La coalición de Claudia López, Jorge Enrique Robledo y Sergio Fajardo quiere poner candidato único a las atípicas de La Heroica, con lo que probarán su cohesión y fortaleza antes de las presidenciales.
Cartagena: la primera gran prueba de fuego de los Ni-Ni
David Múnera, considerado el Robledo cartagenero por ondear las banderas de la anticorrupción, es el primer aspirante que de manera formal se lanza al agua en las atípicas de Cartagena. Tendrá que esperar, sin embargo, la definición de los Ni-Ni.
Antes que las presidenciales del año entrante, la coalición que armaron los precandidatos Claudia López, Jorge Enrique Robledo y Sergio Fajardo medirá su aceite a nivel local en una de las plazas más importantes del país: la Alcaldía de Cartagena, para la cual se realizarán elecciones atípicas, luego de la renuncia, la semana pasada, del alcalde titular Manolo Duque.
Duque (elegido por firmas, pero con respaldo de buena parte de la clase política tradicional, incluyendo condenados) está detenido desde hace tres meses, acusado de haber feriado puestos a los concejales para hacer elegir una contralora de bolsillo.
El presidente Juan Manuel Santos le aceptó su dimisión este martes y ahora deberá, primero, informar de la misma al Consejo Nacional Electoral y a la Registraduría y, luego, hacer la convocatoria a atípicas de aquí a dos meses, según nos explicó el magistrado del CNE Álex Vega.
La primera candidatura que oficialmente saltó al ruedo tras la renuncia del mandatario cartagenero fue la del exconcejal y dirigente del Polo en Bolívar, David Múnera, quien ya fue formalmente proclamado por su partido como la carta con la que quieren aspirar a la silla principal del Palacio de la Aduana.
La iniciativa electoral del Polo, sin embargo, depende de los acuerdos a los que lleguen las fuerzas que representan los llamados Ni-Ni (porque no están Ni con Santos Ni con Álvaro Uribe): además de los polistas de Robledo, los verdes de López y Compromiso Ciudadano de Fajardo.
La razón de ello es que esa alianza, que se concretó en principio para elegir un candidato presidencial único, aprovechará la coyuntura en La Heroica: buscará un sólo aspirante que alce las banderas de las tres colectividades y, de paso, probará su fortaleza y cohesión en una elección que probablemente se dará semanas antes de la gran cita en las urnas por la Casa de Nariño.
La idea, según ya lo han hablado los líderes de cada una de esas tres fuerzas a nivel local, es que cada una de éstas ponga un aspirante y luego se defina un mecanismo de selección consensuado (encuesta, común acuerdo o decisión de los líderes en Bogotá, porque para consulta parece no haber tiempo) para escoger de ahí al candidato único.
Entre todos harían el programa de Gobierno y a ese candidato único le irían a hacer campaña Fajardo, Robledo y López.
“Es la misma visión que tenemos en la Coalición Colombia (como la bautizaron formalmente) a nivel nacional: la idea es que los tres precandidatos presidenciales sean artífices de una propuesta que sin duda va a ser en contra de la corrupción”, nos detalló el aspirante Múnera.
Dos cartas listas y los verdes enredados
Justamente, Múnera es uno de los símbolos de la anticorrupción en Cartagena; una suerte de Robledo cartagenero.
Abogado, docente universitario y militante polista del ala del MOIR, su primera experiencia en un cargo de elección popular fue como concejal del Polo en 2012, silla desde la cual les hizo oposición a los mandatarios Carlos Otero (quien estuvo en encargo) y Dionisio Vélez (quien llegó en unas atípicas).
No pudo repetir curul, no obstante, debido a que con 3.400 votos se quemó en las regionales de 2015.
A pesar de eso, ha seguido activo en lo público, como uno de los pocos políticos locales que no se quedó callado ni pasó de agache frente a las presuntas irregularidades que se cometieron en los casi dos años de Administración de Manolo Duque.
Denunció públicamente, por ejemplo, que Manolo le hubiese dado a una entidad del Distrito que está muy cuestionada la potestad de manejar 1,5 billones de pesos del plan maestro de drenajes pluviales que se debe hacer en la ciudad.
Esa entidad se llama Edurbe y hasta hace muy poco era manejada por un funcionario (Alfredo Ramón Bula Dumar) que tenía vasos comunicantes y era visto como ficha del exsenador condenado por corrupción Juan José ‘Juancho’ García Romero, como lo contamos en La Silla Caribe.
Múnera también pidió constantemente por micrófonos la renuncia a Manolo, quien, además de su proceso penal, enfrenta una investigación disciplinaria en la Procuraduría por la caída de un edificio ilegal que dejó más de 20 muertos.
Ese continuo activismo hoy le está valiendo al exconcejal una mini ola de apoyo cívico que se empieza a evidenciar en las redes sociales, como nos lo comentaron los líderes ciudadanos Juan Diego Perdomo (columnista) y Paola Pianeta (cabeza de iniciativas como el campamento por la paz y un reciente plantón para pedir la renuncia a Duque).
Frente a la de Múnera también se levanta la aspiración de la también abogada Claudia Fadul, líder del fajardista de Compromiso Ciudadano en Cartagena y quien, aunque no lo ha anunciado aún oficialmente, nos confirmó que quiere ser la candidata de la coalición
“Aunque de pronto no tan visiblemente como David (Múnera), vengo trabajando, haciendo reuniones con la gente. Lo importante es que lleguemos a un común acuerdo basado en la confianza. Si en el territorio no mostramos la coherencia de la alianza, mal podríamos aspirar a más a nivel nacional”, nos dijo Fadul.
La aspirante es la aliada de confianza de Sergio Fajardo en Bolívar. Es reconocida por haber sido muchos años presidenta de la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena, pero también ha estado en otros cargos como: la jefatura de la oficina jurídica de la Gobernación de Bolívar (95), la Alcaldía por encargo (96) y la gerencia de la empresa promotora de turismo de la ciudad (86).
Intentó sin éxito llegar al Congreso por el fajardismo y respaldó la candidatura independiente de Judith Pinedo ‘la Mariamulata’, primer mujer alcaldesa de Cartagena.
Con esas dos cartas sobre la mesa, a los Ni-Ni en La Heroica sólo les falta la aspiración que pongan los verdes para poder definirse.
Esa sí está embolatada, debido a la crisis que vive esa colectividad en lo local, tras la detención de una de sus concejales (Angélica Hodge), dentro del caso de presunta corrupción por el que cayó Manolo Duque.
Además de eso, la figura fuerte de los verdes en Cartagena, el excandidato a la Alcaldía Fabio Castellanos, apareció mencionado en uno de los audios que reveló la Fiscalía para imputar a Hodge (y a otros concejales) por cohecho propio y tráfico de influencias.
En el audio en cuestión sale hablando Hodge de la entrega de un puesto que supuestamente le habría exigido Castellanos para un familiar.
Aunque el excandidato negó estar pidiendo puestos, un miembro de la colectividad verde a nivel nacional, la congresista Angélica Lozano, solicitó públicamente en twitter que lo investigaran con objetivo de expulsión. Y un grupo de militantes del verde en Bolívar lo requirió a él y a la concejal Angélica Hodge la renuncia a la colectividad, en un comunicado que fue retomado casi en su totalidad por La W.
Finalmente, fue Castellanos quien decidió apartarse de la vocería verde en su departamento. Pero, teniendo en cuenta lo anterior, no parece muy probable que si ahora decide lanzarse vaya a recibir el respaldo de la dirigencia de Bogotá o de todos sus copartidarios locales.
Los otros aspirantes que suenan en la orilla de los verdes no tienen tanto reconocimiento en la ciudad: Edwin Salcedo, gerente de la campaña de Claudia López en Bolívar, y el odontólogo Federico Ochoa.
En cualquier caso, el que elijan de entre las tres fuerzas no la tendrá del todo fácil frente a las maquinarias de los políticos tradicionales y los movimientos cristianos, que ya empiezan a alinear sus astros para competir. Por el momento, no se vislumbra ninguna aspiración por algún grupo ciudadano.
Aunque no necesariamente sea así, lo que pase en Cartagena con los Ni-Ni de aquí a unos meses podría leerse como un augurio del panorama de las presidenciales.
Nota de la editora: después de publicada esta historia, el señor Fabio Castellanos nos envió una solicitud de rectificación a través de mensajes de whatsapp. Luego de revisarla, decidimos no conceder esa rectificación. Sin embargo, consideramos que sí debíamos hacer unas precisiones que ya incluimos en este texto. Para mayor claridad y transparencia, enlazamos aquí la carta en la que le respondimos su petición.