¿Cómo funciona “la Minga hacia adentro”?
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El 2021 llegó en el marco de la contingencia del covid y la búsqueda de una normalidad en el país. También llegó con cifras alarmantes sobre la vulneración de derechos humanos, pues el 2020 había dejado el saldo de 310 líderes y 36 excombatientes asesinados. Como es posible ver en la tabla 1, el departamento en el que más han asesinado líderes sociales en razón a su pertenencia étnica indígena es el Cauca, con 52. Como se puede ver, entre enero y el 9 de mayo de 2021 asesinaron a 62 líderes sociales asesinados, de los cuales 16 eran indígenas.
Departamentos | 2020 | 2021 |
Cauca | 52 | 2 |
Chocó | 5 | 3 |
Caldas | 2 | 0 |
Caquetá | 3 | 0 |
Nariño | 25 | 6 |
Bogotá | 1 | 0 |
Valle del Cauca | 3 | 0 |
Antioquia | 2 | 2 |
Norte Santander | 1 | 0 |
Córdoba | 2 | 0 |
La Guajira | 2 | 1 |
Putumayo | 2 | 1 |
Sucre | 1 | |
Total | 100 | 16 |
Tabla 1. Asesinatos líderes sociales indígenas 2020 y 2021. Fuente. Elaboración propia con base en Indepaz.
Con estas cifras en mente, analicemos la dinámica de la Minga. Recordemos el asesinato de la gobernadora indígena del Resguardo Indígena de la Laguna Siberia en el municipio de Caldono, en el Cauca, territorio ancestral Sa´th Tama Kiwe. Su asesinato fue atribuido a actores armados al servicio del narcotráfico, al incremento de cultivos de uso ilícito y a su lucha incansable por recuperar la cultura y prácticas ancestrales encaminadas a fortalecer la identidad indígena.
A partir de su asesinato, las comunidades indígenas se declararon en asamblea permanente:
“Por la amenaza y los riesgos que corre la Comunidad, Autoridades Tradicionales, Líderes y Defensores de Derechos Humanos y Guardia Indígena, toda vez, que, consecuencia de acciones de guerra sistemática a manos de los grupos armados legales e ilegales que anteponen sus intereses capitalistas y del narcotráfico por encima del principio vital y derecho fundamental de la vida; recordamos que somos Pueblos Originarios, la guerra y el Estado ha buscado generar el exterminio absoluto”.
Durante la discusión, las comunidades definieron realizar un proceso denominado como “Minga hacia adentro”. Este ejercicio buscaba, desde la autodeterminación de las comunidades indígenas, erradicar de manera manual los cultivos de uso ilícito, sacar a los agentes foráneos que estaban desarmonizando el territorio, controlar los caminos y lugares por donde circulan grupos armados y dar con los responsables del asesinato de la gobernadora.
En este ejercicio de control territorial liderado por autoridades indígenas, la comunidad y la guardia indígena fueron atacadas el 22 de abril con armas de fuego por grupos armados. Hirieron a cerca de 23 personas heridas y fueron detenidas varias personas que fueron juzgadas por la jurisdicción especial indígena.
A raíz de este suceso, es importante destacar que en Caldono hubo tensiones con las comunidades campesinas del municipio, que afirmaban que las personas detenidas no tenían responsabilidad de los hechos ocurridos. También, que habían sido perjudicados por la guardia por dañar sus casas y que no deberían ser juzgados por la justicia indígena dado que ellos no eran indígenas.
Fotografía 1. Registro Colombia Informa.
Uno de los puntos de exigencia de la “Minga hacia adentro” fue que se le brindarán garantías reales al respeto por los procesos propios de movilización, cumplimiento del Acuerdo de Paz y, de los otros acuerdos pactados con las comunidades indígenas. Luego de la arremetida del 22 de abril, las comunidades realizaron un ejercicio de control territorial, sin confrontación, esperando que el ejercicio de autodeterminación se pudiera replicar en otras zonas del Cauca.
La “minga hacia adentro”, en su lógica de funcionamiento interno, se vio interrumpida con la llamada del Paro Nacional del 28 de abril. Allí, de nuevo, las comunidades indígenas decidieron retomar la dinámica de “minga hacia afuera”, consolidando el proceso que se venía gestando desde el año 2019. La decisión se tomó el 30 de abril, a dos días de la hora cero, bajo la bandera de tumbar la reforma tributaria. En ese llamado deciden ubicar a los mingueros en diversos puntos del país, bajo el precepto de apoyar y respaldar el Paro Nacional. Su presencia natural estuvo en el Cauca y bajó hacia el sur hasta Nariño; también se ubicaron en Cali, y el 1 de mayo llegó a la Universidad del Valle.
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