Cambio de gabinete: habrá movimientos, pero no crisis

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Foto: Presidencia.

Más allá de la renuncia no renuncia de Alicia Arango al Ministerio del Interior, hay varias carteras en las que suenan campanas de remezón. Pero el Presidente no pedirá renuncia protocolaria masiva.

La renuncia no renuncia de Alicia Arango al Ministerio del Interior, el viernes pasado luego de que ella misma dijera a medios que se iba en tres meses, levantó mucho más los rumores que desde el mes pasado se están moviendo en medios y pasillos políticos alrededor de cambios en el gabinete del presidente Iván Duque, quien completó en agosto dos años de mandato.

No obstante, el hito de la renuncia masiva a mitad de Gobierno, la llamada “crisis de gabinete” que han aplicado varios presidentes, no será la fórmula de Duque, quien no pedirá renuncia protocolaria a todos sus ministros para hacer los cambios, según le confirmaron a La Silla Vacía cuatro altas fuentes del Gobierno, entre funcionarios de Palacio y ministros.

Lo que habrá, según esas fuentes y otras seis, entre uribistas y congresistas con entrada a Palacio, es un cambio graneado en ciertas carteras, un estilo fiel al Presidente que prefiere los enroques y nombrar a cercanos, como ha hecho en los últimos cinco cambios del último año.

De los 18 ministros que conforman el gabinete, Duque ha hecho en total cambios en nueve carteras, lo que muestra que no pudo mantener su idea de tener un equipo “para cuatro años”, como dijo al inicio de su mandato. Aunque dio los ministerios de Trabajo, Agricultura y Salud a La U, Conservadores y Cambio Radical respectivamente, la constante de sus cambios son los enroques. Así ocurrió con la salida de Nancy Patricia Gutiérrez del MinInterior a la consejería para Derechos Humanos que dejó vacante su amigo, el fiscal Francisco Barbosa; el puesto en MinInterior quedó para Alicia Arango, quien venía de Trabajo, cartera que quedó para La U, vía Ángel Custodio Cabrera. En MinTic, tras la salida de Sylvia Constaín, llegó Karen Abudinem desde la consejería presidencial para las regiones, que ahora tiene en encargo el consejero político, Federico Hoyos. En Cultura, le creó un viceministerio a su amigo Felipe Buitrago, quien venía de la consejería de asuntos económicos, que ahora está a cargo de su (recontratado) consejero, Víctor Muñoz. En MinDefensa, tras la renuncia obligada de Guillermo Botero, llegó Carlos Holmes Trujillo, quien estaba en la Cancillería, a donde llegó Claudia Blum, una uribista purasangre que estaba retirada de la política. En MinMinas, tras la renuncia de María Fernanda Suárez, Duque dejó en propiedad a su viceministro Diego Suárez.

“No estamos en crisis (de gabinete) y si hay desgastes o cambios serán cosas muy puntuales, pero por ahora en lo inmediato no se harán”, nos dijo un alto funcionario de Palacio conocedor de la movida, quien pidió no ser citado.

El vocero de Palacio, Hassan Nassar, declinó dar declaraciones para esta historia.

Puntualmente, las fuentes consultadas nos señalaron que existe un ambiente para los cambios por varias razones: uno, hay un ministerio vacante (Justicia) en el que sí o sí habrá cambio; dos, dos ministros vienen de capa caída, en algunos casos hasta con mala comunicación con el Presidente (Canciller y MinCiencia), un ministro ha tenido inconvenientes de salud (Ambiente) y la MinInterior, así se haya patraseado, dejó en evidencia que tiene intenciones de irse.

Además de esas situaciones concretas, dos ministros consultados destacaron que hay siete ministros ‘originales’, es decir, que están desde el día uno (Comercio, Hacienda, Transporte, Educación, Cultura, Ambiente y Deporte), y “se necesita un nuevo aire”, como nos dijo uno de esos funcionarios.

“Los que se van solo los sabe el jefe, él siempre ha dicho que está dispuesto a hacer ajustes y sí creo que habrá ajustes pronto”, nos dijo un Ministro que a diario habla con Duque y que le ha escuchado en varias reuniones la frase de que está dispuesto a los cambios que se requieran.

Esas cuentas están en manos, además de Duque, de su grupo más cercano, conformado por la jefe de gabinete, María Paula Correa; y su consejero económico, Víctor Muñoz.

Toda esta movida es importante porque los ministros del gabinete son las principales figuras que tendrán que sacar adelante la política pública y propuestas de Duque en todo y, especialmente, en el principal reto para lo que queda de su Gobierno: paliar los efectos de la crisis económica que ha generado la pandemia del covid.

Estos son los ministerios en los que los cambios están a punto de cocción.

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La salida no salida que quedó en veremos

La salida de Arango, que revolvió el aire de cambio de gabinete, quedó descartada desde el propio viernes cuando Palacio filtró a medios que Duque, tras reunión con la Ministra, le rechazó la renuncia. “El Presidente cree que está haciendo una buena labor, consolidó la coalición y la necesita para la agenda legislativa y la política de protección de líderes”, comentó un funcionario de Palacio que estuvo atento a ese encuentro.

Sin embargo, la expectativa sigue porque, como nos dijeron tres congresistas amigos de la Ministra y uno más que la conoce bien, Arango está en un desgaste. Ella misma le dijo a medios (incluyendo a La Silla Vacía) que se iba en tres meses, por lo que habrá que ver si de aquí a allá le insiste al Presidente.

El desgaste de la alta funcionaria tiene que ver, según quienes nos hablaron, en parte porque venía de dos años como Ministra de Trabajo y de negociar con sindicatos.

“Ella le delega todo el manejo político al viceministro (Daniel) Palacios, quien maneja todas las relaciones políticas ahora con Palacio, y ahí se ve ese desgaste”, nos dijo un político cercano a la Ministra, en relación a la labor que ha tenido su subalterno en el Viceministerio de Relaciones Políticas.

La Ministra tiene por delante los retos de evitar una nueva moción de censura al ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, que impulsa la oposición en el Senado; y consolidar la coalición con votos del Congreso para el paquete de medidas de reactivación económica tras la pandemia.

 
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La vacancia detrás de la que están los conservadores

En el papel la única vacancia que hay en el gabinete es la del Ministerio de Justicia, donde desde hace tres semanas está como encargado el viceministro Javier Sarmiento; pero desde que su anterior jefe, Margarita Cabello, estaba en campaña para la Procuraduría, había movidas de los partidos para quedarse con esa cartera.

Puntualmente, tres políticos que estuvieron en la campaña nos confirmaron, por aparte, que el Partido Conservador pidió tener esa cartera en plena negociación con el Gobierno por los votos de las bancadas para Procuraduría. Dos congresistas de la colectividad azul nos confirmaron, por aparte, esa versión.

“Duque nunca se comprometió (a dar la cuota) pero fue una presión muy fuerte”, nos dijo un directivo uribista que se movió por Cabello Blanco y supo de las presiones.

Al final, los azules apoyaron a Cabello en la elección, como contamos luego de que la candidata consiguió más respaldo que el aspirante godo, el exmagistrado Wilson Ruiz, quien ahora suena en las barajas de medios para el Ministerio.

En Palacio la opción de otro ministerio azul (en febrero Duque les dio el de Agricultura), no está en las cuentas: “El Partido no tendría ese Ministerio porque ya tienen representación en el gabinete”, nos dijo un alto funcionario de la Casa de Nariño.

 
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Cancillería y MinCiencia, de capa caída

El primero, en cabeza de Claudia Blum desde noviembre del año pasado, fue uno de los más repetidos entre las fuentes consultadas para un posible cambio, en especial por ministros que consideran que “ya llegó a su punto final”.

“La señora Blum tiene pinta de ser la primera (en irse) (...) no se le ve mucho y cuando se le ve no es relevante”, nos dijo un Ministro que pidió no ser citado para no entrar en problemas con su colega de gabinete. “Es inexistente”, nos dijo, a su turno, un funcionario de Palacio que tiene que ver con temas de relaciones exteriores.

Blum llegó a la Cancillería tras el enroque de Carlos Holmes Trujillo al Ministerio de Defensa, y durante su gestión ha tenido salidas en falso, principalmente con el manejo de la extradición de Salvatore Mancuso a Colombia, que como revelamos estuvo plagada de errores.

Tampoco ha sido determinante el rol de la Cancillería en la pandemia: por un lado, como contamos en su momento, la labor de armar la logística para los vuelos humanitarios la han liderado en el Ministerio el jefe de gabinete, Carlos Alberto Suárez; y el vicecanciller, Francisco Echeverry.

Asimismo, es la viceministra de asuntos multilaterales, Adriana Mejía, la que hace parte del grupo de Presidencia que coordina con el presidente Duque las negociaciones con los laboratorios extranjeros para la vacuna del coronavirus, junto con el director administrativo de Palacio, Diego Molano; y el ministro de Salud, Fernando Ruiz, nos dijo una fuente conocedora.

Precisamente, por el bajo perfil en el manejo de la pandemia, la ministra de Ciencia, Mabel Torres, también fue mencionada por fuentes del gabinete en esa reportería como una que podría estar a punto de irse. “No está dando la talla”, nos dijo una alta fuente del Gobierno. Otra nos dijo incluso que las relaciones con el Presidente “están rotas”.

Específicamente dos hechos han hecho que su labor sea objeto de críticas: el más visible fue cuando Torres dijo que uno de sus éxitos en la pandemia fue la articulación de la red de laboratorios para las pruebas de covid, lo que molestó públicamente a la directora del Instituto Nacional de Salud, Marta Ospina, quien como contamos fue la que articuló esa ayuda porque el laboratorio nacional que maneja su entidad no daba abasto.

Esa misma red de laboratorios públicos y privados ha expresado vía chat a funcionarios del Ministerio de Salud y Presidencia su molestia por esas declaraciones, según corroboró La Silla con dos funcionarios que vieron esas quejas enviadas a la Casa de Nariño.

A eso se sumó que perdió apoyo político, luego de que a mediados de año un grupo de congresistas, encabezados por el presidente del Senado, Arturo Char; y el senador liberal Iván Agudelo, autor de la ley que volvió a Colciencias un Ministerio, pidieron a Duque en una carta sacar a Torres del cargo.

Duque no les contestó, pero en Palacio ha dado muestras de que no está contento con la gestión de la Ministra.

Una fuente que tiene cómo saberlo, nos dijo que el Presidente en varias ocasiones ha regañado a la Ministra por procedimientos legales que su cartera debe hacer para la consecución de la vacuna. “No hubo trato feo, pero sí de un jefe que ya no está contento con el subalterno”, nos dijo la fuente.

La ministra Torres ha defendido su labor advirtiendo que destinó 26 mil millones de pesos para una convocatoria de 25 becas para estudios y proyectos relacionados con la pandemia. De su despacho nos indicaron que hasta ahora no ha habido solicitudes de renuncias al cargo.

 
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Minambiente: sin controversia pero con líos en salud

Lejos de controversias está la situación del ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, cuya salida fue noticia el viernes, específicamente porque Caracol Radio la anunció; pero según confirmó La Silla con Palacio y el Ministerio, ésta nunca existió.

Lo que pasó, según nos explicaron en MinAmbiente, es que Lozano sí estuvo lejos del Ministerio hace unas semanas, por una cirugía a corazón abierto, lo que levantó rumores entre funcionarios de la Casa de Nariño de su salida, sobre todo porque disminuyó sus apariciones en público -que no son muchas ni constantes-, aunque este lunes hizo una rendición de cuentas.

De Palacio nos dijeron que Duque no ha considerado la renuncia, pero que la expectativa existe por el tema de salud. Aún la cartera tiene pendientes clave, como las regulaciones de los pilotos de fracking; y un plan de reforestación que Duque anunció a inicios de año, con 180 millones de árboles, y que quedó quieto por la pandemia.

 
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