Catalina Ortiz Lalinde es una política, diplomática y consultora vallecaucana. Actualmente es representante a la Cámara por el Valle de la Alianza Verde.
Nació el 11 de enero de 1973 en Cali. Es abogada de la Universidad de los Andes y magíster en Administración Pública de la Universidad de Harvard.
Trabajó en el Senado como asistente en la UTL de Eduardo Pizano de Narváez desde 1996. Se dedicaba a hacer distintas labores: coordinaba prensa, hacía seguimiento a proyectos de ley y ayudaba a redactarlos.
Pasó por el Ministerio de Minas y Energía cuando Luis Carlos Valenzuela y Carlos Caballero ocuparon esa cartera durante el gobierno de Andrés Pastrana. Allá hacía las funciones de jefe de gabinete del ministro, manejaba prensa y era enlace del Ministerio con el Congreso.
Después de hacer su maestría en Harvard, llegó a la Embajada de Colombia en Washington como consejera de Relaciones Exteriores y Consejera Comercial de la mano del entonces embajador Luis Alberto Moreno, a quien conoció cuando trabajó en la administración de Pastrana. Permaneció en ese lugar entre 2002 y 2003.
Luego de eso se devolvió para Colombia para manejar la Fundación Terpel, tarea en la que trabajaba seguido con las autoridades de Medellín, que en ese momento estaban en cabeza de Sergio Fajardo como alcalde.
Su primer acercamiento a unas elecciones fue en 2009 cuando Fajardo la fichó para su campaña por Compromiso Ciudadano y le ayudó a construir la organización nacional de la campaña. Luego, en 2010, trabajó como coordinadora de movilización ciudadana de la Ola Verde cuando Fajardo se alió con Mockus.
Una vez Mockus perdió en segunda vuelta y Santos asumió como presidente, su gobierno estaba buscando a alguien para gerenciar una nueva entidad que trabajaría en temas de emprendimiento desde un enfoque internacional, y así quedó ella en el cargo.
Por esa época también fue consultora. Trabajó para Confecamaras para planear la estrategia organizacional cuando llegó como presidente Julián Domínguez, quien hoy en día es presidente del Consejo Gremial.
Fue fundadora y primera gerente de esa entidad en 2011, que tomaría el nombre de INNpulsa. Permaneció allí hasta 2015, cuando nombraron como su sucesor al actual alcalde de Medellín, Daniel Quintero. Luego de eso tuvo un breve paso por Confama en 2017, hasta que llegaron las elecciones de 2018.
En ese año quedó como cabeza de lista de los verdes para la Cámara por el Valle del Cauca como ficha para reforzar a los verdes y la campaña de Fajardo en el departamento. Al final fue la única que salió elegida con 31.798 votos.
Como fórmula de Mockus también estuvo tuvo la tarea de hacerle campaña en el Valle para el Senado y les fue bien, pues el exalcalde de Bogotá sacó un poco más de 40.000 votos en el departamento (más del doble que los votos por la lista verde y casi 5 veces más que Angélica Lozano, la siguiente más votada de la lista).
Ortiz representa los sectores de los privados del Valle del Cauca. “Representa al sector del turismo, economía naranja. Pero diría que su capital político está sobretodo en el sector de los textiles, medios audiovisuales y turismo y hoteles”, nos dijo una fuente que prefirió no ser citada.
Una vez aseguró curul, se enfocó en hacerle campaña para la primera vuelta a Sergio Fajardo en el departamento, quien ya la había apoyado en su campaña en la Cámara. No ganaron en el Valle, pero sí lo hicieron en 4 de los 5 municipios y ciudades más poblados: Cali, Palmira, Buga y Jamundí. En Buenaventura, la segunda más poblada, ganó Petro.
Como el resto del fajardismo, se sumó a la campaña por el voto en blanco en la segunda vuelta.
Ensambló un equipo político de cara a las elecciones regionales de 2019 para diferentes corporaciones, pero no tuvo tanto éxito. Apostó por Duvelier Sánchez a la Gobernación (se quemó), Arabella Rodríguez al Concejo de Cali (se quemó), Paola Arenas a la Asamblea Departamental (quedó elegida), Felipe Ramírez a la Alcaldía de Jamundí (quedó elegido) y Jaime Sánchez al Concejo de Palmira (se quemó). Fajardo devolvió favores apoyándolos también.
Catalina Ortiz ha resaltado en el Congreso, no necesariamente desde los proyectos de ley dado que todos han sido en coautoría con otros congresistas según sus informes de gestión de 2018-2019 y 2019-2020, sino por proposiciones en comisión y plenaria, así como debates de control político. Se mueve sobre todo en temas como corrupción, género, emprendimiento y presupuesto.
Se juntó con el sector político de Claudia López y Angélica Lozano para hacerle campaña al “7 veces sí” en la Consulta Anticorrupción, que finalmente se hundió en el Congreso.
Como contamos acá, es una de las representantes que ha impulsado las listas paritarias en el Congreso, y también es coautora de un proyecto de ley para incentivar la participación política de las mujeres (va en primer debate).
Además de eso quiere hacerse conocer como la voz de los emprendedores en el Congreso. Respaldó públicamente la necesidad de crear una ley de emprendimiento, como la que pasó y aprobó el Gobierno antes de terminar el 2020, pero de la cual también ha sido crítica.
Propuso dos grandes debates de control político y uno que no fue tan mediático. Fue una de las citantes al de Carlos Holmes Trujillo por violencia policial y otro de libertad de prensa al que fueron citados varios ministros. Igualmente citó a la Dian a principios de 2019 para hacerle seguimiento a la facturación electrónica.
En el Congreso trabaja con todos, pero los más cercanos son algunos de su bancada como Mauricio Toro, Juanita Goebertus en la Cámara, y Angélica Lozano e Iván Marulanda en el Senado.
Con quien más dista políticamente es con Inti Asprilla. “Son formas distintas de hacer política. Él es más radical y ella es más tibia”, dijo una fuente a La Silla.
De otros partidos es especialmente cercana al liberal Juan Fernando Reyes Kuri, con quien tiene cercanía por su agenda económica y empresarial, pero sobretodo porque ambos hacen parte del “Bloque del Valle”, como le llaman dentro de la bancada vallecaucana.