El polémico exrepresentante Yahir Acuña no se resigna a haber perdido la gobernación de Sucre. Y desde diciembre pasado no ha escatimado esfuerzos en su intento de ponerle cuesta arriba el camino al gobernador Édgar Martínez. Aunque todavía no lo logra, le manda un mensaje claro a él y a la Sucre política: estos cuatro años no se quedará quieto.
Las movidas fallidas de Yahir
El polémico exrepresentante Yahir Acuña no se resigna a haber perdido la gobernación de Sucre. Y desde diciembre pasado no ha escatimado esfuerzos en su intento de ponerle cuesta arriba el camino al gobernador Édgar Martínez. Aunque todavía no lo logra, le manda un mensaje claro a él y a la Sucre política: estos cuatro años no se quedará quieto.
Como contó La Silla, Acuña pasó de coronarse como el hombre más votado de Sucre en las legislativas de 2014 (sacó 130 mil votos), a ser el gran derrotado de las regionales pasadas.
Esa silla en un momento parecía escriturada para su esposa Milena Jarava, pero se la arrebató un candidato avalado a última hora por Cambio Radical, que hizo una campaña con mucha menos plata.
Acuña, que todavía no le termina de explicar a la justicia de dónde sacó los 516 millones de pesos en efectivo que le encontraron en vísperas de elecciones en su camioneta, impulsa una acción de nulidad contra Martínez, y hasta hace unas semanas buscaba armarle la coalición en la Asamblea para poner a un contralor de su cuerda.
Demanda tras demanda
La semana pasada el Consejo de Estado le notificó al gobernador Martínez que había admitido la solicitud de nulidad en su contra.
Según el demandante, el mandatario no acreditó que quien le dio el aval de Cambio Radical tenía las facultades para hacerlo e incurrió en doble militancia porque, supuestamente, también hacía parte de la ASI.
El abogado que puso esa demanda es Carlos Alexander Mosquera, un ex aspirante al Parlamento Andino para las legislativas de 2014, con aval del partido Cien por Ciento Colombia, del que Yahir era dueño y que perdió su personería jurídica en 2013.
Mosquera fue también el gerente de la campaña de la Fundación Ébano Colombia. La misma que avaló a los dos ganadores de las curules afro, que provocaron mucha polémica porque eran blancos. Además, líderes afro como la exsenadora Piedad Córdoba los acusaron de trastear votos con la ayuda de Acuña.
Ante esta nueva demanda de nulidad, personas del círculo del gobernador le dijeron a La Silla que Martínez está tranquilo porque los mismos argumentos ya fueron negados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) el 24 de septiembre pasado, cuando Yahir demandó la elección por primera vez a través de Juan Carlos Vergara Montes.
Vergara Montes es un abogado del municipio de Sincé y allí es conocido por ser de la cuerda de Acuña. Y también por ser contrario a los liberales Gabriel 'Bayo' Espinosa y Hector Olimpo Espinosa, acérrimos opositores de Yahir.
El CNE ordenó archivar el expediente porque consideró válidos los argumentos y pruebas presentados por el entonces candidato Martínez.
En su defensa, Martínez mostró la copia de la escritura pública en la que consta que el representante legal de Cambio Radical sí le dio al actual alcalde de Barranquilla Alejandro Char las facultades para avalar e inscribir a candidatos como él, en la región Caribe.
Y además presentó una certificación firmada por la ASI en la que consta que nunca fue militante de ese partido. Que lo que ese movimiento hizo, al igual que los liberales y el Polo, fue respaldar su candidatura, avalada por Cambio Radical.
Pero los intentos de Yahir por bloquear al nuevo gobernador van más allá del Consejo de Estado.
La coalición yahirista que no fue
Cinco políticos activos de Sucre le contaron a La Silla que en diciembre Yahir intentó armar la coalición mayoritaria de la Asamblea para poner a un contralor de su cuerda y con el ánimo de bloquear las iniciativas del gobernador Martínez en esa corporación.
El gobernador Martínez recibió a los tres exyahiristas con la condición de que votaran por su candidato a la Contraloría, Miguel Arrázola Sáenz.
Ya lo hizo los últimos dos años, desde el Concejo de Sincelejo con el exalcalde Jairo Fernández, con quien rompió relaciones políticas por diferencias burocráticas.
Esas fuentes nos aseguraron que, en este intento fallido, Yahir convocó a varias reuniones a los seis diputados que ayudó a elegir poniéndoles votos o plata, pero La Silla no pudo confirmar cuántos de ellos realmente fueron. Inicialmente, esos seis hacían la mayoría en una Asamblea de 11: los otros cinco votaron con el gobernador Martínez.
Una de esas reuniones se celebró el 3 de diciembre, en la casa del diputado Máximo Calderón, en el barrio Majagual de Sincelejo, como lo muestra una de las fotografías que ilustra esta historia.
No pudimos identificar a todos los asistentes a ese encuentro, pero dos fuentes que lo saben de primera mano le contaron a La Silla que allí hubo una fuerte discusión entre Yahir y Jorge Abisambra González, jefe político del diputado Carlos Carrascal, por el ingreso de este último a la coalición del gobernador Martínez.
Ese hecho generó un reclamo airado de Yahir, quien le recordó a Abisambra los votos que puso para la curul de Carrascal y los acuerdos hechos.
Abisambra González, como contó La Silla Caribe, fue gerente de la empresa del chance Aposucre y es conocido en Sucre por ser un hombre de confianza de la cuestionada empresaria de chance Enilce López ‘La Gata’, condenada por homicidio.
Pero, Carrascal no era el único que estaba por cambiar orilla.
Días después, la conservadora Ana Pestana, hermana del condenado por parapolítica Pedro ‘el Indio’ Pestana, y Máximo Calderón, socio político del representante de La U Nicolás Guerrero, también rompieron acuerdos con Yahir y desde entonces están en la coalición de gobierno.
De hecho, estos tres nuevos aliados del gobernador Martínez ya comienzan a tener representación en su gabinete. Desde esta semana, por ejemplo, una cuota del diputado Calderón está al frente del instituto departamental de deportes.
Y en los próximos días deben llegar una de los Pestana a la Secretaría Administrativa y otra de Carrascal y Abisambra, al Fondo de Cultura.
Por estas dos últimas cuotas comienzan a generarse ruidos en Sucre, porque dos grupos cuestionados tendrán cabida en el equipo de un mandatario que ha hecho de la transparencia su discurso bandera. Y que en campaña no dejó de cuestionar a Acuña y sus aliados por su manera de hacer política.
Con estas tres volteretas, Yahir perdió cualquier chance de influir en la Asamblea porque el gobernador ahora tiene a ocho diputados de su lado. Mientras que dos de los tres restantes, que aparentemente siguen con él, ya le envían mensajes al mandatario para ingresar a su coalición, según confirmó La Silla.
El gobernador Martínez recibió a los tres exyahiristas con la condición de que votaran por su candidato a la Contraloría, Miguel Arrázola Sáenz. Acuerdo que quedó sellado, el 28 de diciembre, en el Hotel Malibú de Sincelejo, le dijo a La Silla uno de los ocho diputados asistentes.
Arrázola Sáenz fue hasta el año pasado abogado de Martínez y compañero laboral de su sobrino Carlos Espinoza. Pero esa cercanía no fue obstáculo para que la Asamblea lo escogiera unánimemente para controlarlo.
Curiosamente, también votaron por él los tres diputados cercanos a Yahir que todavía no están en la coalición.
Arrázola derrotó así al abogado Ramón Muskus Dumar, ex secretario privado del exgobernador condenado por parapolítica Salvador Arana y amigo personal de Acuña.
Con lo cual, el otrora poderoso Yahir Acuña ha sufrido en menos de un mes dos golpes duros que le harán bajar el perfil público en su departamento, pero que no necesariamente lo harán un derrotado al que la política sucreña deba subestimar.