Continuamos armando el rompecabezas del poder en el Caribe, versión 2019.
Continuamos armando el rompecabezas del poder en el Caribe, versión 2019.
En La Silla Caribe continuamos armando el rompecabezas del poder en la región, esta vez, con los superpoderosos del Cesar. Esta es la tercera entrega de nuestra serie versión 2019, después de publicar los superpoderosos de Bolívar y Magdalena.
Para armar este listado, en el que poder está entendido como la capacidad para mover los hilos y hacer que pasen o dejen de pasar cosas, hablamos con nueve fuentes, entre periodistas, congresistas, analistas y políticos locales.
Al comparar el ranking con el que hicimos en 2015, llama la atención que el puesto número 1 continúa igual, que más uribistas entraron y que salieron poderosos nacionales como el exvicepresidente Germán Vargas y el excontralor Edgardo Maya.
La matrona del clan que lleva casi ocho años dominando la Gobernación es el primer superpoder del Cesar.
Su grupo controla la Administración desde 2011 (primero con Luis Alberto Monsalvo Gnecco (hijo de Cielo) por La U y hoy con el vargasllerista Franco Ovalle (por Cambio Radical).
Además, tiene los dos senadores del Cesar:José Alfredo Gnecco, su sobrino, por La U, y Didier Lobo por Cambio Radical. Un representante de su cuerda, Jorge Salazar, de La U. Y alianzas con otros dos representantes: el vargasllerista Eloy ‘Chichí’ Quintero y el conservador Alfredo ‘Ape’ Cuello.
Es decir, cuenta con liga con tres de los cuatro representantes cesarenses.
La alianza con Ape -otro superpoder del Cesar- les ha permitido a los Gnecco tener injerencia en la Alcaldía de Valledupar, en donde Cuello es el poder a la sombra del alcalde Augusto ‘Tuto’ Uhía.
Según cuatro fuentes conocedoras, el poder de los Gnecco en la capital cesarense se da a través de la contratación. Y también cuentan con burocracia, como por ejemplo en el Sistema Integrado de Transporte de Valledupar (Siva), cuya gerente es Katrizza Morelli, cercana a su grupo, como hemos contado.
Los Gnecco también tienen influencia en casi todas las 25 alcaldías del departamento. Presidiendo la Asamblea tienen a Jorge ‘Popo’ Barros Gnecco, el segundo diputado más votado.
Más allá de todo ese poder político, esta familia tiene un gran músculo económico, pues es de las más ricas del Cesar. Tienen numerosas hectáreas de tierra, más de 30 mil cabezas de ganado y son grandes proveedores de leche a empresas, incluyendo multinacionales. Todo eso, en cabeza de Luis Alberto Monsalvo Ramírez, esposo de Cielo.
Todo ese peso local y su capacidad de meterse en el Congreso les ha permitido hacer ligar con el poder de Bogotá.
Por ejemplo, los Gnecco fueron la clave de la reelección santista en el Cesar y en ese Gobierno lograron burocracia nacional que aún mantienen.
Como hemos contado, cuentan con participación en las seccionales del Cesar del Fondo Nacional del Ahorro, del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, del Departamento de Prosperidad Social y de la Contraloría, en donde Cielo tiene a su primo César Cerchiaro.
Asimismo tienen influencia en la Universidad Popular del Cesar, en donde el rector Enrique Meza se ha declarado cercano al clan Gnecco.
Como también hemos contado, para las próximas elecciones regionales la principal fuerza del departamento quiere mantener su poder en la Gobernación con el exgobernador Luis Alberto Monsalvo (en juicio por el delito de corrupción al sufragante) y apoyar a Ernesto Orozco, el candidato de Ape Cuello a la Alcaldía de Valledupar.
Todo esto lo ha logrado Cielo Gnecco, a pesar de los cuestionamientos que llueven sobre el clan, cuya excabeza (Jorge Gnecco, hermano de Cielo y asesinado por el paramilitar Jorge 40) ha sido señalado por el líder de las Autodefensas Salvatore Mancuso de impulsar la llegada del paramilitarismo al Cesar.
Varios de los integrantes de esta familia, además, han estado involucrados en líos de corrupción y parapolítica, como por ejemplo Lucas Gnecco Cerchar, también hermano de Cielo, quien fue condenado a 24 años de cárcel por la Corte Suprema de Justicia por constreñimiento electoral.
Con raíces en una poderosa familia conservadora (su papá Alfredo Cuello Dávila y su abuelo Manuel Cuello Gutiérrez fueron alcaldes de Valledupar), Alfredo ‘Ape’ Cuello es el representante más votado del departamento y controla nueve alcaldías, incluyendo la de la capital -en cabeza de Tuto Uhía-, lo que lo convierte en el segundo superpoder ahí.
A eso se suma su alianza con los también poderosos Gnecco, que le ha permitido ganar burocracia en la Gobernación, como por ejemplo la Secretaría de Gobierno, en donde recientemente le nombraron al secretario Carlos ‘Cale’ Cotes, cercano a Cuello.
El Equipo Azul, como bautizó a su grupo, cuenta además con dos diputados y con un semanario llamado La Calle, que le sirve como vitrina política y para atacar a sus opositores (aunque Ape no aparece como dueño oficial, básicamente en un medio para darle bombo).
Ape Cuello, además, fue uno de los primeros conservadores que apoyó a Iván Duque desde primera vuelta, lo cual, como hemos contado, se ha traducido en beneficios burocráticos a nivel nacional, como por ejemplo el nombramiento de Delwin Jiménez en la dirección de MinTrabajo en Cesar.
Para las próximas elecciones este superpoderoso aspira a mantener la Alcaldía de Valledupar con su candidato Ernesto Orozco, exdirector de Comfacesar, quien va por firmas.
Rodolfo y Edgardo son hijos y Diana es nieta de la asesinada exministra de Cultura, Consuelo Araújo Noguera 'la Cacica', la mujer más importante en la historia del vallenato. Ellos controlan la fundación que nació en el 86 y que La Cacica impulsó hasta su muerte en 2001: la del Festival de la Leyenda Vallenata, que organiza todos los años el evento más grande del departamento.
Como hemos contado, el Festival Vallenato mueve alrededor de 40 mil millones de pesos de la economía del Cesar y les da a sus organizadores el poder de manejar recursos y de tener relaciones con las élites nacionales, comenzando con el Presidente, que es el que inaugura el festejo.
Aunque a fines del año pasado, a través de un fallo, el Consejo de Estado ordenó a la Fundación de los Molina Araújo devolver al municipio de Valledupar el parque de 23 hectáreas en el que se hacen la mayoría de actos del Festival, y pagar por ese espacio que es de todos los vallenatos (y por el que antes no pagaban nada), el Alcalde Tuto Uhía los dejó al control de casi todo el evento, como siempre ha sido.
Rodolfo Molina Araújo preside la Fundación desde hace 14 años. Mientras, su hermano Edgardo José Maya (hijo del excontralor Edgardo Maya) se sigue encargando de buscar y concretar a los artistas internacionales que se presentan y Diana Molina Araújo (la nieta) domina toda la logística, como las acreditaciones y también los concursos.
Con 61.848 votos en el departamento, el debutante Didier Lobo se convirtió en el senador más votado del Cesar, de la mano de los Gnecco.
Pero aunque es un primíparo en el Congreso, se trata de un político local con gran trayectoria y poder en el pueblo de La Jagua de Ibirico, el que por muchos años fue el más rico del Cesar por las millonarias regalías directas que recibía por carbón (es el segundo municipio productor de carbón en Colombia).
Lobo fue alcalde de La Jagua desde el año 2012 al 2015 y actualmente sigue teniendo poder ahí a través de la alcaldesa Yarcely Rangel, que es de su cuerda.
Estando de mandatario en La Jagua, Didier firmó un contrato para la alimentación de los niños, por el cual en septiembre del año pasado la Procuraduría le formuló pliego de cargos por presuntos sobrecostos de más de 15.000 millones de pesos.
El Senador tiene un segundo fortín en Becerril, el tercer municipio del país que más ha recibido regalías por asignaciones directas de minería.
Ahí en Becerril, Didier también es el poder a la sombra del alcalde Juan Francisco Gómez, quien incluso le ha hecho homenajes públicos.
Estos empresarios están en este puesto del ranking porque tienen el poder de impulsar la economía y de generar empleos. Y, en algunos casos, de tener relación directa con el poder nacional.
La multinacional Drummond es la empresa más importante del departamento. Presidida actualmente por José Miguel Linares, la minera genera actualmente más de cuatro mil empleos directos en el país, el 70 por ciento de ellos entre Cesar y Magdalena, y desde Colombia exporta más de 30 millones de toneladas de carbón a distintas partes del mundo.
Este año, la Drummond firmó un contrato con la Agencia Nacional de Minería para seguir explotando la mina de carbón de La Loma que, según las cifras oficiales, le dejará al país 586 millones de dólares en los próximos veinte años. Como consecuencia de ese nuevo contrato, según dijo el gobernador cesarense Franco Ovalle, la empresa tendrá la obligación de invertir 33.000 millones de pesos en los municipios de su área de influencia, que son El Paso, Chiriguaná y La Jagua de Ibirico.
Como superpoder económico, la Drummond no ha estado exenta de polémica. En el 2012, el empresario condenado por el homicidio de dos sindicalistas de la empresa, Jaime Blanco, confesó supuestamente ser el puente entre la multinacional y los paramilitares. Y el año pasado, la Fiscalía citó a ocho de sus directivos a indagatoria para aclarar giros por nueve mil millones de pesos al cuestionado Blanco.
Por su parte, el empresario Carlos Murgas es conocido como el “zar de la palma” por ser la cabeza del grupo empresarial Oleoflores, que tiene más de 50.000 hectáreas sembradas de palma y genera más de 1.600 empleos, la mayoría en el Cesar.
Murgas también ha estado cercano al poder nacional, pues fue Ministro de Agricultura de la Presidencia de Andrés Pastrana y ha tenido relación con los expresidentes César Gaviria, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. Éste último lo nombró presidente de la Cámara de Comercio de Barranquilla.
Por último, los hermanos Jaime y Carlos Arce son otros empresarios poderosos porque a través del grupo Clínicas Médicos S.A., del cual Carlos es el representante legal, manejan el monopolio de la red de clínicas privadas en Valledupar y en el Cesar, que genera más de 10.000 empleos directos e indirectos.
A finales del año pasado la Superintendencia Nacional de Salud anunció que La Clínica Integral de Emergencias Laura Daniela, cuyo representante legal es Jaime Arce, tendrá que pagar 781 millones de pesos por utilizar un medicamento presuntamente falsificado que causó la muerte de 16 bebés prematuros en el 2016.
Asimismo, Jaime Arce causó indignación en el departamento por haberse comprado un Ferrari mientras los empleados de sus clínicas protestaban por incumplimiento salarial.
Este representante del Partido de La U (el único del Cesar que no tiene alianza con los Gnecco) tiene el poder de arrastrar el poco voto de opinión del departamento.
Al menos, eso demostró en las pasadas legislativas, cuando logró mantener su curul, pese a su distanciamiento con el poderoso clan del que antes hacía parte.
Moreno llegó a la Cámara en 2014 de la mano de los Gnecco, pero en el 2015 tuvieron una ruptura porque ese grupo no apoyó a las personas del movimiento del Representante en las elecciones locales.
En las últimas semanas de la campaña de las legislativas de 2018, Christian Moreno denunció supuestos hechos de corrupción por parte de la casa Gnecco, lo que, según nos contaron políticos locales, despertó una ola de opinión en el departamento y le permitió a quedarse con su curul cuando muchos lo daban por ahogado.
Hijo del asesinado dirigente conservador Cristian Moreno Pallares, este congresista no tiene injerencia en las alcaldías del departamento, aunque cuenta con bases electorales fuertes en Pailitas, Astrea, El Paso y El Copey, municipios en los que fue el representante más votado.
Además, como hemos contado, tiene burocracia en la Defensoría del Pueblo regional y en Comfacesar.
También representante a la Cámara, pero por Cambio Radical, es aliado de los Gnecco pero cuenta con grupo propio y viene de una familia con tradición política (los Quintero han tenido la Gobernación y la Alcaldía de Valledupar), conocida también por ser hacendados y dueños de la empresa minera Carboandes.
Actualmente, Chichí Quintero tiene influencia en la Alcaldía de San Diego. Además, como hemos contado, cuenta con burocracia nacional en las seccionales del Cesar de Invías y el Ministerio de Transporte.
Su familia es dueña de la emisora Maravilla Stereo (junto a los Gnecco) y socia de el periódico El Pilón, lo que de alguna manera lo protege de la crítica.
Para estas regionales, no iría con el exgobernador Luis Alberto Monsalvo, sino con Claudia Margarita Zuleta, quien podría ser la candidata del Centro Democrático y de Christian Moreno a la Gobernación.
Zuleta es hija del cantante de vallenato Poncho Zuleta, el mejor amigo de Chichí.
La guerrilla del ELN tiene el poder de seguir causando terror en el Cesar. Aunque su fuerza en el departamento ha disminuido en los últimos años, aún sigue azotando a los municipios del sur.
Esto se evidenció en el paro armado que organizaron a comienzos del año pasado, en el que, de las seis acciones armadas que realizaron en la región Caribe, cinco fueron contra la infraestructura vial y energética de esta subregión cesarense.
Asimismo, en noviembre de 2018 el ELN realizó una serie de ataques contra la Fuerza Pública, la ciudadanía y la infraestructura vial en el municipio de La Gloria, también del sur del Cesar.
Según la Misión de Observación Electoral (MOE), los municipios del Cesar en los que el ELN hace presencia hoy son Aguachica, La Gloria, Pailitas, Pelaya, Río de Oro y González.
En este último, además, hay siembra de cultivos ilícitos.
Este abogado es el periodista más influyente del departamento, con la emisora que dirige: Radio Guatapurí, la más antigua y escuchada, con una audiencia de más del 46 por ciento en el Cesar.
Guatapurí, al igual que Cacica Stereo, que es principalmente musical, y que también lidera Andrés Alfredo, es una herencia de su madre, la exministra Consuelo Araújo Noguera, asesinada en 2001 por las Farc.
Aunque no era tradición local, él se la jugó por incluir analistas políticos y económicos de temas nacionales, lo que amplió la vocación de la emisora.
Y también por hacer denuncias. Como por ejemplo, la de “el cartel del escalafón”, según la cual personas solicitaban dinero a profesores a cambio de ascenderlos en el escalafón docente.
“Sin duda es el más influyente en los medios de comunicación porque denuncia y es el más escuchado”, nos dijo al respecto un congresista que prefirió no ser citado.
Mientras que un político local nos dijo: “Si en Radio Guatapurí dicen que yo soy bandido, mañana todos en Valledupar dicen que yo soy un bandido”.
Según la última encuesta realizada por Cifras y Conceptos, Radio Guatapurí es la emisora más escuchada por los líderes de opinión del departamento (con un 21 por ciento).
Aunque viene de una otrora poderosa familia (el ala Molina Araújo de los Araújo), este poderoso nunca ha hecho política ni militancia abierta por ningún pariente, desde su ejercicio periodístico. Tampoco hace parte de la Fundación del Festival Vallenato que controlan sus hermanos. De hecho, ha tenido diferencias públicas con ellos respecto el evento.
Está en este ranking porque es el hombre fuerte del uribismo en el Cesar y, como miembro de la dirección departamental del Centro Democrático, tendrá incidencia en la entrega de avales en el departamento y posiblemente en el Caribe.
Así quedó en evidencia el pasado enero en Montería, cuando se realizó la convención regional de los uribistas para ir definiendo su estrategia con miras a las elecciones locales de este año y Araújo fue uno de los políticos que hizo parte de la mesa principal junto al senador Álvaro Uribe y la directora del partido Nubia Stella Martínez.
Hoy el Centro Democrático no cuenta ni con congresistas, diputados o influencia en la Gobernación o en la Alcaldía de Valledupar (y tienen apenas 11 concejales en todo el departamento), pero por cuenta del Gobierno Nacional se han movido puestos con sabor Araújo.
Por ejemplo, recientemente fue nombrada Liseth Serje Uribe, cercana a Sergio, como representante del Gobierno en el Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar.
También, a fines del año pasado había sido nombrada como directora de Movilidad y Formación Laboral para el Trabajo del Ministerio del Trabajo, Ana María Araújo Castro, hermana de Sergio Araújo.
Divididos principalmente en dos ramas (los primos Araújo Castro y Molina Araújo), los Araújo fueron por muchos años, especialmente a lo largo del Gobierno de Álvaro Uribe, los superpoderosos del Cesar. Tuvieron en sus manos ministerios, embajadas, gobernaciones y curules en el Congreso.
Entraron en debacle política cuando cayó sobre ellos la sombra de la parapolítica, con las condenas del exsenador Álvaro Araújo Castro y del exgobernador Hernando Molina, hermano y primo de Sergio, respectivamente.
El ala Araújo Castro ha intentado reencaucharse con dos candidaturas fallidas de Sergio Araújo (en 2015 a la Alcaldía de Valledupar y el año pasado al Senado) y promete jugar en estas regionales, aunque aún no han definido candidatos.