Paola Andrea Holguín Moreno, periodista y política antioqueña, nació el 12 de noviembre de 1973 en Medellín. Desde 2014 es senadora del Centro Democrático.
Egresada de la Universidad Pontificia Bolivariana, luego se enfocó en seguridad: tiene una maestría en Seguridad y Defensa Nacional en la Escuela Superior de Guerra; y otra en Políticas y Estrategias en Seguridad, Defensa, Terrorismo y Contrainsurgencia en la Universidad de Defensa en Washington.
Inició en política de la mano de Álvaro Uribe, con quien es muy cercana. Esa historia se remonta a 2001 en medio de la campaña a la presidencia. Holguín era profesora de la Universidad Pontificia Bolivariana y se topó con Andrés Uriel Gallego (en ese entonces miembro de la campaña de Uribe y luego Ministro Te transporte), quien la convenció de unirse a la campaña.
Cuando Uribe llegó a la Casa de Nariño, se incorporó en 2003 a la oficina del entonces asesor José Obdulio Gaviria (hoy senador).
Al mismo tiempo empezó a moverse en política local: en 2003 le hizo campaña a Sergio Fajardo y conoció a Federico Gutiérrez, quien hacía parte del fajardismo y se convertiría en un importante aliado político y amigo personal.
Permaneció en Presidencia desde 2003 hasta 2008, año en el que Uribe la puso como encargada de asuntos políticos en la Embajada de Colombia en México.
Holguín volvió a Colombia al mismo cargo anterior en 2009, el último año del mandato de Uribe, cuando José Obdulio renunció como asesor de seguridad en la Casa de Nariño.
Un año después de que Uribe terminó su mandato, entró a la campaña de Carlos Mario Estrada a la Gobernación de Antioquia por el Partido de La U, que en ese entonces aún seguía siendo bastión uribista. Allí volvió a coincidir con Federico “Fico” Gutiérrez, que por esos días era concejal y fue precandidato de La U a la alcaldía.
Una vez Estrada se quemó en las elecciones, Holguín se fue en 2011 a México como consultora en temas de seguridad del gobierno de Felipe Calderón, llevándose a “Fico” con ella.
Holguín entró por primera vez a un cargo de elección popular en 2014, cuando ocupó el renglón 18 en la lista cerrada del Centro Democrático, es decir que solamente se podía votar por el partido y no por los candidatos. Entró gracias a su cercanía con Uribe.
Los más de dos millones de votos en esas elecciones para el naciente partido de Uribe llevaron a 19 candidatos al Senado, incluida ella.
Una vez en el Congreso, empezó a consolidar un capital electoral en Antioquia a través del grupo “Los paolos”, que le sirvió para mover votos en el plebiscito de 2016 y sacar los 58.006 votos con los que se reeligió en 2018.
Fue clave dentro de la estrategia que siguió el uribismo en la coyuntura del plebiscito. Dentro del Centro Democrático se discutía si el partido promovería la abstención o el No. Holguín era una de las convencidas de irse por esta última opción e incluso amenazó a Uribe con renunciar a su curul si el uribismo no se plantaba firme en contra de lo pactado en La Habana.
Una vez la decisión del Centro Democrático fue la de inclinarse por el No, Holguín se convirtió en una de las activistas más notables dentro de la campaña, pues fue la encargada de impulsar la votación en contra del plebiscito en las calles de los municipios de Antioquia con otras personalidades notables como Alfredo Ramos, Andrés Guerra, José Obdulio Gaviria y, por supuesto, Álvaro Uribe.
En 2015 le dio su apoyo a la alcaldía de Medellín al uribista Juan Carlos Vélez, quien pintaba como favorito pero no ganó.
Holguín no salió derrotada pues quedó elegido “Fico” Gutiérrez y eso le permitió ser uno de los puentes de la bancada de Antioquia con la administración de Medellín.
En las elecciones de 2018 apoyó la precandidatura presidencial de Rafael Nieto en el Centro Democrático, pero terminó respaldando a Duque cuando ganó la puja interna por la candidatura oficial del partido.
Resultó elegida nuevamente como senadora, esta vez en una lista abierta en la que sacó la segunda mayor votación del partido. Esto lo logró, en parte, gracias al capital electoral de “Los paolos”, subgrupo uribista que ya tenía presencia en 110 de los 125 municipios de Antioquia.
Para esas elecciones tuvo tres fórmulas en la Cámara de Representantes: Juan Fernando Espinal en Antioquia, Gabriel Santos en Bogotá y Milton Angulo en el Valle del Cauca. Los tres quedaron elegidos.
En las regionales de 2019 solo apoyó a Alfredo Ramos en las hasta las últimas semanas de campaña, pues iba por Santiago Gómez, el candidato que su amigo “Fico” quería dejar sentado en el puesto del alcalde de Medellín.
La decisión de no apoyar a Ramos se dio porque, como contamos, no hay unidad entre las tres grandes casas uribistas en Antioquia: “Los paolos”, la casa política de Paola Holguín, quería que el candidato oficial fuese el de “Fico”; “El ramismo”, el clan político que heredó Alfredo Ramos de su padre, lo puso a este como candidato del Centro Democrático; y Los Valencia Cossio, la casa política del exsenador Fabio Valencia Cossio, quería poner como alcalde al concejal Jaime Mejía, pero al final dio un timonazo cuando decidieron apoyar a Ramos.
A pesar de perder esa puja, Holguín hizo una gira por los municipios de Antioquia para impulsar por lo menos 33 candidatos a alcaldías, concejos municipales y asamblea departamental.
Luego de las elecciones, el ajedrez político de Holguín quedó con al menos 18 elegidos (8 concejales en municipios distintos, 9 alcaldes y una diputada). Sus principales alfiles en Antioquia son Simón Molina en el Concejo de Medellín y Verónica Arango en la Asamblea.
También apoyó de manera pública la candidatura del Centro Democrático a la Alcaldía de Buenaventura (no ganó) y tres candidaturas a gobernaciones. La del Meta (no ganó), Antioquia (el candidato no ganó pero aceptó la curul en la Asamblea Departamental) y Amazonas (ganó).
Holguín se ha movido en el congreso en temas de cultura, educación, acuerdo de paz, incentivos electorales, seguridad y fuerzas militares.
Fue autora de una ley para beneficiar con descuentos en la matrícula a estudiantes de instituciones públicas de educación superior que hayan votado, así como de otra que garantiza que los soldados e infantes de marina reciban una parte de sus sueldos mientras estén en un proceso ante la Justicia Penal Militar, así estén suspendidos de su cargo.
Como parte de la bancada uribista, ha sido autora de iniciativas más polémicas como declarar el carriel antioqueño como patrimonio de la Nación en medio de la pandemia del covid; tumbar la reforma constitucional para implementar los acuerdos de La Habana (se hundió); y hacer reformas a la justicia y al sistema de pesos y contrapesos (también se hundió dos veces).