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Coronavirus: ¿cuál será el plan de choque para las microempresas?
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El coronavirus se expande rápidamente por el mundo, en este momento asola Europa y Estados Unidos, recordándonos la fragilidad del sistema económico mundial. Hemos visto recientemente cómo las grandes economías batallan contra el contagio con medidas de aislamiento, cierre de colegios, toques de queda y similares.
Pero, ya volviendo a nuestras tierras tropicales, ¿qué tanto podemos aguantar nosotros esta clase de medidas?
Varios países de América Latina, incluyendo a Colombia, decidieron hacer frente de forma “temprana” con todos los instrumentos disponibles. Inclusive, se vieron medidas como toques de queda y ley seca inclusive en departamentos y municipios sin casos reportados. Si bien todo es en aras de la salud pública, tenemos que ir pensando en que esto es algo que podremos aguantar unas pocas semanas. Por ahora, son vacaciones adelantadas, ¿y luego?
Los estudios que hemos realizado con nuestros colegas sobre el tema de Dengue y Zika han mostrado que el miedo hacia las enfermedades tiene impactos grandes sobre la sociedad. En este caso, la acción pública amplifica el miedo y la incertidumbre y hace aún más peligrosos los efectos sociales derivados de estas enfermedades.
A diferencia de los países del norte, nuestra economía tiene un componente informal grande. Para el caso particular implica que no hay instrumentos de protección de ingreso que resguarden a la población que no está en la economía formal.
Pequeños negocios que concentran 2 de cada 3 empleos (datos de la Geih), y donde la vida de los hogares depende de los ingresos semanales. Muchos de ellos no pagan impuestos ni solicitan créditos (datos de la encuesta Micro del Dane), por lo que instrumentos tradicionales como alivios fiscales no van a ser de mucha ayuda. Estos son negocios creados principalmente con los recursos de las familias entran en un gran riesgo al caer la actividad económica. Gastos recurrentes como arriendos y servicios públicos pueden dar al traste con estos negocios y llevar a una gran pérdida de puestos de trabajo y de riqueza de los hogares si las medidas se imponen por mucho tiempo.
Lo anterior nos hace pensar que el país debe pensar en medidas más moderadas para dentro de algunas semanas. Quizás las restricciones deberían mantenerse solo para ciudades grandes y con altos niveles de movilidad de personas; podemos pensar un poco en la epidemiología de otras crisis de salud pública que ha sufrido el país para modelar el avance potencial de la enfermedad.
Por otra parte, si la contención no surte el efecto deseado, hay que pensar en créditos y subsidios de arrendamiento y de salarios, y otras formas de mantener la confianza en la estabilidad a mediano plazo de la economía. Así como la contención del coronavirus, es importante prepararnos de una vez para el coletazo económico.
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