El trámite de la ley de financiamiento le dio un baño de popularidad al Senador, hasta para figurar en espacios de opinión hablando sobre corrupción pese a que carga con su propio lastre.
La lavada de cara de Richard Aguilar
Richard Aguilar, senador de Cambio Radical y exgobernador de Santander.
Aunque este es el tercer periodo consecutivo que el controvertido Clan Aguilar tiene ficha en el Congreso, nunca como ahora alguno de sus miembros había tenido tanta prensa.
Desde que arrancó el trámite de la Ley de Financiamiento (o reforma tributaria) el hijo del parapolítico Hugo Aguilar y senador de Cambio Radical, Richard Aguilar, se convirtió en el congresista que más ha mojado prensa con el proyecto.
La figuración le ha dado hasta para empezar a aparecer en espacios de opinión de varios medios nacionales sentando posiciones sobre escándalos de presunta corrupción.
Eso, pese a que debutó en la política sobre los hombros de un condenado, a que actualmente varios miembros de su casa política -incluido su papá- están investigados por presunto enriquecimiento ilícito, y a que el cuatrienio pasado enfrentó varias denuncias por presuntas irregularidades en su administración como Gobernador de Santander.
La pantalla
A diferencia de su hermano, el exsenador del viejo PIN Mauricio Aguilar, quien estuvo los últimos ocho años en el Congreso, desde que se quedó con una curul Richard Aguilar ha sabido cómo moverse para figurar.
Además de que logró que lo ubicaran en la Comisión Tercera, una de las claves porque maneja los temas económicos del Estado, se movió para que lo designaran vocero de Cambio Radical en el debate de la Ley de Financiamiento, y al tiempo empezó a acortar distancias con los periodistas que cubren Congreso.
Lo segundo, según le contaron dos congresistas de Cambio a La Silla, obedeció a que él “conocía del tema” y era uno de los que “más opinaba” en las reuniones de la bancada cuando se empezó a hablar de la tributaria.
“Él ya había sido Gobernador y eso le ayudó porque entendía mucho más a fondo que otros los temas financieros. Como el partido presentó su propio proyecto y necesitaba a alguien en la Tercera que lo pudiera defender, fue que lo designaron vocero de la bancada”, dijo una de esas fuentes.
Sin embargo, fue la última movida la que le empezó a dar visibilidad más allá de su propio de su partido.
La ejecutó en dos frentes.
El primero y menos visible tuvo que ver con que se volvió el congresista que más empezó a filtrar información en medios sobre el trámite de la tributaria, algo que le sirvió para ganar la simpatía de los periodistas que cubren Congreso.
El segundo estuvo relacionado con que al tiempo empezó a buscar las cámaras y los micrófonos para también dar declaraciones oficiales sobre las reuniones de los ponentes y el avance de la discusión de los temas más gruesos de la reformas.
“No terminaba la reunión cuando ya estaba saliendo a contar todo”, le dijo a La Silla uno de los congresistas.
“Tenía un asesor pendiente, cuando sabía que algo se podía acordar les escribía a los medios y naturalmente luego ellos lo empezaron a buscar para entrevistarlo”, explicó otro senador.
Esas dos fuentes y otros tres ponentes de la tributaria nos contaron por aparte que eso generó molestias porque, además de que se quedaba con los créditos de las modificaciones que generaban más respaldo popular, también le daba información a los medios que no en todos los casos estaba confirmada o que aún debía ser debatida.
“Pasó cuando se quitó el IVA a la canasta familiar. Ese día también se dejó sobre la agenda la posibilidad de desmontar el IVA al transporte y a los insumos agropecuarios, pero nada se acordó y terminó anunciando esa posibilidad”, dijo uno de los congresistas.
Todas las fuentes con las hablamos coincidieron en decirnos que los reclamos se hacían entre chiste y chanza en las reuniones de los ponentes.
“Cuando estamos en la discusión y va a haber algún acuerdo varios le dicen que salga a buscar los medios que ya está listo el cambio. Es entre risas”, dijo un congresista. Otros cinco nos dieron una versión casi idéntica.
Sin embargo, dos de esas fuentes nos detallaron que en una ocasión la tensión escaló y que hubo un roce entre Aguilar y el representante uribista Óscar Darío Pérez, presidente de la Comisión Tercera de Cámara.
“La molestia crece por el tema de los créditos y porque sí hay muchos que sienten que Aguilar está quedándose con los créditos de todos”, dijo un Senador ponente a La Silla
Cuando le preguntamos por ese episodio Pérez negó que fuera cierto. Pero, a renglón seguido, aseguró que desde su perspectiva Aguilar no es el congresista que más réditos mediáticos se ha llevado con la discusión de la ponencia. A su juicio otros son otros, como el conservador David Barguil, que desde que llegó al Congreso ha sido clave en las discusiones tributarias, o él, que tiene un “liderazgo importante” en el trámite.
La Silla no pudo comprobar que sean Barguil y Pérez los del liderazgo interno, pero todas las fuentes coincidieron que entre los 36 congresistas ponentes está la percepción de que adentro Aguilar no es el líder que muestra hacia afuera.
“Sí ha estado en las discusiones, sí ha tenido varias proposiciones y defendido puntos de vista de su partido, pero nada diferente a los demás”,dijo a La Silla un Representante ponente. “Lo que ha logrado es capturar la atención de los medios por filtrar información”.
Que lo haya hecho, en todo caso, sí es un logro porque hay congresistas que llevan años intentando que los medios los consulten para hablar de temas técnicos y no lo han logrado.
Además, ese posicionamiento le sirvió para que algunos medios lo empiecen a consultar como congresista de opinión cuando carga con el lastre de haber llegado a la arena electoral como el heredero de un parapolítico y ha tejido sus propias sombras en lo que lleva de carrera.
La lavada de cara
Más allá de la figuración mediática por la Ley de Financiamiento, la movida de acercarse a los medios filtrando información le ha empezado a dar margen a Aguilar para aparecer en paneles de opinión hablando sobre corrupción.
Por ejemplo, desde la semana pasada ha sido invitado a varias mesas de trabajo para hablar sobre el debate al fiscal general, Néstor Humberto Martínez, por sus conflictos de intereses con Odebrecht, o las consecuencias para el excandidato presidencial Gustavo Petro por el video en el que aparece recibiendo varios fajos de billetes en efectivo.
Primero lo hizo como invitado en La W con Vicky Dávila.
#ElVideoDePetroEnLaW | Quiero ser un demócrata en el sentido de que debe respetarse el debido proceso y la presunción de inocencia, pero surgen demasiadas dudas: @RICHARDAGUILARV en #LaWConVickyDávila >> https://t.co/U6Ampu8dUb pic.twitter.com/5i9qmGQzdJ
— W Radio Colombia (@WRadioColombia) 29 de noviembre de 2018
#ElVideoDePetroEnLaW | Hoy no podemos ver a Gustavo Petro como el hombre impoluto e inmaculado que él dice ser: @RICHARDAGUILARV en #LaWConVickyDávila >> https://t.co/U6Ampu8dUb pic.twitter.com/7Qm6kdUA0L
— W Radio Colombia (@WRadioColombia) 29 de noviembre de 2018
Anoche en Voces de RCN habló no solo sobre Petro sino sobre el grupo Aval.
La imagen impoluta de un ex- candidato presidencial y Senador de la República que ha abanderado la lucha contra la corrupción se desdibujó con el #VideoPetro @VocesRCN pic.twitter.com/L5bYOYHxC2
— RICHARD AGUILAR V (@RICHARDAGUILARV) 4 de diciembre de 2018
Respecto al #VideoPetro es válido aclarar que será la @CorteSupremaJ la que determine si es un ilícito o no. Lo que sí es cierto es que una imagen vale más que mil palabras. Él se convirtió en su propio enemigo y el video deja mucho que pensar. @VocesRCN pic.twitter.com/7xRpuJTUTN
— RICHARD AGUILAR V (@RICHARDAGUILARV) 4 de diciembre de 2018
Las redes son un universo q se cree absoluto y no es así,porque con este tema de las tuiteras q pidieron retirar ahorros del @grupoavalco se demostró q todo llega hasta donde inicia la responsabilidad penal. Aquí el punto es que se quiso coartar la libertad de expresión @VocesRCN pic.twitter.com/56H6mgeZcJ
— RICHARD AGUILAR V (@RICHARDAGUILARV) 4 de diciembre de 2018
En el Noticiero de Caracol también le consultaron por el tema Petro.
Su aparición en esos espacios hablando sobre casos de presunta corrupción es muy llamativa porque Aguilar es heredero de una de las casas políticas más controvertidas de Santander.
Su papá, Hugo Aguilar, fue condenado por la Corte Suprema de Justicia por haberse aliado con paramilitares para elegirse en la Gobernación de Santander en 2003, y aún hoy, varios años después de su condena, sigue investigado por el origen no justificado de su patrimonio y el de varios de sus familiares.
Richard se inició en la política como delfín del grupo de su papá, quien lo sacó al ruedo para las locales de 2011 luego de que la Procuraduría lo inhabilitara, y fue sobre los hombros de ese grupo que alcanzó la Gobernación de Santander en ese entonces.
Aunque con el tiempo se ha distanciado de su papá, principalmente porque él quiere ser el mandamás del grupo y eso ha generado roces, hicieron campaña juntos en las legislativas, y si nada cambia harán campaña en 2019 para elegir a su hermano Mauricio en la Gobernación.
Además, si bien el ahora Senador ha dicho que no puede responder por las faltas de su papá, y eso es cierto, carga con lastres que le dejó su paso por la Gobernación.
En su cuatrenio enfrentó cuestionamientos por el presunto direccionamiento de las licitaciones millonarias que adjudicó, por la manera en la que ejecutó los recursos para el Programa de Alimentación Escolar, y por haber destinado más de $40 mil millones de regalías (plata que debe ser invertida en la población más vulnerable) en la construcción de un parque con un Cristo gigante que está arrojando a pérdidas y que fue administrado por una corporación fundada por su papá que también está investigada.
Hoy, de hecho, su exsecretaria de Infrestructura, Claudia Toledo, una de las figuras clave de su casa política y una de las funcionarias centrales de su administración, está detenida e investigada porque habría pedido coimas para entregar un contrato para la remodelación del Estadio de Bucaramanga.
Ese pasado no ha evitado que Aguilar haya sobresalido en los primeros cinco meses de su cuatrienio como congresista: donde el baño mediático de la tributaria le dio para saltar de heredero y político cuestionado, a uno de los nuevos congresistas de opinión que consultan los grandes medios nacionales.