El bus de Robledo para el 2018

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Aunque no es candidato en estas elecciones, el senador polista Jorge Enrique Robledo lleva dos meses y medio recorriendo todo el país. La misión principal de su gira bautizada ‘Este país sí tiene arreglo’ ha sido levantarle la mano a muchos de los candidatos más opcionados que tiene el Polo Democrático en las regionales, pero también cumple otra: ir perfilando su candidatura a la Casa de Nariño para 2018.

Aunque no es candidato en estas elecciones, el senador polista Jorge Enrique Robledo lleva dos meses y medio recorriendo todo el país. La misión principal de su gira bautizada ‘Este país sí tiene arreglo’ ha sido levantarle la mano a muchos de los candidatos más opcionados que tiene el Polo Democrático en las regionales, pero también cumple otra: ir perfilando su candidatura a la Casa de Nariño para 2018.

La gira en bus de Robledo

A bordo de ‘La Valerosa’, un bus pintado con el amarillo pollito que caracteriza al Polo, desde finales de julio Robledo ha estado haciendo actos de campaña en la mayoría de los municipios en los que su partido tiene opciones electorales.

Esa maratónica gira, organizada todas las semanas de viernes a domingo (para no perder las plenarias de Senado a mitad de semana), llevó al congresista más votado del país a 136 municipios en 23 departamentos, arrancando en Leticia y Quibdó y finalizando ayer en Caucasia y Segovia en el Bajo Cauca antioqueño.

La lógica del Polo al organizarla es que sus figuras con mayor proyección son necesarias para darle un empujón a sus candidatos y mejorar su cosecha del 2011, que fue de ocho alcaldes, ocho diputados y 167 concejales. Porque, como admite un polista, “es más la imagen nacional del partido que lo que se ha podido hacer hasta ahora en muchos municipios”.

Esa imagen tiene dos grandes caras: Clara López y Robledo. Dado que la presidenta del Polo y reciente candidata presidencial Clara López está metida de lleno en su campaña por la Alcaldía de Bogotá, el senador fue quien se dio el baño de popularidad y quien asumió el desgaste de las giras.

Al tiempo que le levanta la mano a las cartas electorales del Polo, Robledo está cimentando sus opciones de ser el candidato presidencial de la izquierda en tres años. Un poco como viene haciendo la conservadora Marta Lucía Ramírez, que ha liderado alianzas con otros partidos y se ha metido a fondo en sus campañas para fortalecer sus opciones de ser de nuevo la carta azul en 2018.

“La idea de la gira fue una mezcla entre consolidar los procesos políticos en los lugares donde hubo luchas agrarias y sociales, y abrir campo en sitios donde nunca los hemos tenido. Pero la gente le dijo muchas veces que quisiera verlo como candidato presidencial y él sí está pensando en eso”, le dijo a La Silla un militante del Polo que lo conoce bien y que pidió no ser citado porque no es vocero del Moir.

“Es una figura nacional que puede jalar las candidaturas, pero obvio que también se afianza la posibilidad de que él sea el candidato [del 2018]. Darle la vuelta al país siempre ayuda”, dice una persona del Moir, el sector político que lidera el senador dentro del Polo.

Justamente lo hizo martillando sus dos mensajes centrales de ‘el país sí tiene arreglo’ (como el nombre que le puso a la gira) y ‘los políticos no son todos iguales’.

Una parte de esa gira estuvo centrada en las regiones que fueron epicentro de los paros de las Dignidades hace dos años, como el sur del Huila, el suroriente antioqueño, Nariño, Boyacá o el Bajo Cauca (que no tuvo paro agrario, pero sí de pequeños mineros). Todas ellas regiones donde el Polo y en particular Robledo apoyaron los incipientes liderazgos políticos del ‘tal paro’ que tan duro le costó al presidente Juan Manuel Santos.

De hecho, Robledo estuvo con las tres cabezas de la nueva súper Dignidad Agropecuaria formada el año pasado que se lanzaron con el Polo: el papero nariñense Jairo Chamorro (que pinta fuerte para la alcaldía de Potosí), el cafetero Alonso Osorio (que es candidato al Concejo de Popayán) y el lechero boyacense Giovanni Vela (que aspira a la alcaldía de Turmequé, con el apoyo de La U y Cambio Radical). Y también con Salma Zea, la líder de los pequeños mineros de Caucasia que aspira a llegar a la Asamblea antioqueña y darle al Polo una segunda curul (ya que la del actual diputado, el moirista Jorge Gómez, parece fija).

Además, estuvo apoyando a varios de los candidatos fuertes que tiene el Moir, incluyendo a su viejo amigo Julio Enríquez (que aspira al Concejo ibaguereño), Roberto Schmalbach en Santander, David Múnera (que aspirar a repetir Concejo en Cartagena), Erick Velasco (que quiere mantener su curul en el Concejo de Pasto), Luis Eduardo Fuentes (que quiere regresar a la Asamblea de Bolívar tras quemarse hace cuatro años) y Antonio Bohórquez (que quiere repetir en el Concejo de Barranquilla). Y a un ramillete de candidatos jóvenes con los que se está renovando su sector político, comenzando por su carta bogotana Manuel Sarmiento, que trabajó en su unidad legislativa durante seis años.

También le levantó la mano con candidatos de otros sectores del Polo, como Olmedo López en Antioquia o el ex representante Wilson Arias en Cali. Y también a Leonidas Gómez en Santander, quien si bien viene del Polo y es muy cercano a Robledo, sa lanzó por firmas a la Gobernación.

E incluso estuvo con candidatos que no son del Polo pero con quienes el partido tejió alianzas, como la llave Rafael Sánchez Anillo - Juan García Estrada que se enfrenta al charismo en Barranquilla y Atlántico; el ex rector universitario Pedro Vicente Obando (que fue congresista del Polo pero se lanzó por firmas en Pasto) y el médico verde Rodrigo Lara Sánchez que va por la Alcaldía de Neiva.

Ese tinte más polista que robledista quedó claro con el chasco que tuvo en Guaviare, donde el directorio departamental del partido le organizó una foto con Nebio Echeverry, el cuestionado ex gobernador que se lanzó otra vez con el aval del partido indígena Aico y que estuvo en la lista Clinton.

Justo después de que su equipo montara las fotos del senador con Echeverry, comenzaron a llegarles comentarios del estilo de “Senador Robledo, ¿qué hace con ese tipo?”. Al ver que los mensajes eran persistentes, el Polo comenzó a hacer averiguaciones y terminó enviando una carta pública diciendo que “es inconveniente mantener la adhesión a esa candidatura” y retirándole el apoyo a Echeverry.

La puja presidencial del Polo

Ya en febrero había anunciado que le gustaría ser candidato presidencial, aunque -como contó La Silla- el timing de esa confesión tenía más que ver con la puja de poder dentro del partido, con el sector liderado por Clara López, en la antesala del congreso polista de mayo.

Hace tres años, durante el congreso polista de 2012, también se había postulado como precandidato antes de dar un paso al costado para que eligieran a Clara y él encabezara la lista al Senado como manera asegurar que su partido pasaría el umbral.

A pesar de eso y aunque Robledo es el político con mayor caudal electoral dentro del Polo y su figura más conocida a nivel nacional, no tiene asegurado aún el apoyo de todo el partido para las próximas presidenciales.

“Él siempre menciona el 2018 como el año en que el Polo -no necesariamente él- puede generar una convergencia que le dispute la presidencia a los partidos tradicionales. Él no habla del tema, pero lo cierto es que se viene una lucha para que él sea candidato”, dice una persona de su línea política.

“Es casi seguro que habrá dolores de cabeza. Hay tres factores: el factor Iván Cepeda, el factor Clara y el factor [Gustavo] Petro”, dice un polista que no es de su línea pero ve con buenos ojos su candidatura.

El primer temor del sector robledista del Polo es que, en caso de que Clara López no gane la alcaldía, quiera repetir candidatura presidencial. Al fin y al cabo, quedó con un importante capital al haber sacado dos millones de votos hace un año y haber sido un apoyo definitivo para la reelección de Santos en segunda vuelta.

Su segundo miedo es que, si gana Clara, el alcalde bogotano y ex congresista polista Gustavo Petro quiera volver al partido del que salió dando un portazo en 2010, dado que su movimiento político Progresistas anda de capa caída pero selló una alianza con Clara hace dos semanas. Y, como contó La Silla, le está moviendo la maquinaria del Distrito.

En palabras de un ex congresista polista, “Clara le abrió la puerta y es factible que él aparezca diciendo ‘fui el salvador de la izquierda en Bogotá y tengo derecho a ser candidato’, aunque tiene el problema que no congrega sino que divide”. Esa división comienza precisamente por el sector de Robledo, que nunca tuvo buenas relaciones con Petro.

Y el tercer escenario que anticipan es que, si se firma un Acuerdo final con las Farc, el momentum del proceso de paz convierta al senador Cepeda -que es uno de sus promotores más visibles- en presidenciable, posiblemente con el apoyo del partido político que surja de la desmovilización de esa guerrilla.

Esa opción no gusta mucho dentro del sector de Robledo y toda la izquierda más centrada en temas económicos, que -como contó La Silla- no son partidarios de una unidad de la izquierda que incluya a las Farc.

Esto porque, aunque ningún político del Polo ha dicho que quisiera eventualmente estar en el mismo partido con el eventual partido fariano, sienten que el Frente Amplio por la Paz -donde están Cepeda, Clara, Piedad Córdoba, la Marcha Patriótica, la Cumbre Agraria y la Unión Patriótica- puede terminar siendo la plataforma de aterrizaje de esa guerrilla.

En el Moir, que históricamente se ha opuesto a la combinación de todas las formas de lucha, no quieren cargar con el lastre de esa eventual unión. Menos cuando sienten que se le abriría un espacio real a la izquierda democrática (y su líder es el senador más votado del país) para participar en la contienda sin el riesgo de la estigmatización. De hecho, ellos creen que -al menos por unos años- las Farc quitarán más votos de los que pondrán.

“Las Farc van a llegar con las mismas ínfulas que el M-19 cuando creó la AD M-19. Una vez dejen las armas, ellos van a querer crear la ‘AD Farc ELN’. Y nosotros no le vamos a jugar a eso”, dice un político polista aliado de Robledo. “La importancia de lo que está haciendo Robledo es que está parándole el macho a todos ellos, manteniendo la institucionalidad del partido y reivindicando su trabajo como polista”.

Justamente, el bus de la primera gira presidencial de Robledo no estuvo en varias de las regiones donde el Polo ha tenido buenas votaciones, pero donde adoptó candidatos afines a Marcha Patriótica como el Urabá o el Caguán.

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