María Paulina Riveros Dueñas es abogada de la Universidad Externado, con una maestría en derecho de seguros de la Javeriana.
Arrancó su carrera en el sector público en la Fiscalía General -cuando la lideraba Alfonso Valdivieso- como jefa del Centro de Información sobre Actividades Delictivas (Cisad) que manejaba la información sobre órdenes de captura, medidas de aseguramiento y condenas.
Unos años después entró como asesora jurídica de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz de Álvaro Uribe, bajo las órdenes de Luis Carlos Restrepo y en plena época de la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
De ahí pasó a la Procuraduría de Edgardo Maya, siendo procuradora delegada para asuntos civiles, procuradora judicial y directora del Centro de Conciliación. Trabajó también en el área de orden público de la Gobernación de Cundinamarca de Andrés González.
En 2011 Germán Vargas Lleras la nombró directora de derechos humanos del Ministerio del Interior, cargo en el que se mantuvo con Federico Renjifo, Fernando Carrillo y Aurelio Iragorri.
En noviembre de 2013 se convirtió, junto con la Alta Comisionada para la Mujer Nigeria Rentería, en negociadora del equipo del Gobierno en La Habana, en reemplazo de Luis Carlos Villegas y manteniéndose simultáneamente en su cargo al frente de derechos humanos en Interior. Con Rentería y Riveros el equipo del Gobierno finalmente tuvo una representación femenina, un tema que le valió críticas al comienzo del proceso de paz.
En agosto de 2016 el recién posesionado Néstor Humberto Martínez la anunció como su vicefiscal general, con lo que éste dio un guiño a las mujeres y al proceso de negociación con las Farc, aunque sorprendió no nombrando un penalista.
Está casada con el ex magistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema y ex embajador en Ecuador (del gobierno Santos), Fernando Arboleda Ripoll.
El 15 de mayo de 2019 presentó su renuncia como vicefiscal de la Nación, poco después de la renuncia como Fiscal General de Néstor Humberto Martínez.