Arte y propaganda política
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Las noticias falsas no son ninguna novedad de la era digital.
Durante siglos han dominado el arte de la política y el espacio público.
Comenzando por supuesto por la propaganda política más evidente.
Este mes en Alemania la ultraderechista AfD utilizó para su campaña política publicitaria anti inmigrantes, en plenas elecciones Europeas, un cartel descarado:
Se trata de un fragmento del cuadro de Jean-Léon Gérôme "El mercado de esclavos", donde figuran unos personajes ficticios que representan a hombres con turbante que negocian una esclava desnuda. La esclava es blanca, como las modelos que prefería Gérôme, y la imagen cargada de erotismo, como es usual en su pintura.
La valla publicitaria de la AfD colocada en Berlín recorta la imagen dando solo visibilidad a los torsos y añade unas frases explosivas "Europa vota AfD" y "Así Europa no se convertirá en Eurabia".
"Eurabia", es decir, una Europa arabizada o islamizada. El tendencioso término inventado por la paranoia de las teorias de la conspiración.
El cartel añade que la imagen hace parte de una serie para instruir en la "historia de Europa".
La imagen sin embargo es una fantasía de un pintor francés del XIX y lo que enseña más bien son las fantasías -esta vez en sentido psicoanalítico- de la ultraderecha neonazi europea.
El cuadro de Gérôme es una espléndida pintura, hermosa y cargada de erotismo, como buena parte de su obra. Pero como toda cosa bella, su belleza es totalmente indiferente a su contenido político.
El museo que posee la pintura ha criticado inútilmente a la AfD por el uso político de la pintura. Gesto vacuo, pues la imagen de dominio público y no tiene sentido que un museo se convierta en policía política del uso del arte.
Me pregunto qué habrian dicho si hubieran usado la imagen con el propósito políticos inverso.
¿Cuál es la frontera entre la publicidad y propaganda política y las instalaciones y performances en galerias y museos? Ninguna.
La imagen de Gérôme es de otra época. Él quizás estaba más preocupado en el mundo fantasioso al que su imagen podía transportar, que en su significado político presente y futuro.
Pero su arte no es hoy políticamente correcto.
El cuadro es uno de los ejemplos más citados del "orientalismo" descrito por Edward Said en su famoso libro sobre el tema: una visión romantizada y tergiversada del oriente que se cultivó en Europa en el siglo XIX y que aún por lo visto continúa.
Según la mirada del orientalismo, el medio oriente es exótico y misterioso, pero también bárbaro y medieval. Una visión del otro creada en tiempos del colonialismo y cargada de racismo, por supuesto.
Pero ni los árabes, ni turcos, ni en general los musulmanes son así como Gérôme los pintaba. Es además seguro que Gerome quería pintar simplemente una esclava abisinia, pero como prefería siempre usar sus modelos europeas que le excitaban más, generó un efecto de contraste muy provocador.
Lo que pone en evidencia el cartel de la AfD es que a la ultraderecha europea neonazi le excita la idea de dominar a Europa, cómo si ésta fuera una esclava, o una puta. Y que prefieren ser ellos los abusadores, antes que los míticos abusadores de un imperio otomano ya extinto.
Su miedo refleja su anhelo racista y sexista. Su cabeza y sus valores están en otro tiempo: el siglo XIX.
Los poderes establecidos han intentado de todas las formas manipular y controlar a los gobernados, generar guerras o acabarlas mediante ideas falsas durante siglos. Y los enemigos del poder establecido también.
Representaciones tergiversadas de otros pueblos, países y culturas, visiones febriles e inventadas de lo propio. Cualquier recurso tramposo es bueno para ese fin.
El invento, el engaño y la mentira han dominado la percepción de la cultura y de la historia, que es la percepción del presente.
A veces de forma evidente, a veces es más sutil.
Otra prueba de lo actual que es nuestra visión de la historia. De la enorme importancia que tiene para el presente nuestro imaginario histórico.
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