El cierre de colegios tiene consecuencias negativas. Actualmente, la proporción de niños que no pueden leer y comprender un texto a los 10 años (pobreza de aprendizaje) en países de ingresos bajos y medios es del 53 % (48 % para Latinoamérica). Por el covid, esta cifra puede subir al 63 % (60 % para Latinoamérica). A partir de otras simulaciones que calculan las pérdidas de aprendizaje por medio de los resultados de pruebas estandarizadas y la capacidad de mitigación de estas pérdidas, se puede esperar que los resultados sean peores para la población más vulnerable en Colombia, esto es, las personas más pobres y que habitan en áreas rurales y para los departamentos menos desarrollados. Los cálculos de los cierres se hicieron para un periodo entre 0 y 150 días. A mayo de 2021, el cierre puede superar en promedio los 200 días en Latinoamérica y, por tanto, el daño está hecho.
Si continúa el cierre de colegios, ¿hay alternativas?
El cierre de colegios tiene consecuencias negativas. Actualmente, la proporción de niños que no pueden leer y comprender un texto a los 10 años (pobreza de aprendizaje) en países de ingresos bajos y medios es del 53 % (48 % para Latinoamérica). Por el covid, esta cifra puede subir al 63 % (60 % para Latinoamérica). A partir de otras simulaciones que calculan las pérdidas de aprendizaje por medio de los resultados de pruebas estandarizadas y la capacidad de mitigación de estas pérdidas, se puede esperar que los resultados sean peores para la población más vulnerable en Colombia, esto es, las personas más pobres y que habitan en áreas rurales y para los departamentos menos desarrollados. Los cálculos de los cierres se hicieron para un periodo entre 0 y 150 días. A mayo de 2021, el cierre puede superar en promedio los 200 días en Latinoamérica y, por tanto, el daño está hecho.
A pesar de esto, no hay que mirar hacia otro lado; la sociedad civil y el Gobierno deben proponer soluciones, discutirlas, llegar a acuerdos y cumplirlos. Una primera alternativa sería abrir los colegios con todas las medidas de bioseguridad (uso de tapabocas, lavado de manos frecuente y distanciamiento físico). Enhorabuena, el Gobierno está colocando su parte con la vacunación de docentes, directivos docentes y personal administrativo de colegios. No obstante, desde el 28 de abril (desde hace un mes) ha transcurrido una ola de protestas por la reforma tributaria y por otras razones que se han sumado al inconformismo. Para detenerlas, el Comité del Paro tiene entre sus peticiones la no alternancia educativa. Si ocurre esto con la alternancia, la presencialidad será aún más lejana para los niños.
Aunque espero que el Comité desista de esta petición, puede que sea mejor evaluar otras alternativas. A continuación, presento cinco de estas. Las dos primeras para sobrellevar la crisis por covid. Las tres últimas para reformar el sistema educativo y mejorar los resultados en pruebas estandarizadas tanto a corto como a largo plazo.
En Italia fue implementado un programa en el que se dio tutorías virtuales a estudiantes de sexto a octavo grado (tratamiento) por parte de estudiantes universitarios que fueron voluntarios por cinco semanas. Para identificar el impacto de recibir el tratamiento, su asignación fue al azar. Entre los resultados se encontró un aumento en los puntajes en pruebas estandarizadas (0.26 desviaciones estándar), el bienestar psicológico (0.17), las aspiraciones (0.15) y las habilidades socioemocionales (0.14). Por otra parte, su costo fue de 50 dólares por alumno, de manera que fue una intervención costo-efectiva que se puede mantener una vez termine esta crisis. De mantenerse, habría que hacer una evaluación de este programa, puesto que si se prueban sus resultados en un periodo mayor a cinco semanas, también se podría implementar en otros países.
En otros programas de tutorías presenciales se han encontrado resultados similares en pruebas estandarizadas a un bajo coste, como el programa Balsakhi, en Vadodara y Mumbai, India, donde las tutorías fueron impartidas por mujeres de las comunidades. Puesto que el impacto del covid no ha sido el mismo en todos los municipios, en los que el impacto ha sido reducido y carecen de acceso a las computadores y banda ancha, las tutorías pueden ser presenciales y estar a cargo de las madres comunitarias, a quienes se les ofrecería un pago por esta labor. Sin eliminar la restricción que impone el Comité del Paro, se tendría una opción para acompañar a los niños. Asimismo, si las bajas aspiraciones se relacionan con bajos resultados educativos después, el impacto de un programa como estos puede tener resultados positivos tanto en el corto como en el largo plazo.
A pesar de que hay otras herramientas tecnológicas que se pueden usar para aumentar los puntajes en pruebas estandarizadas (y que se usan, en medio de esta crisis, en algunos países latinoamericanos), como la radio y la televisión, sus resultados son pequeños —por ejemplo, 0.16 desviaciones estándar al usar audios (lo que se aproximaría al uso de radio) durante 2011 en Paraguay— si se comparan con estrategias alternativas —por ejemplo, 0.26 desviaciones estándar al usar tutorías en Italia—.
Otra estrategia alternativa con mejores resultados es la siguiente. En Chile, en el programa ConectaIdeas se hizo una intervención en la que se introdujo elementos de juegos para aumentar el aprendizaje (gamificación). En 24 colegios durante 2017 se hicieron dos sesiones semanales, una que reemplazaba una clase de matemáticas y la otra que era complementaria. Para esta intervención se encontró aumentos de 0.27 desviaciones estándar en los resultados en pruebas estandarizadas (el 53 por ciento de la brecha entre estudiantes de madres que tienen y no tienen educación secundaria). No obstante, los resultados solo se encontraron para matemáticas y no para lenguaje. Aunque una tenga efectos mayores que la otra, ambas estrategias aciertan en mejorar los puntajes en pruebas estandarizadas (la radio y la televisión, por una parte, o la gamificación, por otra parte), por lo que la que se elija debe depender del acceso a computadores y banda ancha y de las metas de dar estas herramientas a los niños. En los municipios de menor acceso a estas herramientas, la radio y la televisión se sitúan como la mejor opción.
Por último, las tres alternativas para reformar el sistema educativo son aumentar la descentralización, financiar a la demanda y dar incentivos a los profesores. Estos tres cambios pueden tener efectos positivos sobre los resultados en pruebas estandarizadas.
Para la primera alternativa, en Colombia cumplir con el criterio de población para que los municipios administren los colegios públicos disminuye entre 10 y 15 por ciento la cantidad de estudiantes con calificaciones insuficientes en matemáticas y lenguaje. Para la segunda alternativa, también en Colombia, ser elegido para financiar el coste de matrícula de un colegio privado de bajo coste aumenta 0.20 desviaciones estándar los resultados en pruebas estandarizadas. Los incentivos para los profesores —una alternativa más— pueden tener resultados positivos a corto, pero no a largo plazo, como lo muestra la experiencia en Kenia. Así pues, estos incentivos solo tendrán buenos resultados a largo plazo si se alinea dar un incentivo en un momento del tiempo con resultados a través del tiempo.
En síntesis, un paquete de políticas que reforme el sistema educativo será capaz de recuperar los resultados educativos perdidos y mejorar los resultados respecto a la situación previa al cierre de colegios.
Conclusiones
Latinoamérica está ante una crisis no solo sanitaria y económica, sino educativa. Al día de hoy, el daño está hecho: según simulaciones, la proporción de niños que no pueden leer y comprender un texto a los 10 años pudo pasar del 48 al 60 por ciento. Estos resultados son peores para personas pobres, que habitan áreas rurales y de departamentos menos desarrollados en Colombia. Pero no todo está perdido. Si la sociedad civil y el Gobierno proponen soluciones, las cosas pueden mejorar. Aunque la mejor opción es abrir los colegios, no es la más viable en términos políticos, por lo que hay que buscar otras alternativas. Los tutores virtuales o presenciales según la situación de cada municipio, la radio y la televisión para los municipios de menor acceso a computadores y banda ancha, la gamificación, aumentar la descentralización, financiar la demanda y dar incentivos a los profesores (con algunos cambios) pueden arreglar parte de esta crisis educativa. Un cambio como estos o cualquier otro con suficientes hechos que lo sustenten es necesario para enderezar y mantener el rumbo.
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