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El fondo que subsidia a Transmetro es injusto e ilegal
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La lucha por un transporte justo en la ciudad de Barranquilla nos tiene hoy celebrando el fallo de primera instancia en el que el Juzgado Doce Administrativo Oral del Circuito de Barranquilla declaró la nulidad del Acuerdo Metropolitano 005 de 2016, acto administrativo que creó el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET) —fisco destinado a subsidiar la parte de la operación del Transmetro que el recaudo de su taquilla no puede cubrir—. En esta columna explicaré los hechos que motivaron la demanda que interpusimos y los argumentos jurídicos adoptados por el juez para declarar la nulidad.
La crisis del sistema de transporte de Barranquilla
La crisis financiera del Transmetro no es un secreto. Desde su inicio, dicho sistema masivo empezó a andar cojo; sin la garantía que brinda la integración de todas las formas de transporte al sistema masivo es imposible el punto de equilibrio en el recaudo. Al consolidarse una diferencia notable entre la tarifa técnica (el costo real operacional por persona) y la tarifa al usuario (la que pagamos en taquilla), se produce la imposibilidad de sufragar los gastos mínimos de operación y de funcionamiento tanto de Transmetro como de los operadores del sistema (Sistur y Metrocaribe).
Así como el masivo, el transporte colectivo también está en crisis desde mucho antes de la creación del fondo que, en definitiva, le agravó la situación. En Barranquilla la mayoría de buses urbanos son de propiedad de personas naturales (muy pocos son de las empresas que leemos en sus afiches). Estos se organizan en diferentes sociedades y cooperativas de transportadores para poder transitar en las rutas dispuestas por el Distrito y son ellos quienes asumen los gastos de operación, el costo del conductor como empleado (muchos propietarios son los mismos conductores) y la devaluación del vehículo.
A diferencia del masivo, el transporte colectivo no ha recibido subsidio alguno para su operación, es autosostenible y depende exclusivamente de los ingresos por los pasajes. Aunque los costos del transporte son crecientes, solo posterior a la creación del FET se vinieron aumentos de hasta 200 pesos por pasaje, un golpe duro tanto al bolsillo de los usuarios como de los propietarios de los buses urbanos, pues básicamente ese dinero es redireccionado a Transmetro.
La nulidad del FET
Nuestro principal motivo para presentar la demanda fue entender cuán injusta e ilegal era la medida optada por el área metropolitana para subsidiar a Transmetro, pudiéndose lograr otras fuentes alternas de financiación o, en el mejor de los casos, pudiéndose reestructurar el sistema para lograr una integración real que permita tener en Barranquilla un sistema de transporte justo y eficiente.
Con la demanda logramos demostrar que los actos administrativos fueron expedidos infringiendo las normas en que deberían fundarse. El juez sentenció que la obligación de destinar entre 100 y 160 pesos por pasaje —a través de la figura del FET— para subsidiar a Transmetro, regulada por el Plan Nacional de Desarrollo, le exigía al Área Metropolitana el visto bueno del Confis nacional. Esta es sin lugar a dudas una razón objetiva para demostrar la ilegalidad. Este fallo se erige en una razón más para oponernos a la injusta decisión de que seamos los propietarios y usuarios de los buses urbanos quienes asumamos el sostenimiento de un sistema masivo fallido.
Celebramos esta decisión y estamos convencidos de que es el momento para que tanto el Concejo como la Alcaldía Distrital busquen soluciones al interrogante del qué hacer con el sistema de transporte, incluyendo en su análisis no solo al transporte masivo, sino también a todos los medios de transportes que operan en la ciudad.
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