al Acuerdo, pidió que se mantenga “el ideario liberal” (respeto a la vida, la no discriminación, el libre desarrollo de la personalidad), y que todo el partido apoye la consulta interpartidista.
”Es el único candidato que reúne una coalición del Sí”
“Que haya reglas que garanticen la unidad, que mantengan los apoyos a la paz irrestrictos de los contendientes, basados a la filosofía liberal y no impidan alianzas posteriores mucho más grandes”, dijo.
Para una persona cercana a De la Calle consultada por La Silla, esas condiciones son mensajes implícitos a dos otros dos aspirantes: a la senadora Viviane Morales, con quien difiere en temas como la adopción igualitaria y en algunos puntos de la reglamentación del Acuerdo como la JEP; y al exvicepresidente Germán Vargas Lleras.
El factor Vargas Lleras
El domingo, en la entrevista semanal de Yamid Amat en El Tiempo, De la Calle le envió puyas a Vargas.
“Ver que el jefe natural de Cambio Radical ha guardado silencio sobre el tema de la paz, y muchos de sus seguidores en el Congreso lo que hacen es dificultar el desarrollo de los acuerdos”, dijo, refiriéndose a las críticas del vargasllerismo a la implementación.
Eso es relevante porque, aunque se salió del Partido Liberal hace 11 años, el ex vicepresidente seguramente será una competencia interna para De La Calle en ese partido.
Vargas ya se ha reunido con dirigentes rojos, como el representante y codirector Alejandro Carlos Chacón, e incluso lo hizo con el hijo del expresidente César Gaviria, el exdirector del DNP, Simón Gaviria, lo que generó una polémica en el partido.
Aunque hasta ahora esos coqueteos de algunos con Vargas no han generado una ruptura, no es imposible que ésta ocurra antes de primera vuelta. Sobre todo porque para muchos es mejor jugársela hoy por un candidato que puntea las encuestas y del que muchos creen que va a ser el ganador (según la encuesta Polimétrica el 22 por ciento de encuestados dijo que creían que el exvicepresidente sería el Presidente), como Vargas, y no por uno que hasta ahora se lanza, como De La Calle.
E incluso si no se rompe formalmente el Partido, puede que haya un deslizamiento por debajo. Como hemos reportado en varias regiones, Vargas Lleras lleva meses adelantando campaña con políticos y caciques electorales de varios partidos, incluido el liberal, para arrastrarlos a su candidatura e incluso a su partido.
Por ahora, De la Calle tiene apoyos liberales con la base de representantes que están en la línea con el expresidente Gaviria, y que le pueden ayudar a evitar el deslizamiento hacia Vargas. Pero en los demás partidos falta por construir apoyos.
“Hay una base partidista, como es natural, que es la base de partidos que apoyan el proceso de paz, porque la fibra conductora del proceso de paz es que haya implementación de los acuerdos. Allí están los liberales, La U, los Verdes”, dijo el nuevo precandidato.
En La U, De la Calle podría tener como aliados a quienes también han defendido el proceso, como el también exnegociador Roy Barreras y el saliente codirector, Armando Benedetti. Sobre todo, porque ese partido anda huérfano de candidatos.
“De la Calle es el único que puede recoger el apoyo del Sí por encima de otros candidatos, como Vargas Lleras o Claudia López”, nos dijo Benedetti.
Sin embargo, como La U se concentrará en una estrategia para mantener mayorías en el Congreso de 2018 (como quedó claro en la reunión de hace dos semanas con Santos), y como parte de su bancada es más afín a Vargas Lleras o al uribismo, ese apoyo está lejos de ser seguro y unánime.
“Yo no me subo a una tarima con De la Calle”, nos dijo un senador del Caribe, hace dos semanas, al término de la reunión con Santos. De hecho, en regiones como Antioquia y Cesar, el vargasllerismo ya se llevó a miembros de La U.
Con los Verdes, aún no es clara la posibilidad de una alianza. Si bien hoy la senadora y precandidata Claudia López dijo que con la aspiración de De la Calle “crece el liderazgo por una Colombia que avanza”, la prioridad parece ser la alianza anticorrupción con Jorge Robledo y Sergio Fajardo, aunque todavía está arrancando.
Por eso, que De la Calle arranque su campaña dirigiéndose más a la sociedad civil que a los políticos, capitalizando más su imagen como jefe negociador del Acuerdo que su experiencia en las lides políticas, es una forma de empezar a mover su nombre sin esperar las definiciones de su partido y de los demás aspirantes.