El martes fue un día redondo para Opción Ciudadana. El viejo PIN dejó de ser el tinieblo del presidente Juan Manuel Santos y entró oficialmente en la Unidad Nacional, recibiendo -el mismo día- un puesto en el alto Gobierno y la primera invitación a la Casa de Nariño para que los jefes de su bancada en el Congreso discutieran la agenda legislativa con el propio Santos.
El viejo PIN entra por la puerta grande al Gobierno
Campa?a del viejo PIN
El martes fue un día redondo para Opción Ciudadana. El viejo PIN dejó de ser el tinieblo del presidente Juan Manuel Santos y entró oficialmente en la Unidad Nacional, recibiendo -el mismo día- un puesto en el alto Gobierno y la primera invitación a la Casa de Nariño para que los jefes de su bancada en el Congreso discutieran la agenda legislativa con el propio Santos.
El adiós del PIN al rol de mozo
En la mañana del martes apareció en la página web de Presidencia la hoja de vida de José Joaquín Plata, el ex congresista y ex magistrado del Consejo Nacional Electoral que llegará a dirigir -en representación de Opción Ciudadana- la Superintendencia de Economía Solidaria que maneja un presupuesto anual de más de 25 mil millones de pesos.
Ese era un puesto que el súper ministro Néstor Humberto Martínez les había prometido tras las presidenciales y que Santos ya les había tratado de dar en diciembre, pero -como contó La Silla- el asunto se enredó porque si el Gobierno sacaba a la entonces súper Olga Lucía Londoño y ponía a Plata quedaba en mora con la ley de cuotas.
Eso frenó las cosas por tres meses, hasta que Fernando Lozano salió de la Supervigilancia y dejó otro puesto vacante. (Ahora el Gobierno tendrá que reemplazarlo por una mujer o cambiar a otro súper hombre, de lo contrario no cumpliría con el 30 por ciento legal en las nueve superintendencias).
Unas horas más tarde, dos de los congresistas de Opción -la santandereana Doris Vega de Gil y el cordobés Antonio Correa- llegaron a Palacio para reunirse con Santos y los demás jefes de partido de la Unidad Nacional, para discutir -apenas se terminó la alocución presidencial sobre la reforma a la justicia- la agenda legislativa de este semestre.
Esta fue la primera vez que llegaba en condición de integrante de la coalición de gobierno a Casa de Nariño el viejo PIN, que se la jugó por la reelección y que ha votado casi siempre con el santismo pero que siempre era tratado como su tinieblo.
También fue la primera vez que sus líderes se sentaron, como socios políticos, al lado de parte del gabinete santista -los ministros Juan Fernando Cristo, Néstor Humberto Martínez y Yesid Reyes- y los pesos pesados de la Unidad Nacional, que en este caso eran los congresistas José David Name, Roy Barreras y Berner Zambrano (La U), Horacio Serpa, Juan Manuel Galán y Fabio Amín (liberales), Carlos Fernando Galán (Cambio Radical) y Hernán Andrade (conservador).
La llegada al Gobierno era un momento que en Opción Ciudadana esperaban hace rato. “Nunca se nos había invitado siquiera a una reunión de la Unidad Nacional. Siempre había un tratamiento de segunda”, le dijo a La Silla un congresista del partido. “Desde la campaña estuvimos con el presidente-candidato e hicimos acuerdos de apoyo total al proceso de paz. Y él nos ofreció entrar a la Unidad Nacional, pero eso solo se protocolizó hasta ahora”, dice Celestino Mojica, hasta hace poco su vicepresidente y ahora precandidato a la alcaldía de Bucaramanga.
“El Gobierno nos había ofrecido que nos iba a colaborar y hasta ahora se dieron las cosas”, dice Doris Vega, una de las cuatro senadoras de Opción Ciudadana y su copresidenta.
Esas dos 'cortesías' de Santos al viejo PIN dejaron como gran ganador al esposo de Vega, el ex congresista Luis Alberto el 'Tuerto' Gil, que ya terminó de purgar su condena por parapolítica y que fue una de las figuras centrales en la convención que hizo el partido ayer en el Club de Ingenieros bogotano. (También sorprendió la presencia del ex congresista Alfonso Riaño, que también cumplió su condena por parapolítica).
Aunque Gil siempre ha sido uno de los hombres fuertes del otrora PIN y la llave de sus avales, era el clan de los Aguilar -sus antiguos aliados y hoy rivales- quienes tenían los votos. Tener una pata en el Gobierno y otra en su coalición en el Congreso le permite a Gil comenzar a reconfigurar su poder, como el ave fénix amarillo que adorna el escudo del partido que cofundó hace seis años.
Primero porque José Joaquín Plata es muy cercano a Gil. Estuvo en su lista al Congreso en 2002 y fue dos veces magistrado del CNE como cuota de Convergencia Ciudadana -el viejo partido de Gil- y en 2010 del PIN (a donde migró Convergencia). Encima de eso, desde la Supersolidaria -la antigua Dansocial- será el encargado de vigilar las cooperativas como la Cooperativa Multiactiva de Educadores de Santander (Comuldesa) y Cooprodecol que fueron la base del poder de su padrino político.
Además, al entrar a la Unidad Nacional, Opción Ciudadana se cotiza y sus avales -que controla Gil- se vuelven mucho más atractivos para candidatos que tengan votos pero no partido. Como el cuestionado ex congresista Yahir Acuña, cuya entrada al viejo PIN ya estaba cantada y se oficializó ayer en el Club de Ingenieros.
Esa es una 'nueva realidad' que Gil ya está aprovechando, para competir en departamentos más allá de sus tradicionales fortines como Santander y Sucre: mañana lanzarán su candidato a la Gobernación en San Andrés y ya están tejiendo alianzas en Meta, Vichada y Vaupés. Por no mencionar que su esposa Doris, líder de la bancada en el Congreso, ganará más protagonismo al entrar en la foto de la Unidad Nacional.
El viejo PIN se reposiciona para octubre
La entrada a la Unidad Nacional permite al viejo PIN fortalecerse de cara las elecciones de octubre en sus dos departamentos estrella.
En Santander, el grupo de Gil podrá contrarrestar la salida del partido de los Aguilar (que tienen la Gobernación) con una alianza al interior de la Unidad Nacional.
Y en Sucre, ganaron al mayor cacique y quedaron con grandes opciones de quedarse con esa Gobernación, aumentando de paso su bancada en cuatro congresistas: los dos del Movimiento 100 % Colombia de Acuña y los dos 'afro no afro' que se eligieron por las negritudes con un movimiento de bolsillo del mismo Yahir (una de ellos aún en veremos tras el fallecimiento de María del Socorro Bustamante).
La jugada ya ha movido la política en ambos departamentos aunque, paradójicamente, le arregla todos los problemas en uno y le crea otros en el segundo. Como dice un integrante del partido, “calma las tempestades en Santander, pero arma el avispero en Sucre”.
En la tierra natal de Gil, Opción Ciudadana está conversando con otros tres partidos de la Unidad Nacional para que cada uno presente un candidato fuerte en cada una de las alcaldías grandes. Es decir, una especie de 'Unidad Santandereana' en donde se trazan las líneas para reducir la competencia y evitar pisarse los talones.
Eso dejaría a los liberales con un candidato en Bucaramanga, entre los ex congresistas Mario Suárez (que aceptó y luego renunció este año al consulado en Buenos Aires) y Honorio Galvis. A Cambio Radical con Barrancabermeja, posiblemente con un hermano del representante Ciro Fernández. Al grupo conservador de la senadora Lina Barrera con Piedecuesta. Y al viejo PIN con Floridablanca en cabeza de Fredy Anaya, el súper poderoso amigo de Gil que fue dos veces candidato a la alcaldía de Bucaramanga.
Ya hubo una primera reunión a comienzos de febrero en Bogotá para hablar de la posibilidad, que dos políticos santandereanos le describieron a La Silla como “posible” y otros dos como “una de varias posibilidades”. Un integrante de Opción prefirió bajarle el tono y decir que también están conversando con el 'los David', una nueva alianza más cercana al uribismo (aunque donde también está el grupo de Gil).
La movida, sin embargo, es ampliamente comentada en los corrillos políticos santandereanos.
“Aún no hay nada definido, pero se está explorando”, dice un congresista de la Unidad Nacional. “Eso no más era un escenario totalmente improbable antes”, acota un integrante de Opción.
Eso dejaría paradójicamente como grandes rivales a los Aguilar, que fundaron el PIN con Gil y aún tienen fuertes lazos al partido. Su patriarca, el coronel y parapolítico Hugo Heliodoro Aguilar, fue gobernador con su sello y fue reemplazado, con los mismos colores, por su hijo Richard. Y su otro hijo Nerthink Mauricio es el senador más votado del partido y arrastró dos fórmulas -Ricardo Flórez y María Eugenia Triana- a la Cámara.
El tema es que, desde la ruptura entre Aguilar y Gil, la familia del coronel se acercó al uribismo y apoyó a Oscar Iván Zuluaga. Y ahora están jugando en La U, como lo mostraron en un gran evento en el Hotel Chicamocha con el senador Roy Barreras para promover al ex congresista -y ex PIN- Holger Díaz como su candidato a la gobernación. (Curiosamente el otro candidato que pinta fuerte, el ex congresista Didier Tavera que ahora está en los liberales y tiene el apoyo de Horacio Serpa, también viene del PIN y tiene buenas relaciones con el grupo de Gil).
Esa pelea ha venido escalando en las últimas semanas. Ayer, en la convención en Bogotá, el partido decidió investigar a la bancada de los Aguilar por doble militancia con La U (igual que al representante cesarense Fernando de la Peña, que le hizo campaña al senador de la U José Alfredo Gnecco). Y Opción está tratando de bloquear una candidatura del otro aspirante fuerte de los Aguilar a la gobernación, Carlos Fernando Sánchez, argumentando que aparece en los documentos del partido ante el CNE y que no puede cambiar de partido.
El panorama es aún más complejo en Sucre. Se apuntaron un gol al traer de regreso al partido al polémico Acuña, el mayor barón electoral del departamento (que arrancó su carrera política allí) y que necesitaba el aval de un partido con personería jurídica para que él o su 'plan b' -su esposa Milene Jaraba- no tengan que ir por firmas.
Pero el nombre de Acuña, que está siendo investigado por parapolítica, produce mucha resistencia al interior de la Unidad Nacional. Tanta que muchos de los congresistas santistas están organizando una alianza de 'todos contra Yahir', para montarle la competencia en la Gobernación y en las 26 alcaldías.
Aunque aún no tienen candidato, a finales de enero se reunieron para darle forma a la coalición del 'toconya' senadores como el liberal sucreño Mario Fernández (liberal) y los cordobeses Bernardo ‘Ñoño’ Elías y Musa Besaile (ambos de La U y fuertes en Sucre), más el copresidente de La U Roy Barreras.
Incluso dentro de algunos sectores de su nuevo partido Yahir no es bienvenido. Los dos barones sucreños del PIN, los senadores Julio Miguel Guerra y Teresita García Romero, sacaron un comunicado conjunto hace un mes rechazando la decisión de avalarlo y anunciaron que la impugnarían por no haber sido consultados.
Con ambos Acuña tuvo relación, pero rompió. Hace un año sus votos fueron decisivos para elegir a Guerra (el hijo del cacique liberal y hoy gobernador Julio César Guerra Tulena, a quien el liberalismo rechazó por la supuesta relación de la administración de su papá con la empresaria alias ‘La Gata’), pero luego se distanciaron. Y con Teresita porque Yahir se inició políticamente al lado de su hermano Álvaro 'el Gordo' García (condenado por la masacre de Macayepo) pero luego se volvieron rivales.
“¿Hasta qué punto un tipo que le puso votos a unos seis congresistas de otros partidos puede ser fiable al futuro? Si ya eligió a dos de las tres curules en Sucre solo, ¿a cuántos senadores querrá elegir la próxima vez? ¿Y quiénes serán los perjudicados? ¿Los García, los Fernández, los Guerra, los Correa? ¿O todos juntos?”, le dijo a La Silla un congresista de la Unidad Nacional.
Aún así, el viejo PIN logró cuatro golpes de gracia: entrar al gobierno Santos y sentarse en la Unidad Nacional, así como aspirar a beneficiarse de los acuerdos santistas en Santander y ponerle la firma al posible próximo gobernador sucreño. Todos en cuestión de dos días.